Crisol Internacional: “¿Mañana….? ¡Excusas y pretextos…!

¿Cuántas veces y en diversos contextos no hemos escuchado la palabra “mañana”? Habrá situaciones en las que definitivamente asociamos el mañana con las  ilusiones y la esperanza futura, PERO  también existe la connotación o referencia a  la procrastinación, es decir, posponer, aplazar o demorar un trabajo, una tarea o un compromiso. Entonces,  puede surgir la interrogante del ¿Por qué…NO cumplimos con nuestro deber o responsabilidad…porqué dejamos asuntos pendientes o trabajos y cosas a medio camino…por qué NO concluimos lo que iniciamos o porqué  prometimos algo que posteriormente no hacemos. Las respuestas a estos planteamientos pueden ser tan complejas como la meta y el objetivo mismo y algunos ejemplos de situaciones muy concretas pueden quizás ayudar a comprender más sobre este tema de “dejar para mañana, lo que bien podemos hacer y resolver hoy…”

En definitiva, surgen conceptos como son las “excusas y pretextos” en esta reflexión: ya que posponer una tarea en el tiempo resulta a largo plazo como una auto-limitante, lo que según los psicólogos “no solo conduce a la pérdida de tiempo, sino también puede aumentar nuestros niveles de ansiedad y estrés.” Si bien nos preguntamos en este instante qué significa procrastinar, encontraremos una de las frases favoritas de la autora española Irene López Assor “ 10 obstáculos que te impiden ser feliz: “Hay qué bien sienta, de vez en cuando, dejar para otro día lo que perfectamente podríamos hacer hoy. Pero cuando esto se torna como costumbre, la pereza empieza a ser un grave problema.” Así, se afirma también por los expertos en el tema que:”Esa dejadez pasa factura emocional ya que crea un conflicto que llamamos procrastinación, o lo que más popularmente conocemos como “dejar para mañana lo que puedes hacer hoy.” Cuántas veces hemos escuchado o proclamados frases como “¡Uf, ya lo haré mañana ya que hoy estoy muy cansado.”Ay, qué flojera tengo, ya lo haré más tarde.”, Mejor mañana…”,  son las frases que hacen que todo aquello que vamos dejando para “después”, “al ratito”, “luego” acaben por ser tristemente …un nunca!

Pero, ¿qué detona o alimenta esta actitud o más bien dicho este mal hábito? Según los estudios psicológicos más recientes el estrés que se está generando debido a posponer las tareas o encomiendas, provoca un bloqueo de la conducta que a la vez baja la eficacia en nosotros. En realidad y expresado de forma más precisa, “hay algo que nos paraliza y que nos está haciendo ser irresponsables con nosotros mismos”, por lo que debemos identificar el por qué aplazamos una tarea, ya que siempre hay una casualidad que nos impide terminarla. De acuerdo con algunos estudios sobre la conducta humana y específicamente el tema de la procrastinación se señala que esta conducta: “es una señal de falta de responsabilidad, tanto de nuestro tiempo como con aquellas metas y objetivos que nos marcamos en la vida, comprometiéndonos con ellos, para tener una coherencia en nuestro pensar y actuar.” Justo esta “coherencia interna”, dice la psicología, “es la que suele fallar, y que refleja el sentido y propósito que realmente queremos darle a nuestra vida…También cabe señalar que a veces la procrastinación tiene como posible  causa el trazarnos metas irreales, que más bien reflejan lo que los demás quieren de nosotros y no lo que  nosotros mismos realmente queremos. Entonces, cada uno de nosotros tendrá que revalorar sus metas personales y cómo querer y poder alcanzarlas.

Las mismas investigaciones sobre el tema de la procrastinación indican que también puede existir una falta de motivación para hacer y concluir los trabajos y entonces resulta más fácil y cómodo inventar algunas excusas creíbles o no,  como la historia de algún incidente o  problema personal o bien de algún familiar, o también, una falla en las tecnologías conocidas también como EL SISTEMA  o los ya  omnipotentes factores del  tiempo y dinero …que no alcanzan nunca. Esta historia se vuelve más interesante y divertida cuando se trata de las excusas y pretextos porque también existen los llamados “perfeccionistas” que están constantemente aplazando porque ya que nada cumple con sus expectativas y exigencias personales, también existen los “soñadores” que divagan y se quedan volando alto en la ensoñación, en vez de poner manos a la obra, también están los “preocupados”, predestinados a sufrir en algún momento de los llamados “TOC´S” y que por aprensión o miedo de que las cosas puedan salir mal no se atreven a comprometerse. Además se han identificado los “generadores de problemas”, aquellos que sí disfrutan mucho de la interacción social, es decir del famoso “socialité” dedicado a aplazar, chismeando tanto de forma abierta como escondidamente, creando relaciones poco saludables, alimentando el propio ego al estilo “Sin mi…NO pueden…” para finalmente hundirse en sus errores y no avanzar en sus metas. Tampoco no nos debemos olvidar de los “rebeldes”, conocidos en México como los “contreras”, que se oponen o a todo, a veces con y muchas veces sin causa, sin avanzar un solo paso en sus vidas; aparte de los “ocupados”, los que siempre andan “a mil por hora”, sufriendo del denominado multitasking y en el momento clave expresan:”Tengo mucho que hacer….!” , sumergiéndose en un labirinto de actividades y buenas intenciones pero SIN estructura y organización, quedándose también a medio camino.

Para  salir de este turbulento espiral de planes, proyectos y buenos propósitos ya sean frustrados o NO realizados, resulta muy saludable e importante guardar la honestidad con uno mismo, identificando lo que realmente queremos y cuáles son nuestros temores y miedos para poder alcanzarlos. También mucho puede ayudar un poco más de planificación, dividiendo cada nuevo día en “tiempos para todo”, tanto para el trabajo, los quehaceres cotidianos , así como también los pasatiempos personales  y en especial un rato para  NO HACER NADA en absoluto, esta última tendencia al “fare niente” (“No hacer nada”), un tiempo de relax para recargar el ánimo y la motivación, con solo cinco minutos de oxigenación para nuestra mágica máquina que es el cerebro al que solamente le basta para  volverse más productivo y eficiente con nuevos compromisos y tareas más exigentes. Además, el poder generar un “refuerzo positivo”, es de los mejores consejos, es decir  premiarnos por haber llegado al objetivo, cosas simples y sencillas que apoyan positivamente que lo has logrado, así esto puede ser una taza de café, chocolate o té o tal vez la anhelada ida al cine lo que puede causar una mayor satisfacción y motivación para no andar de nuevo con el “Mañana: Excusas y pretextos…!” o como bien aseveró  el novelista británico Peter James: “No ascendemos al nivel de nuestras habilidades, caemos al nivel de nuestras excusas.”

P.S.: https://www.abc.es/bienestar/psicologia

https://lamenteesmaravillosa.com/poner-excusas-el-incansable-habito-que-define-a-muchas-personas/

https://forbes.es/empresas/4934/las-7-excusas-mas-utiliza