Recomendación fílmica: PORTO
La recomendación de esta semana sera algo corta pero muy contundente.
Hoy quiero escribirles sobre una película de la cual no quería hacerlo, y no malinterpreten mis palabras, no es que no quisiera escribirles sobre ella, lo que trato de decir es que no quería escribir sobre ella hasta que se estrenara en los cines, pero al ser una película de producción meramente independiente, tenerla en los cines de provincia es prácticamente imposible, pero como seguramente ya estará en algunas plataformas digitales como Filmin (la verdad desconozco si estará en Netflix o Amazon) he decidido hacerles esta recomendación para que se deleiten de una muy buena película.
Esta película tuve la oportunidad de verla el año pasado en el Festival de Cine de Los Cabos y la película en cuestión es la llamada Porto.
Dirigida por Gabe Klinger y estrenada comercialmente este año en Europa y algunas salas de cine de algunos países en América, Porto es un ensayo fílmico de lo mas, no sé si llamarlo inusual, sobre de la noche perfecta entre dos locos extraños recordada desde tres perspectivas, una la de él, dos la de ella; y tres la de ambos y como fue que realmente pasó, como narra fielmente ese click entre dos extraños en un lugar cualquiera, su encuentro "casual" en un café, una caminata por la noche por cualquier ciudad que abrazada por la luz de las farolas hacen magia para desencadenar en una noche inolvidable, y como esa magia se desvanece al amanecer y nuestros problemas y obsesiones nos azotan contra la realidad. Película que nos hace recordar como bien nuestra vida se puede resumir sólo a una noche especial, y después de eso sólo sobrevivimos entre tanta mierda esperando morir. "El encanto y el recuerdo eterno de la noche perfecta" escribí en mi libreta justo después de verla, fue lo primero que me vino a la mente. Con una fotografía que es mas bien como un caleidoscopio, que nos retrata la belleza de una ciudad que pareciera siempre es vieja y bohemia con esas charlas en un café que parecieran significan la vida misma después de las dos de la mañana después de hacer el amor, que retrata el recuerdo como el presente, y el presente como un viejo recuerdo -aquí la fotografía influye mucho- una película que es producida financieramente nada mas y nada menos que por Jim Jarmusch, lo cual ya nos dice mucho sobre esta esencia independiente que tiene y se siente, y no es un secreto al ver la película el porque Jarmusch se anota en la producción de esta, el amor por Jarmusch sobre estos personajes retraídos y callados que solo muestran sentimiento y pasión en planos muy en primera persona, es una película que al igual que lo que identifica el cine de Jarmusch te hace pensar, te exige presencia, hace que dejes volar tu imaginación, son historias que no solo están por estar, incluso en su lado mas contenido, hay valor, mucho mas valor que en sus ratos de explosión.
Las actuaciones de los dos actores principales los cuales son los pilares de la trama son mas que eficientes, sin ellos la película no tendría ningún sentido, por muy bella que sea la fotografía o el guion este muy bien escrito. Su conexión es armónica y se desenvuelven con una naturalidad fascinante. Lucie Lucas, actriz francesa la cual interpreta a Mati y Anton Yelchin interpretando a Jake, uno de sus últimos papeles antes de su muerte, y probablemente filmando su mejor actuación, con la interpretación de este hombre cansado de la vida sin mas amor que la compañía de la poca gente que lo conoce en una ciudad que no es su ciudad. (Papel que seguro se le ofreció al ver su actuación en "Amantes de 5 a 7" de la cual espero escribirles la próxima semana de corte un poco mas ligero y comercial -la cual su peor error fue esa similitud con el nombre que la película de Agnès Varda, la cual por cierto y uno agradece no sea una adaptación de este trabajo de la directora belga el cual es uno de los estandartes de la Nouvelle Vague-)
Una película de la cual uno no se puede desprender de inmediato, hay películas que se hacen pequeñas con el recuerdo, o pensándolas, y que no trascienden fuera del entretenimiento y de la pantalla del cine mas que solo lo que dura la película; y hay otras que crecen, que uno analiza y analiza y le va dando vueltas a la trama en la cabeza, van haciendo mella en nuestra mente y nuestra manera de pensar, cosas tan importantes como el amor, las relaciones, la importancia de una vida feliz o infeliz, en compañía o en soledad, con estabilidad o verdadera pasión, hay películas que hacen que cuestionemos lo que creemos correcto o valioso, lo que hicimos o lo que tuvimos que hacer, si al momento de tomar ciertas determinaciones lo hicimos con la cabeza o con el corazón, esta es una de esas películas. Una película que te hace recordar vagamente a El Último Tango en París, con un final trágico retratado de distinta manera.