Estrellas
Aún en estos días tristes y violentos, cualquiera puede comprarse una estrella. En medio de la plaza un joven lleva atados en las piernas y en los brazos racimos de estrellas rojas, verdes y amarillas. Un muchacho compra una estrellita para su novia que dice “Te quiero” en letras rojas. Ella le regala un beso. El globero guarda los veinticinco pesos en su cartera.
Hoy eso cuestan las estrellas.
Voy a comprarte tres…
JD