Crisol Internacional: “¿Lejos de la algarabía?- Éfaté, Vanuatu”

Bien hemos escuchado y tal vez hasta leído historias sobre lugares  paradisiacos apartados del mundo y sobre  la intrínseca capacidad de sus habitantes de sobrevivir prácticamente en medio de la NADA y al parecer, siempre podemos sorprendernos y aprender algo nuevo al respecto. Tal es el caso de uno de los lugares más recónditos del planeta como lo es la Isla de  Éfaté que forma parte de las 83  islas de Vanuatu ubicadasen el  Sud  Pacífico. Éfaté de hecho forma un archipiélago y por ello es la tercera provincia más grande de la República de Vanuatu. A pesar de su lejanía, sorprendentementeeste lugarrepresenta el centro turístico más grande de esas islas  y recibe  más de 60 mil viajeros al año,  especialmente valientes  e intrépidos navegantes de todo el mundo.

La historia de la isla está marcada por el arribo de misioneros y astutos balleneros a mitad del siglo XIX, los cuales muchos sufrieron y murieron por la malaria que se había esparcido por las islas del Sud Pacífico. Los ingleses que ya habían colonizado un sin número de ellas  y varios territorios en esta parte de Oceanía, encontraron que Éfaté era ideal para cultivar algodón, al mismo tiempo los franceses que de igual forma habían conquistado algunas de las islas de la Polinesia trataban de ocuparla, hecho que causo varios conflictos armados entre ambas fuerzas coloniales, hasta que curiosamente a principios del siglo XX, en 1906, llegaron a un singular acuerdo de gobernanza compartida. Fue hasta 1940 cuando la Gran Bretaña aprovechó el momento de la Segunda Guerra Mundial para tomar el control absoluto sobre todas las islas de Vanuatu, incluyendo  Éfaté, para dos años más tarde convertirla por su muy estratégica ubicación en una base militar de los Estados Unidos y por más increíble que suene, por sobre su limitado territorio pasaron más de 100 mil militares. Tres décadas después la isla jugó un papel protagónico a favor de la Independencia de Vanuatu que se consiguió finalmente en 1980.

Hoy la mayoría de sus habitantes, aproximadamente 60 mil que son provenientes de Melanesia, Asia y Europa radican en  la ciudad capital de Port Vila, que se ha trasformado en un atractivo centro urbano con restaurantes llenos de especialidades culinarias propias de la Polinesia y que reclaman ser el centro gourmet de la región, así como también con tiendas de artesanías originales y coloridas boutiques que envuelven y atraen al viajero con un encanto exótico. Para muchos visitantes un paseo en la famosa avenida central de Lini  y un recorrido por el Mercado de Vila se vuelven un pasatiempo genial y atractivo. La visita al mercado local será igualmente una sublime  experiencia gastronómica al probar, entre otros,  el platillo nacional “Laplap”,  a base de pollo o carne de res preparados con vegetales y raíces como el taro y la fruta del árbol del pan, patatas dulces, cocinado todo con leche de coco y envuelto en grandes hojas de heliconia o  también conocido como hojas de “Laplap”…Lo que le da el nombre al platillo.

La cultura ancestral de la isla sigue presente en todas partes y muy especialmente a través de las figuras talladas en madera, llamados tótems, representando hombres y mujeres que revelan características muy comunes de cabezas ovaladas y ojos circulares muy dilatados, rostros que invocan una mirada profunda, casi melancólica como sobrevivientes de leyendas y testigos sin duda del pasado. Estos tótems aún forman en la actualidad una parte importante de las ceremonias y rituales.

El viajero nunca se arrepentirá de su largo viaje hacia este sitio tan remoto ya que no solamente es la fascinación por la cultura ancestral que lo cautivará sino también el hechizo de su belleza natural. Hay muchas maneras de explorar la isla, ya sea a píe en excursión, haciendo senderismo hacia la montaña McDonald o bien, darse un refrescante chapuzón en el agua de las cascadas del Mele o bañarse en sus cálidas  y transparentes aguas de color azul turquesa de su mar. El buceo, snorkeleo, el kayak y el paravelismo son los deportes acuáticos que muchos visitantes disfrutan además de una excursión a la isla de  Iririki  que garantizado, siempre será una experiencia inolvidable al haber pisado otro “paraíso terrenal” y disfrutar de una paz inigualable…

La isla Éfaté ofrece paisaje, aventura pura, delicias culinarias  y curiosidades extraordinarias como la de poseer la única oficina de correo submarina del mundo, ubicada (a 50 metros de la playa, a una  profundidad de apenas 3 metros) y que se encuentra a una corta distancia de 9 km de su ciudad capital, donde los empleados de correos están nadando, sumergidos en una asombrosa  fauna y flora acuática, buceando, recibiendo y repartiendo la correspondencia, que por cierto está a prueba de agua! Al Norte de la isla de y para complacer los gustos de los bañistas hay unas playas de arena blanca, como si fueran de un sueño tropical maravilloso y Nguna es el sitio perfecto para iniciar una excursión hacia la reserva de su volcán, que también se puede ver desde el aire en un tour en helicóptero o avioneta que permitirá admirar plenamente aquella eco-región tan vasta y auténtica de la remota zona de Australasia, que sin lugar a dudas aún se encuentra “Lejos de la algarabía” de un mundo agitado,  ultra moderno y  sin duda dividido….

P.S.: http://lasislasdelmundo.blogspot.mx/2014/08/efate.html

https://www.lonelyplanet.com/vanuatu/efate

http://www.vanuatuparadise.com/en/island-by-island/efate