Crisol Internacional: De la Vida y de la Muerte…en Esuatini
Desde temprana edad escuchamos que la “Muerte forma parte de nuestra vida” y literalmente conscientes o no, aprendemos a “coexistir” con ella. Es más, hay culturas como la mexicana donde tradicionalmente durante los primeros días del mes de Noviembre se honran a los difuntos; es decir se organizan ciertas festividades en torno al “Día de Muertos” en diversas partes de la República y particularmente en el Estado de Michoacán, donde como en otras ciudades de ese país se realizan altares adornados con flores y se preparan platos de comida especiales que eran del gusto predilecto de los difuntos, como una forma de acompañarlos, agasajarlos y recordarlos para siempre. Internacionalmente también se conmemora el Día de los Muertos y la celebración en México está considerado por la UNESCO como un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Sin embargo, los homenajes a los muertos no se celebran con esa tradición en todos los lugares al mismo tiempo. La vinculación Occidental a los días 1°y al 2° de Noviembre se debe a cuestiones relacionadas con el Cristianismo y a las celebraciones de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos. Al respecto sabemos gracias a los historiadores y antropólogos que “desde los tiempos más remotos existe una cultura de la muerte, porque el ser humano siempre ha estado intrigado y por ello reflexionado sobre el fenómeno de la muerte.” Es por eso que se empezó a tratar a los cadáveres con un pensamiento y acciones específicas, lo que al mismo tiempo levantó todo un conjunto de creencias sobre lo que podría ocurrir después de la muerte. Interesantemente los rituales de homenaje y recuerdo de los antepasados se observan en todas las civilizaciones, habiendo además un rasgo común en todas ellas: al difunto se le respeta y en la medida posible se le trata con honores, aspecto que varía en cada una de las culturas. En algunas partes, por ejemplo, se opta por enterrar a los muertos, en otras se les incinera, o bien como en el Tibet dejan, para que los animales carroñeros limpien los restos. Todo depende de lo que trascendentalmente esté arraigado en cada civilización y la influencia de lo que se piensa que va a ocurrir después de la muerte.
Al respecto hay regiones en el mundo de las cuales realmente conocemos muy poco sobre estas tradiciones y especialmente de sus rituales y costumbres en torno a la muerte y en este contexto aparece justo el antiguo Reino de Suazilandia queen fechas recientes (2018) fue renombrada como Reino de Esuatini que se ubica en África Austral, entre Sudáfrica y Mozambique, siendo la tierra del famoso monte Drakensberg y que representa además una de las últimas monarquías absolutas de ese continente. Sorprendentemente, se han encontrado en territorio Suazi yacimientos arqueológicos de hace más de 100,000 años, así como también vestigios de una explotación agrícola y del uso del hierro desde el siglo IV. El Reino de Suazilandia, históricamente fue centro de migraciones desde África Central hacía el Sur y debido a sus tierras fértiles, diversas tribus se fueron asentando en su territorio, dando origen a diferentes culturas: como la sulu, xhosa, swazi y ndebele ,que a la vez forjaron y singularizaron sus estilos de vida y también sus creencias.
En esta zona y a diferencia de otras regiones africanas colonizadas por los europeos, los swazi se resistieron, defendiendo su lema nacional de “Somos fortaleza”, estableciendo su propio ejército y manteniendo relaciones relativamente pacíficas con los colonos holandeses e ingleses que crearon los primeros protectorados en esa región, conocida primero como el Transvaal y posteriormente como el protectorado británico que contemplaba el otorgamiento de concesiones para explotar algunos recursos agrícolas como por ejemplo el azúcar y el algodón, pero también metales valiosos como el oro, estaño y además los diamantes.
Fue hasta 1968 que la entonces Suazilandia logró su Independencia y tras disputas políticas internas, en 1986 se coronó representando al Partido Tradicionalista el Príncipe Mswati III como Rey de Suazilandia, siendo el jefe de Estado y ejerciendo también los poderes ejecutivos y legislativos. Tradicionalmente el rey gobierna junto a la Reina Madre o Indovuzaki que textualmente significa “Gran Elefanta”, la cual es especialmente vista como una líder espiritual, proyectando también su imagen en el escudo nacional que muestra a un león al lado de un elefante. En este país “De la Vida a la Muerte” constituye verdaderamente más que una frase, un binomio, inseparable, robusto y resiliente. El mismo monarca Mswati III, hijo de Sobhuza II, quien reinó durante 82 años, tiene 15 esposas y 23 hijos y según los biógrafos oficiales, su padre tuvo 125 mujeres durante su reinado, datos que en el mundo occidental asombran prácticamente a todos y que incluso seguramente escandalizan a algunos, pero en esta parte de África se valoran como símbolos de status, de poder, por poseer mucha vitalidad y masculinidad.
Según las Naciones Unidas y sus organismos especializados, hoy Estuatini es uno de los países menos avanzados de África y aproximadamente el 60% de la población vive por debajo del umbral de pobreza y la esperanza de vida actualmente no llega ni a los 50 años de edad, además de registrar severos problemas en el sector salud debido al alto índice de personas que viven con el VIH y muy tristemente del sufrimiento y también de la muerte, que en este país, el más pequeño de todo el hemisferio sur, con una superficie de poco más de 17.000 km2 y actualmente con algo más de 1 millón de habitantes, tratan de vivir con toda la intensidad y plenitud, luchando por un mejor mañana como en cualquier otra parte del mundo.
Conocer la realidad actual de este reino equivale a retroceder algunos siglos en el tiempo, ya que, según los testimonios de los viajeros y algunos estudios antropológicos actuales, “la nación mantiene intactas sus costumbres y tradiciones de antaño, propias de una historia increíble de fantasía y que nos dan una idea de cómo eran las monarquías africanas antiguas. Pese a que la mayoría de la población del país es cristiana, sobreviven prácticas como la invocación a los espíritus ancestrales, la medicina herbolaria, la lectura de los astros y la poligamia, además de una serie de ritos y festivales que mantienen viva la memoria colectiva y la identidad meramente africana del país” y que con ello con mucho fervor y pasiónnos narran historias “De la Vida y de la Muerte”.
P.S.: https://cadenaser.com/programa/2014/10/30/hora_14_fin_de_semana/1414688971_998690.html
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43831905
https://cronicoviajero.com/datos-curiosos-suazilandia-esuatini/, https://tlilxayac.com/monarquias-africanas/