Crisol Internacional: “La belleza de las más de mil y un islas, Maldivas”
Para relajarse y soñar cualquier época del año es buena, cerrando los ojos y poniéndonos en modo de “descanso”. Está además científicamente comprobado que imaginarnos bellos paisajes tiene un efecto reconfortante sobre nuestro sistema nervioso y surgiendo hace más que una década una disciplina llamada neuroestética, que estudia la actividad cerebral cuando percibimos algo que consideramos hermoso. Investigaciones recientes en este campo buscan establecer cómo se relaciona esa actividad con la evolución humana y se ha podido determinar que nuestra capacidad de apreciar lo bello puede haber sido una ventaja adaptativa para nuestros antepasados remotos en la lucha por la supervivencia…
Como sea, viajar y explorar lo desconocido siempre representa una aventura y a quién no le gustaría poder alojarse en una cabaña ubicada exactamente sobre el agua, saborear platillos de alta cocina y también un poco exótica y desde luego de disfrutar de playas espectaculares. Todo esto y más está y es posible en las Islas Maldivas que están situadas a 450 km de las costas de la India y de Sri Lanka y que constituyen un complejo compuesto por aproximadamente 1,200 islas coralinas de las cuales únicamente 200 están habitadas y que por sus características y bellezas naturales prometen un auténtico crisol multicultural que también está fincado en el tejido de su historia colonial portuguesa, holandesa y británica; siendo sin dudas uno de los últimos para paraísos terrenales. Las Maldivas curiosamente son uno de los países asiáticos menos poblados y sin embargo su ciudad capital Malé, cuenta con una increíble densidad poblacional de 105 mil personas concentradas en apenas 6 km². Además son la región más baja del mundo ya que su elevación más alta mide sólo 2.3 metros sobre el nivel medio del mar, hecho que también explica su vulnerabilidad ante el cambio climático y especialmente los tsunamis, como aquel recordado con mucho dolor por el número de sus víctimas ocurrido en Diciembre 2004.
En la actualidad la idea general del “paraíso” no ha perdido su encanto y fascinación, derivándose en sus raíces de la palabra del latín “paradīsus” que quiere decir jardín, paraíso o privilegiado jardín y que a su vez proviene del griego “παράδεισος” mismo vocablo que antiguamente procede del avéstico “pairidaēza” que significa cercado circular, aplicado a los jardines reales. El archipiélago Maldivas se ha convertido en un paradisiaco lugar que acoge cada año a un millón y medio de turistas que quieren disfrutar del lujo y de la naturaleza de uno de los destinos más soñados y atractivos del mundo entero. Definitivamente muchos de ellos son por su procedencia en su mayoría europeos, son atraídos entre otras cosas y como lo dicen “por sólo sobrevolar en hidroavión sus atolones y ver esas formaciones únicas en el mundo, lo que ya merece la pena llegar hasta aquí.” Su territorio abarca más de mil islas que parecen haber sido espolvoreadas en el Océano Indico y que dan la bienvenida a los turistas que están a punto de aterrizar en algunas de sus playas todas con una hermosura de postal donde se olvidarán primero de los zapatos y en donde podrán relajarse hasta límites insospechados.
La oferta turística las Maldivas es amplia, de ensueño y afortunadamente también accesible para aquellos que viajan low-cost o con un presupuesto ajustado, habiendo variados hoteles y medios de alojamiento dispersos por todos sus atolones y que mundialmente son conocidos como “las habitaciones encima del agua”, mientras que sus exclusivos resorts compiten mundialmente también por su lujo y confort y especialmente por sus restaurantes debajo del agua, haciendo realidad los sueños y narraciones de las novelas fantásticas submarinas como aquel ubicado en Kuramathi donde los huéspedes pueden disfrutar del fondo marino sin necesidad de bucear ni usar snorquel y cómodamente poder presenciar actividades tan peculiares como alimentar a rayas de dos metros de diámetro que se acercan puntuales cada tarde al Aqua Vilu Reef Resort, un paradisiaco hotel boutique situado a 35 minutos en hidroavión de la ciudad capital Male.
Los promotores turísticos nos recomiendan que “solo hay que descalzarse, ponerse ropa fresca y ligera y dejarse envolver por la magia de uno de los lugares más extraordinarios de la Tierra en Asía”, donde prácticamente se pueden realizar todo tipo de deportes acuáticos o simplemente descansar y relajarse en las cristalinas olas del Océano Índico, o bien alternativamente en una alberca o un jacuzzi de los hoteles con confortables alojamientos. Para los amantes de la naturaleza la fauna marina de las islas es singular y ahí se pueden encontrar al pez cocodrilo, la morena, el pez napoleón, el marlín negro, el pez vela, la barracuda y variedades de delfines; también hay tiburones ballenas, y diversas especies de tiburones como el gris, el punta negra, el martillo y el tiburón cebra, además de varias especies de mantarrayas y la extraordinaria tortuga carey.
Para el verdadero aventurero siempre resulta atractivo el poder explorar una isla habitada o preferentemente desierta y tener tiempo de “soñar y meditar”, lo que a su vez siempre es benéfico para nuestro organismo, porque renueva tanto nuestra energía como espíritu y nos brinda también motivación, además de que cambia la perspectiva de como ver la vida y cómo enfrentar sus desafíos cotidianos y tal vez lo más importante aún, como tener y poder adaptarse a nuevas y cambiantes circunstancias y condiciones. Se puede viajar a Maldivas prácticamente durante todo el año pero la mejor época es de Noviembre a Abril y a pesar de que es un viaje de muchas horas en avión o bien mediante un crucero desde Malasia, Singapur y algunas otras ciudades asiáticas, este viaje sin duda nos permitirá la grata, segura y memorable recompensa de poder crear entonces una historia personal acerca de “La belleza de las más de mil y una islas”, en las Islas Maldivas.
P.S.: http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/171/la-belleza-esta-en-tu-cerebro
https://www.lonelyplanet.es/blog/13-cosas-que-debes-saber-antes-de-viajar-a-maldivas
https://www.elmundo.es/viajes/asia/2018/08/23/5b76c299ca4741806e8b4631.html