Crisol Internacional: “Viajes memorables, Chiemsee, Mar de Baviera, Alemania”
La primavera definitivamente nos trae la noción del despertar y renovación de la naturaleza y más aún en las regiones del Centro y Norte europeo tras las bajas temperaturas y los largos y oscuros inviernos. Así, no nos debe sorprender que tanto en las vacaciones de Semana Santa como en los subsecuentes “puentes” en México o los días festivos ligados con largos fines de semana, brindan una excelente oportunidad de excursionar y conocer nuevos destinos, además de poder relajarse y poder vivir experiencias memorables. Seguramente cada uno de nosotros atesora uno o más recuerdos de algún viaje familiar muy especial y tal vez como de aquella experiencia que forjó un espíritu aventurero lleno de curiosidad y dispuesto a tomar riesgos y vivir nuevas aventuras, ya sea en el bosque, en la costa, en alguna isla o también trepándose a un castillo o explorando alguna cueva o simplemente el haber caminado por el campo disfrutando del aire puro.
En el caso personal y para mi fortuna tuve varias experiencias increíbles e inolvidables desde joven, las que me motivaron a seguir poniendo los pies fuera de mi “zona de confort” y de mi hogar, dulce hogar…y curiosamente entre más lejos me llevaron esos pasos, más reconectada me sentía con mi origen, tomando una mayor consciencia del AHORA que siempre se puede fusionar con el AYER, sin resentimientos y con mucha nostalgia, cariño y la sensibilidad de que todo lo bueno puede perdurar mientras que nuestro corazón lo atesore…
A veces también los amigos o conocidos son los que nos avivan el florecimiento del recuerdo de aquel lugar especial visitado hace ya décadas, mismos que a pesar del paso del tiempo siguen siendo un refugio mágico de ensueño y que son sitios donde las manecillas de los relojes parecen inmóviles. Alemania, ubicada en el Centro de Europa afortunadamente aun encierra muchos lugares y paisajes que literalmente parecen sacados de los libros de cuentos de hadas, hechiceros, caballeros, duendes y criaturas fantásticas y uno de los parajes culturalmente más históricos, e interesantes y enmarcados por paisajes verdaderamente bellos son las faldas de las majestuosas montañas que conforman los Alpes Orientales, en la región del “Chiemgau” con el legendario “Chiemsee” (Lago Chiem), ubicado al Sur de Baviera, a muy corta distancia de la frontera con Austria.
El nombre de esta bella región se deriva del Siglo VII y de un antiguo nombre germano, ya casi en el olvido “Chiemo”; siendo una región montañosa con una extensa campiña y tierras muy fértiles, rodeadas de amplias zonas boscosas con pequeños lagos de aguas profundamente azules y también de algunos pantanos misteriosos; así, como de varios lagos, siendo el más grande, el Chiemsee con una superficie de 82 kms² donde según estudios arqueológicos y antropológicos se han encontrado rastros humanos que datan y abarcan de la Edad de Bronce a la de Hierro siendo indudablemente esas tierras fértiles las que atrajeron y sirvieron a la colonización por los celtas y romanos, de hecho una de las vías o rutas más legendarias abarca desde Seebruck, antiguamente Bedaium, hasta partes de Salzburgo, Austria en dirección a Augsburgo y Alemania, es decir esta región se encontraba entre las provincias romanas de Noricum y Raetia, que seguramente para muchos evocan imágenes de acaloradas, batallas y fervientes cruzadas además de grandes celebraciones y festines.
Se estima que entre los siglos VIII y XI y con la caída del Imperio Romano, la región comenzó a administrarse bajo el mandato de los duques y arzobispos de Baviera y Austria, que entonces estaban unidos en sus intereses políticos, económicos y religiosos. Durante muchos siglos la economía de esta región se basó en la explotación de los recursos maderables, la extracción del hierro y de la sal. Hoy una visita a alguna de estas antiguas minas, ya inactivas para la extracción de minerales, representa un singular atractivo turístico al poder explorar en un auténtico traje de minero los secretos del laberinto de sus túneles, andar en sus trenes y bajar con emoción por sus toboganes.
Arquitectónicamente la región del Chiemgau ofrece adicionalmente verdaderos tesoros en cuanto a construcciones barrocas, especialmente reflejadas en sus iglesias como la del Monasterio de St. Margaretha o la de la Parroquia St. Georg en Ruhpolding, llenas de ornamentos, estuco y también mucha espiritualidad, especialmente a la hora que suena el órgano con música de Bach, Händel o Mozart.
Además se pueden y deben visitar y admirar las típicas fincas que datan del Siglo XIX con sus construcciones originales que forman parte del paisaje cultural y que se complementan con una rica gastronomía, así como sus trajes típicos tradicionales que se siguen conservando gracias a la constante labor de las organizaciones culturales que fomentan y preservan el patrimonio histórico y cultural de esa región.
Además, el denominado Mar de Baviera o Lago Chiem, ofrece vistas panorámicas de ensueño y cuenta adicionalmente a con tres islas Herrenchiemsee, (Isla del caballero) que es la mayor y Frauenchiemsee, (Isla de la dama)y la tercera isla es Krautinsel (isla de la hierba), la que por su tamaño menor está deshabitada y que por lo mismo tiene su propio encanto. Herreninsel cuenta con mucha tradición e historia ya que aloja un palacio construido en 1878 por el Rey Luis II de Baviera , construcción que nunca fue terminada a pesar de que estaba planificado que sería una réplica del famoso Palacio de Versalles, de Francia. En la actualidad, la mayoría de las habitaciones de este palacio pueden ser visitadas y definitivamente nos presentan recuerdos y remanencias de una época especial con grandes bailes, romances e historias de amor, además de dramas, duelos entre nobles y seguramente también de algún laico.
Adicionalmente en la Isla de la Dama se halla un convento benedictino, construido en 782 y una pequeña villa, donde se sigue fabricando un exquisito licor llamado Klosterlikör,
además de un delicioso mazapán y si toda esta descripción y recuerdos de un lugar tan especial en el corazón de Europa fuera poco, el Chiemsee también está protegido desde 1976 por el Convenio de Ramsar, ya que es un gran lago de agua dulce, ubicado en una cuenca glaciar, con cañaverales costeros y zonas de arbustos, que cuenta con vastas áreas de marismas y páramos en la desembocaduras de sus ríos. Por lo mismo, esta zona y su humedal se volvió internacionalmente relevante debido a que diversas aves migratorias se detienen en esa zona para pasar el invierno, esperando como nosotros con ansias la llegada de la primavera y emprender de nuevo el vuelo, para tener su propio “Viaje memorable…”, cerca o lejos del “Chiemsee, Mar de Baviera, Alemania”…
P.S. : Bayerisches Landesamt für Statistik: Tourismusregionen in Bayern, PDF-Datei, Stand: 1. Januar 2019, online unter statistik.bayern.de.
https://www.chiemsee-chiemgau.info/
https://www.germany.travel/es/palacios-y-castillos/palacio-de-herrenchiemsee.html
https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/vida-y-locuras-luis-ii-baviera-a-traves-seis-castillos_17802