Crisol Internacional:”La última Gran Barrera de Coral, Australia”
El hombre desde su origen ha superado dificultades, obstáculos y fronteras, enfrentándose constantemente con desafíos y retos, superando siempre los obstáculos y límites; sin embargo aún existen algunos que difícilmente se pueden vencer. ¿Esto nos permite reflexionar sobre cuáles y dónde están los límites del ser humano? Esa evolución permanente de la especie que desafía incluso a las leyes de la naturaleza perpetuando la vida, más allá de lo que dicta el orden natural y que por ejemplo permite avances como el poder mantener conectado a un enfermo terminal a una máquina de respiración asistida o simplemente incrementando constantemente la esperanza de vida; lo que motiva la pregunta…¿Hasta a dónde se puede llegar? o como” bien decía el escritor y naturalista Henry David Thoreau ... “Las fronteras no son el Este o el Oeste, el Norte o el Sur, sino cuando el hombre se enfrenta a un hecho”. Sin embargo, la naturaleza misma nos ha impuesto fronteras naturales y algunas son casi insuperables y claros ejemplos de ello los representan las cimas de las montañas, los océanos y sus fosas profundas cómo en las marianas, así como cataratas y caudalosos ríos alrededor de la Tierra.
Sin lugar a dudas una de las grandes maravillas del mundo la representa definitivamente la Gran Barrera de Coral, extendida frente a las costas del Norte de Australia y al Sur de las Islas de Papúa Nueva Guinea y como aludieron los muy privilegiados viajeros espaciales que han estado en la Estación Espacial Internacional (ISS) dicen que “allí, desde una altura de más de 360 kilómetros, uno de los elementos terrestres más reconocibles de nuestro planeta y al tiempo, de los más impactantes por su belleza es la Gran Barrera de Coral Australiana.”
Tal vez no nos resulte tan difícilimaginar la sensación que provoca esta formación coralina en los astronautas, pues su dimensión es impresionante, casi inabarcables, sobre todo cuando se le compara con otros espacios naturales de la Tierra. La barrera se extiende a lo largo de 2,600 kilómetros, frente al Estado de Queensland, en forma paralela a la costa noreste de esa la gran isla-continente. Es decir, una distancia similar a la que separa México de Cuba o bien de Madrid hasta Budapest in Hungría. De hecho, muchos la consideran “el ser vivo más grande del planeta, con una extensión de casi 35 millones de hectáreas, en la que se pueden encontrar hasta 70 hábitats diferentes.” Aunque, para hacer honor a la verdad, no se trata de un solo arrecife sino de un conglomerado de más de 2,900, a veces tan próximos entre sí que es lógico englobarlos dentro de una sola unidad y en realidad tampoco se trata de una sola línea de barreras sino de un conjunto de tres. No es de extrañar que el célebre James Cook encalló en alguno de estos arrecifes durante su primer viaje a esa región, convirtiéndose en el primer explorador europeo en divisar la Gran Barrera en 1770.
Desde aquellos históricos viajes de exploración del siglo XVIII muchos marineros de todas partes del mundo han tratado de “conquistar” a la Gran Barrera, circunnavegando su vasta extensión de 34, 870, 000 ha de belleza natural, que hoy está protegida por el Parque Marino de la Gran Barrera de Coral ydeclarada también como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, reconociendo tal como los afirman los científicos que es ”una de las últimas reservas gigantes de la naturaleza, fascinante acuario y baluarte de las especies marinas”.. Pero más allá de la impresión que produce su inmensa extensión, por lo que realmente la Gran Barrera de Coral es valorada, es por ser el hábitat de más de 1,800 especies de peces, incluidas 150 de tiburones, unas 5,000 de moluscos y más de 400 de corales diferentes. Su riqueza atrae a treinta tipos de cetáceos, como la ballena jorobada, la ballena minke-enana, numerosos delfines y dugongos y más de 200 especies de aves, entre las que destacan el águila de mar de vientre blanco o el charrán rosado. Además, hay que mencionar numerosos tipos de anfibios y reptiles, con rarezas como los cocodrilos de agua salada, que habitan en las zonas de manglares y diversas tortugas marinas y sobre eso imaginémonos poder contemplarlas cuando por la noche arriban a las playas vírgenes de la zona para depositar sus huevos en hoyos que cavan en la arena con enorme paciencia y esfuerzos, siendo un espectáculo que maravilla hasta a los espíritus menos sensibles, sensación que se multiplica al asistir al nacimiento y ardua carrera de las tortuguitas en su primer camino hacia el mar…Un acto simbólico de liberación y a la vez de poder enfrentar los desafíos que la misma naturaleza les presenta…que es también un fantástico espectáculo natural que nos es familiar en otras regiones y particularmente en la mítica Sudcalifornia.
Poder rescatar los valores ambientales de las fronteras naturales del mundo y de la humanidad, expresa respeto y admiración, aunado a un espíritu que quiere conservar el futuro para las generaciones venideras, además de saber disfrutar y proteger la naturaleza hoy y mañana. En el caso de la Gran Barrera de Coral las medidas de protección son estrictas, ya que por ejemplo, se prohíben anclar los barcos de recreo y desembarcar sobre los corales. En cualquier caso, antes de llegar ahí conviene conocer las recomendaciones y restricciones para los visitantes emitidos por la autoridad del parque nacional, publicados en su página web (www.gbrmpa.gov.au), donde también hay información detallada sobre la abundante variedad de fauna y flora que habita en esta extensa y privilegiada zona protegida.
Durante un viaje sin duda fantástico a esta parte del mundo, no pueden faltar las exploraciones submarinas y lo más recomendable es programar la excursión un día que no exista oleaje fuerte y que esté garantizado el sol, lo que por otro lado no es algo nada inhabitual, pues en Queensland la media de días soleados es de 300 al año. La luz del sol realza los colores de los corales y de la mayor parte de las especies que se refugian y alimentan en los arrecifes, generando uno de los espectáculos sin duda alguna más atractivos del planeta. Pero el disfrute que supone la contemplación de la riquísima biodiversidad no es algo que quede restringido a los submarinistas experimentados. De hecho, la limpieza de las aguas que la rodean permite una gran visibilidad desde la superficie, incluso para practicantes con el visor y esnorquel y para todo principiante que tenga una mezcla de curiosidad, entusiasmo y determinación.
Cabe añadir que como es el caso de otras reservas ecológicas la Gran Barrera de Coral se ya ha visto afectada también por el calentamiento global y los corales son especies muy sensibles a los cambios de temperatura del océano, provocando un blanqueo durante los embates del calor de los años pasados. Hechos casi irreversibles y que si no le prestamos más atención y sobretodo responsabilidad procurando contaminar menos, reducir, reciclar y reutilizar más y sobre todo, aprovechar las fuentes de energía alternativas vamos a dañar irreversiblemente este patrimonio que representa y ofrece la Gran Barrera de Coral. Bien lo expresa un proverbio hindú, que “La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamos de nuestros hijos”, frase que nos debe motivar para actuar de una manera distinta, más consciente y sobre todo querer conservar no solamente a “la última Gran Barrera de Coral, en Australia”, sino a todas las reservas naturales…
P.S.: https://elpais.com/elpais/2015/10/30/ciencia/1446218114_554743.html
http://www.gbrmpa.gov.au
