Crisol Internacional: “El Canal de las Emociones, Panamá”
Contemplando la geografía mundial se da uno cuenta que en el mundo existen y por fortuna aún quedan muchas maravillas por admirar y disfrutar: grandes planicies, tupidas selvas, inmensos glaciales, profundas aguas, vastas zonas de inmensa belleza natural, así como también, un casi infinito número de monumentos, construcciones y obras maestras creadas por el hombre. De ellos, el histórico Canal de Panamá representa indudablemente una de estas maravillas de la ingeniería mundial del siglo XX, conectando océanos y con ello, civilizaciones y culturas provenientes de Norte a Sur y de Este a Oeste. Tras más de un siglo de tránsito y navegación interoceánica, el significado del Canal de Panamá tanto para el comercio, la comunicación como para el desarrollo socio-económico de esa región centroamericana ha sido invaluable, acortando sustancialmente el tiempo y la distancia para el intercambio en todas sus dimensiones e impulsando el crecimiento de los países que han sabido aprovecharlo. Interesantemente y según las estadísticas recientes los Estados Unidos, China, Chile, Japón y Corea del Sur han sido las naciones que más han utilizado esta vía marítima impulsando así significativamente su progreso económico.
Históricamente existía la idea de la construcción del Canal de Panamá después del meritorio viaje de exploración hacia México, Centro y Sudamérica del explorador y científico alemán Alexander von Humboldt, proponiendo excavaciones del istmo entre Chagres y Panamá, plan que maduró posteriormente en los principios del siglo XX con el trabajo del diplomático e ingeniero francés Fernando de Lessep y fue Francia quién dio los primeros pasos firmes para la realización de construcción. Sin embargo, en medio de desacuerdos y tensiones políticas del principio de siglo, fueron los Estados Unidos encabezados por el Presidente Theodore Roosevelt quienes continuaron con el proyecto y quienes finalmente ejecutaron con el consentimiento de Panamá bajo el (Tratado de Hay-Bunau) la construcción de la fenomenal obra, que se inauguró finalmente el 15 de Agosto de 1914, justo a principios de la Primera Guerra Mundial. La nueva República de Panamá concedió entonces a los Estados Unidos los “derechos de perpetuidad” o la licencia de uso continuo del canal, así como también una amplia zona de 8 kilómetros a cada lado, a cambio de las sustanciosas cantidades de 10 millones de dólares y la renta anual de 250 mil dólares de aquellos tiempos. No obstante con el paso del tiempo y reconociendo el valor estratégico, comercial y social del canal, Panamá trató de recuperar el control del Canal y fue hasta la década de los años setentas que se iniciaron las renegociaciones sobre la vigencia del “derecho de perpetuidad” y hasta 1977 finalmente se logró bajo el mandato del Presidente norteamericano Jimmy Carter y el jefe de Gobierno panameño Omar Torrijos, apoyado por los gobiernos de Venezuela, Colombia, Costa Rica y México,pactar en un nuevo tratado que lleva los apellidos de ambos mandatarios y que fundamentalmente estableció “devolver a Panamá el control completo del canal para el 31 de Diciembre de 1999”, justo antes que comenzara el nuevo milenio…
Siendo esto así durante 85 años el Canal de Panamá perteneció a los Estados Unidos quien además contó con una base militar estratégica en la geografía mundial que fue divida por las Grandes Guerras y tensiones políticas posteriores. La construcción del Canal invariablemente refleja la visión de un alemán, el ingenió de un francés, la osadía de un norteamericano y el orgullo de una nación, Panamá, que justamente lo reclamó y recuperó. El Canal de Panamá mide 82 kilómetros de longitud y representa la realización de un remoto sueño de muchos navegantes y exploradores de poder unir el Océano Pacífico con el Atlántico y definitivamente su historia está llena de pasajes, aventuras y emociones casi imborrables entre la nostalgia que generan las de grandes lejanías y las realidades de una vida moderna e intensa. Lo que es cierto es que el viajero se llevará un recuerdo sublime y una experiencia única al navegar sobre sus aguas y cruzar entre dos océanos…
En más de 100 años el Canal de Panamá sigue siendo una de las vías marítimas artificiales más navegadas del mundo. El Canal cuenta con exclusas en cada extremo que permiten elevar o descender los niveles del agua para que los barcos lleguen hasta el Lago Gatún, un lago artificial, a 26 metros sobre nivel de mar que facilita el paso de las embarcaciones a los océanos. Los Estados Unidos emplearon más de 50 mil trabajadores en su construcción y Francia otras decenas de miles en el intento; tristemente más de 27 mil trabajadores murieron, principalmente por la malaria y fiebre amarilla, enfermedades tropicales, cuya cura en esas fechas estaba muy limitada y dependía en gran parte del suministro adecuado de la quinina. Las excavaciones para construir el Canal duraron múltiples meses que están llenos de historias y aventuras poco conocidas. El material extraído equivalió a casi 100 millones de metros cúbicos, suficiente para construir una réplica de la Gran Muralla China que abarcaríadesde San Francisco hasta Nueva York. Los peajes recabados tras un siglo ascienden a cifras millonarias, pero el mayor peaje por cruzarlo fue de $ 317 dólares pagado por el MSC Fabienne en el año 2008 y el más bajo de sólo 0.36 centavos de dólar pagado por por cruzarlo en 1928 por el intrépido nadador Richard Halliburton. En otros datos curiosos resulta muy relevante saber que un barco que viaje desde Nueva York a San Francisco se ahorra más de 12 mil millas, atravesando el Canal de Panamá, en vez de rodear el siempre agitado Cabo de Hornos. La mayor carga reportada que fue pasó por el Canal fueron más de 65 mil toneladas de petróleo que transportó el buque tejano “Arco” en 1981. El tiempo promedio de cruzar el Canal es de 10 horas, pero el buque Hydrofoil Pegasus de la Armada de los Estados Unidos lo logró en tiempo récord de 2 horas y 41 minutos. Recientemente se abrió la ampliación del histórico Canal en Panamá, para darle posibilidades a los modernos y extremadamente grandes buques cargueros y entre ellos también a los barcos turísticos que son de dimensiones mayores a los otros. Tras más de 100 años de operación, con más de un millón de embarcaciones, negocios y transacciones multi-millonarias, viajes y paseos de miles de personas con sus historias respectivas que han cruzado por este gran Canal de América, el Canal de Panamá que es capaz de crear recuerdos y EMOCIONES difíciles de olvidar…
P.S.: http://www.seefunknetz.de/pancan1.htm
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-200796
http://study.com/academy/lesson/what-is-the-panama-canal-history-building-facts.html