Crisol Internacional: “Huellas del desierto, Túnez”
Aquí en la bella Sudcalifornia tenemos paisajes desérticos que son por su contraste con el mar que nos rodea mágicos e inigualables y nos pueden hechizar si los contemplamos con detenimiento; además para muchos estos horizontes seguramente evocan sueños e imágenes repentinas de los vastos y misteriosos desiertos de Arabia y África. Justamente el país de Túnez, que comparte fronteras con Argelia al Oeste y Libia al Sureste, situado en la región del Magreb árabe, al Norte de África, bañado por las cálidas aguas del Mediterráneo y protegido por la majestuosa cordillera montañosa del Atlas, está cubierto al 40 % por tres grandes desiertos: El Sahara o Erg, que ni los mismos romanos se atrevieron a cruzar, el Matmata y el Desierto de Sal. Histórica y culturalmente la región siempre ha sido muy desafiante y a la vez rica y hospitalaria. Es la antigua tierra de los bereberes y de los fenicios que fundaron en el siglo XII A.C. la célebre y poderosa Ciudad de Cartago, que posteriormente fue ocupada por los romanos durante ocho largos siglos, luego por los musulmanes que dominaron la zona hasta que durante la Edad Media se integró al Imperio otomano para más tarde, a principios del siglo XIX, convertirseen un Protectorado de Francia que duro hasta su Independencia en 1956.
Túnez desde tiempos muy antiguos ha sido la ruta de incansables caravanas y valientes mercaderes que han cruzado sus desiertos han acumulado historias y hazañas que se han contado desde siempre. Su geografía dividida igualmente entre mar y desierto vuelve el país muy peculiar, así su litoral de más de 1,100 km tiene muchas pequeñas y muy atractivas islas que han sido el motor del desarrollo turístico de ese país y por ende en los tiempos modernos la atracción de viajeros de todo el mundo. Su territorio, a pesar del entorno de sus desiertos, une valles muy fértiles y también llanuras y montañas y es justo ahí dónde nace el Majardah o Medjerda, el río más largo de Túnez con 460 km de longitud, fuente de la vida desde las antiguas civilizaciones en este rincón de África del Norte. Más hacia el Sur el paisaje tiende a cambiar revelando esplendorosas mesetas con alturas mayores de 600 msnm y con un vistoso y extraordinario panorama. El descenso de las mesetas desemboca en unos lagos salados, conocidos también como shatts o chotts, la mayoría de ellos ya a nivel del mar y ubicados en medio de un escenario semidesértico que recuerda las películas de ciencia ficción como rostros tomados de otros planetas. En este contexto no es mera coincidencia que Túnez debido a sus contrastantes e increíbles paisajes ha sido el set de numerosos películas, entre ellas la de la muy aclamada saga de la Guerra de las Galaxias o Star Wars, el legendario “Indiana Jones” y también la épica y muy galardonada obra “El paciente Inglés”.
A pesar del paso del tiempo, del progreso y la acción imparable del hombre sobre la naturaleza aún se conservan especies como los avestruces, cabras salvajes y antílopes en los Parques Nacionales como Bou Hedma y enel mismo desierto, una de las últimas fronteras de la humanidad que encierra el muy escurridizo fenec, un pequeño mamífero de la familia de los Canidae, además de variedades de escorpiones y víboras cornudas que parecen pequeños seres de fábulas ancestrales y que son calladamente eternos guardianas de su hábitat. Igualmente en el Parque Nacional de Ichkeul, cerca de la ciudad capital se pueden admirar cíclicamente aves migratorias como: halcones, cigüeñas y águilas que nos recuerdan de la necesidad imperativa de la conservación no solamente aquí en Túnez y sus cinco eco-regiones, como también en sus casi 150 áreas naturales protegidas y en TODO EL PLANETA…
A su vez el extraordinario Desierto del Sahara, el de mayor extensión sobre la Tierra, todavía cuenta con fecundos oasis siempre multiculturales, verdaderos remansos de vida adaptada al clima extremo desértico, que brindan paz y tranquilidad, envueltos además e inesperadamente por los perfumes de sus flores, especialmente en la cercanía de la frontera con Libia dónde aún crecen cerca de 400 mil palmeras datileras, que representan uno de los cultivos más productivos de Túnez y una parte importante de sus exportaciones agrícolas. El Sahara marcado por sus enigmáticas dunas se compone de arenas finas, donde las huellas del hombre se pueden borrar y perder en un instante y dónde la vida puede convertirse por el imparable avance de sus masas arenosas en una constante lucha contra la naturaleza. A pesar de ello, el viajero jamás se arrepentirá de hacer este viaje y reposar bajo sus noches eternamente estrelladas, llenas de magia y sueños ilimitados, perfectas para meditar, reflexionar o bien, re-encontrar la inspiración al disfrutar del amanecer y de la vida bajo un enorme sol rojizo…
En contraste la zona de Matmata, ubicada en el Noroeste de Túnez es una zona caracterizada por un desierto de rocas, clima seco, vientos ardientes del Sahara, al ratos inhóspita y agreste, pero a la vez con la marca pura y auténtica de los bereberes que antiguamente vivían en casas trogloditas capaces de sobrevivir y dejar una clara huella en el camino. Aquellas casas fueron construidas excavando la montaña, dejando un patio central, creando así suficiente ventilación para las habitaciones, sin embargo el único problema ocurría cuando se presentaban copiosas lluvias que podían originar deslaves y derrumbes. Afortunadamente algunas de aquellas maravillas arquitectónicas se han conservado, incluso algunas prestan servicio de alojamiento e indudablemente complementan a la perfección la aventura por el desierto permitiendo que el visitante o aventurero deje sus propias “huellas” en aquellos lugares tan mágicos que son “los Desiertos de Túnez”…
P.S.: http://elprimerpaso.es/2013/11/los-tres-desiertos-de-tunez/
http://www.turismodetunez.com/Actividades/Descubrir-el-Sahara
https://blog-tunez.com/espacios-naturales-de-tunez/el-desierto-del-sahara-en-tunez/
https://linkaviajes.wordpress.com/2014/01/22/tunez-y-los-rodajes-de-peliculas/