Marzo, mes de la guerra
Como todos los que leen estos pequeños textos saben, Marte era el dios de la guerra para los latinos y por ello, al primer mes de su calendario de aquellas épocas, le pusieron Marzo o Martium, el mes de dios Marte, julio y agosto eran llamados Quintilis y Sextilis. Pero Marte también simbolizaba la salvaguarda del mundo campestre, por lo que el mes de marzo era aquel en que se acaban las campañas guerreras y se despierta la naturaleza.
No aplica a lo que pasa en México. Las cosas han llegado a un punto de calentamiento tal, que este mes se convertirá en la última oportunidad para que el Gobierno, que más Bullying cibernético ha recibido de toda nuestra historia, pueda retomar el control de sus naves y las reenfile a puerto seguro, antes de que empiecen las campañas electorales que con su griterío aturdidor en nada servirán a la democracia, pero sí al incremento de la confusión e irritación de la sociedad.
En los quinientos distritos electorales del país habrá por lo menos cinco candidatos hablando mal del gobierno federal y de sus personeros, además de atacar al partido predominante, lo que importa poco. Lo rentable será atacar al Presidente de la República, a su "gobierno" y a sus pifias, yerros, deslices e infortunios. Pitágoras desde Crotona acude en nuestro auxilio solsticial y nos dice que cinco por quinientos es igual a dos mil quinientos. Vocinglería estridente de estos 2500 antipeñistas crispando por todo el país con acritud y acrimonia que, según el buenote de Goebbels, algo quedará.
También habrá al menos cinco candidatos a presidentes municipales por cada uno de los cinco mil ayuntamientos, aproximadamente, que no serán ni priístas, ni panalistas, ni verdistas; en número redondos, 25 mil petistas, perredistas, movimiento ciudadanistas y morenistas y encuentristas, contándole al pueblo, con los ojos pelados del susto, del pueblo, no de los ungidos y urgidos candidatones, las espantosas cosas que el "gobierno" ha hecho, las que ha dejado de hacer y las consecuencias espantosas e infernales que ocurrirán si dan el voto al poderactual y factual.
Más de 27 mil 500 atildados jilgueros, bastante limitaditos por cierto en cuanto a sus dones demosténicos, le estarán atizando al "gobierno" sin medida ni clemencia, durante los escasos dos meses que duran las campañas electorales de acuerdo a la pésima y amañada legislación que "regula" estos procesos. Si la lucha fuera puerco a puerco, perdón, cuerpo a cuerpo, el gobierno y "nuestro" partido estarían perdidos. Digo nuestro, porque todos los partidos son nuestros de acuerdo a la constitución. Pero no, no es así de simple la ecuación del montonerismo sufragal. En la verba, el gobierno les gana en la tele, el radio, los periódicos, el cine y en las redes sociales los neutraliza a casi el 30 por ciento. Así que aunque griten más, ni los miran ni los oyen.
Además, como diría Alberto Cortez, qué cosas tiene la vida Mariana, resulta que toda la chiquillería buti partidista diputadil y alcaldística, se dedicará también a hablar más de los otros que hablan mal del gobierno, con lo que el susodicho, sin despeinarse, se queda como Johnnie Walker, campante y viendo cómo se recrudece el deschongue oposicionista. Qué bonita familia.
¿No me creé usted, mujer, la del lunar en donde pocos sabemos que lo tiene o usted, probo varón cuyos lunares o su inexistencia me tienen sin cuidado? Vea quien le atiza más al PRD, si los del PRI o los de Morena. ¿Quién le lanza peores dardos a Andrés Lópe, Carlos Navarrete o César Camacho? ¿Quién ataca más a Madero el del PAN si no los propios panistas? Consuélate mujer, hemos venido a este valle de lágrimas, tú, como la paloma para el nido y yo, como el león para el combate. Estamos fregados ambos. Los marcianos llegaron ya.