Recomendación fílmica: ROMA
Algo es evidente, indiscutible, palpable y que no se pone en tela de juicio: Roma, de Alfonso Cuarón, es una gran película, una hermosa, bella y conmovedora cinta (y podría seguir con un montón de adjetivos de este tipo) pero hay cosas a su alrededor que hay que poner bien en contexto, para no sumarnos a la gran ola, esa que dice que es una obra maestra.
Quería y tenía la necesidad de escribir esto, porque hasta el momento en las diferentes plataformas en las que colaboro y escribo había hecho sólo pequeños comentarios sobre la película, sin la posibilidad de darle un análisis completo, como a mí me gusta, entrelazando ese contexto histórico, referencial y personal que me gusta darle a mis textos.
Roma es el más reciente trabajo de Cuarón en el cine, el más personal por más de una razón, mencionaré algunas: el hecho de filmar muy cerca de donde vivió en su infancia, que muchas cosas del guion son venidas de sus memorias de niño, la película está dedicada a la mujer que lo cuidaba de pequeño, Libo. Pero así como se nota el amor que le puso Cuarón a la película, a la historia, al proyecto, a revivir y resaltar parte de su historia de vida y los lugares donde los vivió, al mismo tiempo hacer un homenaje al tiempo y la gente que lo acompañó, se nota claramente que la intención de Cuarón al hacer esta película también era otra: ganar premios.
Y es que la película está hecha para eso, está realizada con la mejor tecnología posible que juega a favor de la historia y cómo él quería que se viera, el diseño de producción, el dinero que se invirtió para crear lo creado ya fuera de manera orgánica o digital, el retratarla a blanco y negro ( que además creo también fue una gran influencia para ese fin), pues cuántas películas en los últimos años no han ganado premios por esta peculiaridad, no estoy diciendo que sólo sea por esto y no hay justificación de que así se haya hecho, hay un porqué y es valioso y no refutable, pero claro que también juega para ese bando. Y si aunado a las características técnicas que hacen que la película sea clara candidata para llevarse un montón de estatuillas en la temporada de premios, la trama de la historia confirma esta razón, pues la película está hecha para que el espectador salga con una sonrisa en la cara de la gran historia que le ha sido contada, (y ni qué decir de las actuaciones, son impecables, Yalitzia Aparicio deberá de ganar todos los premios que existen; todos) que además es en parte real, que además nos conmueve, que además no lleva a ese punto en que el director nos quería llevar, y eso no es para nada malo, pues el director eso quería crear con su película, que todos la quisiéramos, más allá de si la recordaremos en unos años o no, él busca con este trabajo el reconocimiento y empatía momentánea, yo espero que en verdad la película trascienda y viaje a través de los años y la valoremos aún más, pero eso sólo el tiempo lo dirá. Y la última razón por la que yo también afirmo que esta película puede ser reconocida en las futuras premiaciones, es el hecho de que fue exhibida en salas de cine cuando Netflix tiene muy claro que sus películas originales no pueden tocar las salas de cine, y ninguna película puede contender a un Oscar (principalmente) si no ha sido exhibida en el cine, hasta donde sé, pero si me equivoco espero alguien me corrija.
Cuarón no busca darnos algo para reflexionar, no busca darnos algo nuevo, no busca innovar, busca contarnos una historia que nos conmueva y que se vea deslumbrante, probablemente lo original para él ya quedó en el pasado, (lo he comentado con varias personas, para mi Roma es algo que Güeros ya nos mostró, quizá no con tanta propuesta pero sí mucho mejor en cuanto a realización) cuando contando una gran historia generaba propuesta, otro tipo de diálogos y cuestionamientos (como el que arroja Los Niños del Hombre, para mí su mejor película por mucho y en muchos aspectos) en esta película no lo hace, pero como ya lo dije, eso está bien, que se le reconozca su trabajo y trayectoria (y qué mejor haciéndolo -y esto lo aplaudo doblemente- con una historia de México, y hablada en español, derribando esa gran barrera que ha puesto el cine americano sobre el mundial: el idioma -la segunda cosa que solamente me gustó de los candidatos a los globos de oro además de la nominación de Shoplifters, es que Cuarón fuera nominado por el guion de esta película, escrito en español, como en su momento fue nominado el de Y Tú Mamá También para los Oscar); porque eso era lo que él quería, y esto también es cine, buen cine, de ese que sí se premia y reconoce al final del día en los Oscares y demás galardones, lo técnico, el impacto inmediato, pero que no muchas veces trasciende en el tiempo, y si no me creen, pregúntenme por un tal Kubrick, o por un tal Ozu.
Y para finalizar hago un cuestionamiento: ¿No deberíamos de exigir a los productores de cine mexicano más películas como estas?, de esas que todo el mundo quiere ver, que en muchos lugares se peleó, que unió a la sociedad civil, frentes culturales e incluso dependencias municipales para poder exhibir la película como dios manda, en un cine (a pesar de lo entendible que es el argumento de Cuarón para los que no pudieron verla en la pantalla grande diciendo que la mayoría de las personas no vio en la pantalla grande sus películas favoritas), en vez de ya no digamos no exhibir películas mal hechas, mal escritas y que sólo tienen el afán de vender y hacer crecer el estigma del mexicano tonto; pues parece que no podemos exigir eso, porque con el "negocio del cine" no nos podemos meter, pero al menos s pedir que se produzcan el mismo número de películas, que haya No Manches Frida para los que quieran No Manches Frida, pero que en estas salas haya el mismo número de proyecciones para los que queremos una Museo, o una Sueño en Otro Idioma, o una Roma, que exista y se haga una ley para exhibir nuestro buen cine mexicano, aprendamos algo al cine italiano, que da mucha más prioridad a la calidad de contenido que a las ganancias que pueda haber. Es preferible ver una película manipuladora, que te hace sentir como el director quiere (y lo repito para que no se malinterprete esta frase: eso está muy bien, Roma merece ganar todos los premios, es magnífico que el director logre hacerte sentir). Quizá lo único malo del caso con Roma es que mucho público hace una ola sensacionalista alrededor de la película que los ciega a otras buenas propuestas y otro buen cine como una Pájaros de Verano de Ciro Guerra y Cristina Gallego, una Zama de Lucrecia Martel, o una Burning de Lee Chang-Dong.
Finalmente, sí, vale más una película bien realizada y contada, a una mala; también es sano para nuestro país y nuestra cultura exhibir cine que rete, que nos haga cuestionarnos y conocernos como individuos, ya sea abogando recuerdos e historias de nuestra historia. Yo prefiero mil veces esto.
Leí por ahí un artículo en el que decían que el cine mexicano ya se había hecho mayor de edad, quiero decirles que el cine mexicano lleva décadas siendo adulto, quizá sólo estaban viendo el lado equivocado.