Familias sudcalifornias: ABUELOS Y ABUELAS NIÑERA
Siempre este tema es algo controversial porque cada familia es distinta, tenemos la familia nuclear, monoparental, de madre soltera, con padres separados, etc. El hecho es que por alguna razón, en cualquier ocasión hemos requerido de que nuestros padres para que nos ayuden a cuidar “por un ratito” a nuestros hijos; este ratito puede haber empezado por los fines de semana, una noche, unas horas, hasta llegar a prolongarse por todas las tardes, todas las noches o “siempre que lo ocupe”, no queremos decir que esté mal, tal vez más de un abuelo se siente feliz y disfrutan totalmente de sus nietos, como es lo habitual, a fin de cuentas son su sangre, pero ¿dónde queda la responsabilidad de los padres? Nos referimos a la siguiente reflexión: ¿Les pedimos a los abuelos que cuiden de nuestros hijos para que tengan un acercamiento y convivencia amorosa o tal vez por ahorrarnos la niñera?
Aquí mismo hemos hablado de las ventajas de que las y los niños pasen tiempo con sus abuelos, el problema es cuando se abusa de este tiempo, y cuando existen abuelos y abuelas que no saben decir que “no” y se comprometen hasta tal punto de que su vida gira, una vez jubilados, alrededor de sus hijos y sus nietos, preparando desayunos, comidas y meriendas, y canalizando toda su energía casi de padres, cuando su deseo sería otro, tal vez el de descansar, pasear por las Islas de nuestra bellísima Península, hospedarse un fin de semana en un modesto Hotel de Los Cabos, dedicarse a cuidar su salud, pagar un tour por nuestro bello Municipio de Mulegé, disfrutar un día libre de algún restaurant y disfrutar de un platillo nuevo de nuestros deliciosos mariscos, o tal vez integrarse en un grupo deportivo o cultural para la tercera edad.
Las realidades son muchas, tantas como parejas y familias existen, en las que la presencia de los abuelos es un bien inestimable y absolutamente necesario, pero hay muchas otras que se transforman en abuso; o como dirían algunas abuelas: se convierte en un “encaje muy ancho”.
Y claro, en este berenjenal en el que nos hemos metido (o nos hemos dejado meter), con tantas ocupaciones y fiestas por todos lados, con un alto índice de adolescentes embarazados sin responsabilidad ni de ellas ni de su pareja, nos preguntamos “¿Y ahora los niños con quién?”, han aparecido los abuelos, esos grandes olvidados, para poner un parche a la sociedad de consumo que hemos creado.
Así que si eres hijo, por favor analiza tu situación y no deslindes tus responsabilidades de padre con los que te dieron la vida y te aman, no conviertas en obligación lo que ellos pueden hacer sólo por gusto pero de vez en cuando lo necesites para ayudarte. Lo mejor es que tú y tus hijos convivan con los abuelos y las abuelas, que les tomen en cuenta y convivan, pero nunca en un sentido utilitario.