Crisol Internacional: "¡GRACIAS! o La pequeña gran diferencia universal"
Si de educación y buenos modales se trata, mucho y a la vez poco está escrito sobre los diversos contextos sociales e históricos en que se presentan, y muy probablemente batallaríamos bastante para encontrar las normas o reglas sobre la buena conducta y convivencia de los neandertales en la época de las cavernas, de los nómadas en las estepas o bien de los vikingos a bordo de sus drakkars o legendarias embarcaciones de guerra. Pero bien dice el dicho “Buenos modales y buenas palabras, abren todas las puertas.” Sin embargo, sabemos que el código referido a los llamados “buenos modales” ha ido evolucionando y desarrollándose con el paso del tiempo y particularmente cada pueblo cuenta con diversas expresiones culturales que revelan o muestran por ejemplo diferencias en el caso de los saludos, las formas de vestir, comer, reunirse, negociar y particularmente celebrar. Etimológicamente la palabra “buenos” proviene del latín “bonus” que significa “bueno, buena…” y que definitivamente se asocia a lo positivo o favorable, mientras que la palabra “modales” es una variante para “maneras”, derivada del francés “maniere, en referencia a las “manos” o explicado con otras palabras, es una indicación de un “comportamiento positivo y… socialmente aceptado”, que considera como la primera norma de cortesía el apretón de manos.
Interesantemente, el postulado de los “buenos modales” remonta a los antiguos romanos, quienes utilizaron el término “urbanitas” o urbanidad, pero más bien interpretado y asociado hoy como civismo, o bien para señalar y describir la “buena educación” en la vida cotidiana. Originariamente los buenos modales hacían referencia a la vida urbana, ya que en la ciudades había cierto refinamiento en contraste con el campo y también tenían el acceso a las primeras escuelas o centros educativos que prácticamente no existían entre la gente del campo, llamados “rusticus”, reflejando claramente un sistema social basado en jerarquías, castas, estamentos o clases sociales, cimentados fundamentalmente por riquezas materiales y también ….prejuicios.
Fue Erasmo de Róterdam, humanista y filósofo holandés quien en 1530 escribió uno de los primeros tratados relacionados con esta temática “De civilitate morum puerilium”, que versaba sobre el comportamiento de los niños en presencia de adultos y la importancia del respeto y la educación en la mesa, recomendando especialmente “dar las GRACIAS y pedir perdón.” Cabe recordar también que en el siglo IV y desde la antigua Babilonia el Talmud de la tradición judía presenta muchas leyes, tradiciones, costumbres e igualmente reglas y gestos de “buena educación”, como por ejemplo emplear una sonrisa para iniciar la comunicación, así como saludar a la gente y evitar hablar a gritos y desde luego, dirigirse al prójimo con amabilidad, lo que en conjunto y con el paso del tiempo se podría interpretar como señas, muestras y pautas con un significado universal y de “urbanidad”, lo que actualmente conocemos como civismo, que son reglas de educación, normas de cortesía y de protocolo para la buena convivencia. Así, en todas las culturas Invariablemente del contexto social o económico, hay una serie de códigos y normas deconducta que expresan y distinguen una buena educación y la amabilidad, sobre las que deberíamos hacer más consciencia, practicándolas con gusto cada día.
Existen también fuentes históricas que señalan que los “buenos modales han estado ligados a las clases adineradas a lo largo de la historia” y al respecto siempre nos deberíamos plantear quién y especialmente por qué motivo se generalizó esta noción. Recordemos además que en el siglo XlX se popularizaron los manuales de urbanidad para que “el pueblo llano” fuera dirigido a adoptar estilos de conducta correctas en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Un ejemplo significativo de esta tradición en Latinoamérica es el "Manual de urbanidad y buenas maneras" del pedagogo y músico venezolano Manuel Antonio Carreño. En esta obra publicada en 1853 hay algunas normas de protocolo que ya han pasado de moda; por ejemplo “no prestar el sombrero a nadie o colocarse delante de una mujer al subir una escalera”, recomendaciones que pesar del paso del tiempo algunas siguen teniendo sentido como por ejemplo respetar a los padres, prestar atención a la persona que habla y también, no divulgar rumores o chismes que pueden terminar con una amistad, también se sigue aconsejando acudir con algún regalo cuando somos invitados a una fiesta y desde luego y una vez más, decir “GRACIAS”, “pequeña, gran palabra que puede marcar una gran diferencia en nuestro día, así como también en nuestras relaciones, y en un mundo que sin duda urgentemente necesita restaurarse y fortalecerse con más humanismo y gentileza.
En la actualidad al parecer “los buenos modales”, añoradas expresiones del buen comportamiento que muestran genuina preocupación y respeto por los demás, enfrentan un latente riesgo de extinción y por lo tanto merecen ser reconsideradas y valoradas. Hoy, y en cada nuevo día tenemos muchas oportunidades para decir por ejemplo, GRACIAS, gracias por nuestra vida misma, por más dura que ésta se nos presente. GRACIAS por nuestra salud y nuestro bienestar. GRACIAS por tener cobijo y por el pan de cada día, GRACIAS por el trabajo, que a veces nos tensiona, estresa y presiona, pero que a la vez es noble y generoso. Gracias por el favor y la confianza que nos brindó alguien inesperadamente. GRACIAS por tener una familia y amigos, tal vez no muchos pero de esos que son de por vida y que siempre se hacen presentes en las “Buenas y en las Malas y Feas”. GRACIAS también y siempre, por las pequeñas alegrías cotidianas como una flor en el desierto, la brisa del mar, el canto de los pájaros, la caricia del copo de nieve o por el brillo del sol, las gotas de lluvia, las sonrisas y risas espontaneas a nuestro alrededor, además de cosas simples como el primer sorbo de un rico café al amanecer y el beso tierno y cariñoso de las buenas noches…
Hay muchas maneras de expresar respeto y agradecimiento en nuestra vida moderna y hacerla más amigable, como por ejemplo desearle bien al otro. No interrumpir las conversaciones, limitar el uso del teléfono celular para situaciones que realmente lo requieren, en vez de “clavarse” o utilizarlo de forma permanente, pretendiendo estar “atento; procurar tener nuestroentorno limpio y respetar el trabajo de los demás. Vaya, “predicar con el ejemplo”, que aparentemente es una de las tareas más difíciles para todos los seres humanos, en breve, mantenerse coherente entre lo dicho y lo hecho. Porque, ojo, hay “malos modales” que reflejan hostilidad o “mala educación”, descortesía o irreverencia …como por ejemplo hablar todo el tiempo de uno mismo, ser sarcástico en exceso, no mirar a la persona que habla, no escuchar, o hablar simultáneamente o querer sin un titubeo acaparar la plática… …Al respecto retomemos la sabiduría del filósofo griego Séneca, quien nos recuerda que “”No hay nada más honorable que un corazón agradecido”, digamos GRACIAS,THANK YOU, MERCI, GRAZIE, OBRIGADO, DANKE, TAK, SPASIBO, DOBER DAN, SHOKRAN, ARIGATO O ASANTE…no importa en que idioma, sino con nuestro corazón y con sinceridad que es uno de los regalos más valiosos que podemos ofrecer todos los días y principalmente en un Día del Amor y de la Amistad, para marcar así esta “pequeña gran diferencia universal”, que nos proporciona el camino que nos puede reunir y reconciliar como una sola humanidad…¡GRACIAS!
P.S.: https://academiaplay.es/buenos-modales-mesa-donde-provienen/, https://www.guioteca.com/educacion-para-ninos/10-buenos-modales-en-extincion-que-hoy-son-mas-necesarios-que-nunca/, https://lamenteesmaravillosa.com/soy-de-la-generacion-del-por-favor-del-gracias-y-del-respeto/