Ya sea que eres un recién graduado buscando empleo y con muchas expectativas en la vida o tienes empleo pero no te gusta y quieres renunciar para encontrar algo que te devuelva las expectativas en la vida, pasar por el proceso de encontrar trabajo nunca es tarea fácil, para nadie. Además, como dice Gananci, no hay momento perfecto. Hay que arriesgarse y ya está.

Un montón de resúmenes curriculares enviados de los que ni siquiera obtienes respuesta y que terminan en la basura o en un rincón inhóspito y olvidado del buzón de correo electrónico, algunos correos intercambiados que quedan en nada, y la penosa experiencia de pasar por entrevistas de trabajo. No importa qué tan amable sea la persona que te la haga, siempre son horribles.

Entonces, aquí estoy yo, intentando esclarecer un poco tu vida y evitando que pases (demasiadas veces) por estas horribles experiencias que todos nos vemos obligados a sufrir. Así que sigue estos consejos paso a paso y verás que serás la primera opción para cualquier puesto de trabajo y podrás empezar a ganar dinero.

1. Elige muy bien el trabajo

No te dediques a enviar solicitudes a todos lados. Mejor enfócate en evaluar bien las propuestas de trabajo, qué es lo que necesitan y qué están buscando para ver si cuadran con tus habilidades, porque si por alguna razón envías un resumen curricular a una empresa que no busca precisamente a alguien como tú, pasarás un momento muy vergonzoso y quedas seleccionado.

Ahórrate ese tiempo y mejor enfócate en hacer que tus solicitudes de trabajo a aquellas empresas que realmente te interesan estén impolutas.

2. Investiga a la empresa

Si tu caso es que no te gusta tu trabajo y estás buscando uno que te haga más feliz o que te pague mejor, no quieres irte de Guatemala a Guatepeor. Si esa empresa existe, tiene página web y redes sociales. Métete en todos sus perfiles y revisa sus políticas de trabajo, sus productos, su personal y todo lo que consideres necesario.

Incluso podrías acercarte a algún empleado para que te platique un poco de la empresa y te pueda resolver todas las dudas y miedos que puedas tener. ¡No tengas pena! Estoy segura de que ellos desearían haber tenido a alguien que hiciera por ellos lo que ellos están haciendo por ti.

3. Prepara tu resumen curricular

Este es un paso definitivamente importante. Es el que decide si te llaman a la entrevista, o no. Si tienes tiempo sin actualizar tu currículo, este es el momento de hacerlo y dedicarte a él, buscar todos los certificados y

credenciales y poner todo en orden. Aunque es verdad que, por ejemplo, un curso de idiomas te puede diferenciar de muchos otros aspirantes, no agregues cada simple detalle de tu vida. Por ejemplo, nada le importa a el que podría ser tu futuro jefe que a los 5 años hayas hecho un taller de buenos modales. Realmente no. Así que limítate a lo importante y relevante, que pueda serle útil a la empresa.

La entrevista

Es importante hacer un punto aparte en la entrevista, porque realmente es lo que marca si te escogen o no. Está bien, si llegaste aquí es porque vieron algo en tu resumen curricular que les gustó y quieren en su empresa, pero eso no significa que tengas el puesto ganado porque así como te entrevistan a ti, pueden estar entrevistando a otros 500. ¿Qué es lo que marca la diferencia?

4. Prepárate por adelantado

La mentalización lo es todo. Escoge tu atuendo, realiza un pequeño cuestionario donde anotes preguntas y respuestas posibles para que no te tomen por sorpresa. El día anterior deja todo listo y duérmete temprano, para que tengas buena cara, estés descansado y la mente despejada. Come bien y llega lo más puntual posible. No hay excusa de caucho desinflado que valga.

5. Cuida tu vocabulario y tu expresión corporal

Aunque debes estar relajado y mostrarte amable, no hables directamente como si estuvieras contándole tus confidencias a tu mejor amigo. Mantén un lenguaje profesional y recatado. Sin embargo, eso no será nada si tu expresión corporal dice otras cosas.

Siéntate derecho, no cruces los brazos ni estés mirando tu móvil todo el tiempo, pues si no parecerás inseguro o aburrido.

Recuerda que nunca es tarde o temprano para perseguir tus sueños, y siempre hay más oportunidades para ti. Recuerda que “Si el plan “A” no funciona, recuerda que el abecedario tiene 26 letras más”.