Crisol Internacional: “¿Alcanzando el cielo…? Aituki, Islas Cook”
Estando en la Tierra y pensar en el “cielo”, no es una idea o concepto tan descabellado, sino un pensamiento bastante real que por supuesto puede adquirir matices fantasiosos y caprichosos. Cada uno de nosotros posee sus imágenes de lo que podría ser el “cielo” o nuestra existencia después de la vida terrenal; desde un paseo por las nubes para visitar al “hombre de barba blanca…” y darse un paseo con los angelitos y quizás hasta querubines. Fuera de esta imagen idílica, para no decir poética y muy difundida desde tiempos remotos, también existen escenarios naturales en nuestra mente como por ejemplo: un bosque eternamente verde, un mar profundamente azul o un inmenso desierto de color ocre.
En este contexto resulta difícil imaginarnos un gran vacío porque la mayoría de nosotros confiamos en que puede existir algo más allá de la vida lo que algunos lo llaman paraíso…
Mientras que vivimos y transitamos en la Tierra realmente nos seduce la idea de visitar e incluso vivir en sitios que tienen la noción del paraíso terrenal, que nos brinden no solamente seguridad, protección y placer, sino también que nos envuelvan en una belleza natural tan captiva que con cada nuevo amanecer sentimos agradecimiento y satisfacción de poder estar allí. La expresión del paraíso terrenal se sigue manejado como un concepto religioso, espiritual y durante las últimas décadas también ha sido muy exitoso en las campañas de marketing del turismo mundial y del negocio de los bienes y raíces…y por supuesto nos arroja el planteamiento muy preciso de ¿quién no quisiera estar o mejor vivir en un paraíso…?
Curiosamente investigaciones recientes sobre ese tema están revelando que: “Cuando hablamos de paraísos en la actualidad, la mayor parte de las veces no nos referimos a ese premio que tendrán los creyentes, si se comportan como Dios manda, sino a un lugar en la Tierra donde se disfruta con plenitud.” Sin embargo se está perdiendo esa aceptación aunque muchos la sigamos utilizando para describir un sitio o un estado que hace nos hace felices y plenos…
Tal podría ser en realidad una de las islas o atolones más remotos del mundo como justo lo es la paradisiaca Isla Aitutaki, conocida también como “Aitu”, hogar de aproximadamente 1800
personas y poseedora una de las lagunas más hermosas del mundo y particularmente de la vasta Oceanía. Siendo solo 220 kilómetros o un vuelo de 50 minutos desde Rarotonga, capital de las Islas Cook en el Pacífico Sur para poder alcanzar a esta “tierra prometida.” La que es considerada como un lugar verdaderamente aislado y romántico, que tiene 15 motus o islotes que se esparcen por una enorme laguna de color turquesa iluminadas por el sol candente, por lo que Aitatuki se ha convertido en un verdadero atractivo para los recién casados que eligieron las islas del Sud Pacífico como su destino perfecto para pasar una luna de miel increíble. Lo que pueden esperar los viajeros, trotamundos, buscadores de aventura y también los lunamieleros son según las oficinas de turismo: días lánguidos y tranquilos simplemente deleitándose en un entorno asombroso y de una belleza isleña singular.
Ahora bien, quién no quisiera y más en los días de frio soñar y mejorar su bronceado descansando bajo una palma de coco, relajándose con un masaje o explorar una isla desconocida en bicicleta o alternativamente en moto….?
Hablando de este “pequeño paraíso terrenal” nos referimos a un atolón de forma triangular con una isla de origen volcánica, llamada poéticamente Araura con una superficie de apenas 17 kms² y una altitud de apenas 124 metros desde la cumbre del Monte Maungapu, a las aguas de sus lagunas que son exquisitas y muy someras, ya que cuentan con una profundidad de apenas entre 1-3 metros, pintándose de color totalmente azul turquesa transparente. Durante los últimos años
Aitutaki ha repuntado mucho en el turismo internacional porque refleja desde cualquier ángulo una imagen muy idílica, de ensueño y justo recordándonos también de esos últimos paraísos terrenales. Su historia aún es misteriosa como la de muchas islas del Sud Pacífico y se estima que los nativos polinesios la descubrieron durante el siglo X. También existe evidencia que el legendario Capitán inglés William Bligh fue el primer europeo que piso sus tierras en 1789, justo antes del célebre “Motín de HMS Bounty”, una historia real, narrada por John Boyne y realizada en la pantalla grande desde 1916 hasta el presente para ser recordada en más de una media de docena de versiones cinematográficas.
Como sea la historia y las bellezas y preciosidad natural de esta joya del Sud Pacífico llamada “Aituki” o “Aitu”, que sigue conservando este encanto y aura de ser un paraíso terrenal, dándonos unas posibles pistas para “Alcanzar el cielo…” o como bien decía ya hace muchos siglos el sabio escritor St. Agustín:”El mundo es un libro, y quienes no viajan leen sólo una página…”
P.S.:https://www.nuevatribuna.es/opinion/author/los-parasos-
terrenales/20101114142508040766.html
https://cookislands.travel/es/islas/aitutaki
https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20191220/472329408029/aitutaki-islas-cook-laguna-
mas-bonita-mundo.html