Revista Tamma Dalama: ACOSO ESCOLAR: DIRIGIDO PARA PADRES escrito por: Christian Guadalupe Salazar Castro
Christian Guadalupe Salazar Castro
Nacionalidad Mexicana, Licenciada en Psicopedagogía.
Estudiante Maestría en Liderazgo Educativo Universidad Mundial Campus Los Cabos
Resumen
El acoso escolar, llamado bullying en inglés, se refiere al uso repetido y deliberado de agresiones verbales, psicológicas o físicas para lastimar y dominar a otro niño, sin que antes hayan existido la provocación, y en el conocimiento de que la víctima carece de posibilidades de defenderse. Los participantes en el acoso escolar se pueden clasificar en cuatro categorías: “agresor” (bully), “víctima”, “víctima-agresor”, y el “neutro” (compañero no implicado en el fenómeno de acoso). La mayor parte del acoso ocurre en la escuela, más que en el camino a ella o de regreso de ella. Los agresores (bullies) y las víctimas generalmente están en el mismo grado escolar y, aunque se supone que los menores son supervisados en la escuela, la mayor parte de los episodios de acoso no son del conocimiento de los maestros y la víctima habitualmente se siente incapaz de reportarlos a éstos y a sus padres. Un comportamiento agresivo es muy frecuente en niños pequeños, lo cual no es un justificante para aquellos que al crecer caen en la práctica del acoso escolar, debido a que este hábito debe ser erradicado por nosotros los padres fomentando comportamientos cooperativos como ayudar a sus semejantes y compartir, por eso la importancia de pasar tiempo de calidad con nuestros hijos. Aquellos padres amables y participativos en las actividades de sus hijos reduce la probabilidad de que un niño acose a otro mientras que los padres que muestran ausencia aumenta la posibilidad.
Palabras Clave: Acoso escolar, Prevención, Padres, Agresor, Victima, Neutro.
La intervención de los padres en el acoso escolar
Hablemos de seguridad escolar, primero necesitamos definir que es seguridad, ya que esta no es solo un estado de tranquilidad, sino que es algo sumamente complejo que involucra también la prevención de situaciones de riesgo o que puedan significar un peligro para nosotros o nuestros hijos, esta es una clave muy importante de la seguridad, la prevención, la cual se obtiene a través de la educación y a la responsabilidad que obtengamos como padres para mantenernos informados y compartir la información a nuestros hijos. La seguridad escolar involucra a las autoridades en materia de seguridad escolar y sus auxiliares, los establecimientos comerciales y negocios en general cercanos a los centros escolares, del contenido mí- nimo de los reglamentos interiores de los planteles escolares en materia de seguridad entre otros ( Ley de seguridad escolar); Pero hoy nos adentraremos a esa parte que corresponde a nosotros como padres de familia ya que somos los proveedores de cuidado y los de mayor influencia sobre las actitudes y los comportamientos de nuestros hijos, haciendo uso de esta podemos prevenir y luchar contra el acoso escolar.
El acoso escolar, llamado bullying en inglés, se refiere al uso repetido y deliberado de agresiones verbales, psicológicas o físicas para lastimar y dominar a otro niño, sin que antes hayan existido la provocación, y en el conocimiento de que la víctima carece de posibilidades de defenderse. Los participantes en el acoso escolar se pueden clasificar en cuatro categorías: “agresor” (bully), “víctima”, “víctima-agresor”, y el “neutro” (compañero no implicado en el fenómeno de acoso). La mayor parte del acoso ocurre en la escuela, más que en el camino a ella o de regreso de ella. Los agresores (bullies) y las víctimas generalmente están en el mismo grado escolar y, aunque se supone que los menores son supervisados en la escuela, la mayor parte de los episodios de acoso no son del conocimiento de los maestros y la víctima habitualmente se siente incapaz de reportarlos a éstos y a sus padres. (Salud Pública Méx 2011; Vol. 53)
Una de las razones por la que los hijos no comparten sus experiencias en la participación del acoso escolar con los padres, ya sea como víctimas o autores de ésta, es porque seguramente se ha perdido el vínculo comunicativo que deben tener los hijos a los padres, y al no existir conocimiento de ello podemos caer en la creencia que nuestros hijos no se encuentran involucrados en el acoso escolar. Un comportamiento agresivo es muy frecuente en niños pequeños (Hanish, Kochenderfer-Ladd, Fabes, Martin y Denning, 2004) Lo cual no es un justificante para aquellos que al crecer caen en la práctica del acoso escolar, debido a que este hábito debe ser erradicado por nosotros los padres fomentando comportamientos cooperativos como ayudar a sus semejantes y compartir, por eso la importancia de pasar tiempo de calidad con nuestros hijos. Aquellos padres amables y participativos en las actividades de sus hijos reduce la probabilidad de que un niño acose a otro mientras que los padres que muestran ausencia aumenta la posibilidad (Espelage, Bosworth, & Simon, 2000).
En octubre de 2014 un estudio realizado por Teaching al Learning Internacional Survey TALIS en los países de la OCDE México dio a conocer los niveles más altos de acoso escolar quedando Baja California Sur entre los estados con mayor índice de amenazas, riñas y burlas, poniendo al descubierto que el 17% de los estudiantes a nivel primaria ha sido lastimado por otros alumnos. De acuerdo al informe sobre Violencia de Género en la Educación Básica en México (SEP-UNICEF) arrojo que el 90% de los alumnos han sufrido alguna agresión por parte de sus compañeros. Dándose los lugares con más frecuencia para el ejercicio de acoso escolar: El patio, pasillos y baños. Estos lugares la mayoría de las ocasiones quedan ajenos a los docentes de las instituciones es por eso que nuestra parte como padres de familia entra en acción.
Hablar con nuestros hijos sobre acoso escolar les ayudara a comprender lo que es, y cuál es la forma correcta de responder ante esto, Por ejemplo decir “detente” de una forma segura, irse, o pedir ayuda del adulto más cercano a él, así como la manera de ayudar a otros compañeros que estén siendo acosados. Como padres tenemos la responsabilidad de aprender sobre este tema para identificarlo y poder combatirlo, Los niños aprenden con el ejemplo de nosotros y son el reflejo de nuestros comportamientos y actitudes, los problemas en el entorno familiar pueden aumentar las probabilidades del acoso escolar. Por ejemplo cuando ellos están expuestos a los conflictos familiares, el uso de drogas y alcohol en los padres, la violencia doméstica y el maltrato infantil, se están desarrollados con una mayor probabilidad de acosar a otros y también de ser víctimas del acoso escolar. (Baldry, 2003).
Esta tarea no es fácil e incluso se requiere tiempo para lograrlo en el transcurso podemos enfrentar una variedad de desafíos pero también oportunidades para abordar el tema con nuestros hijos y/o con la comunidad, debemos estar atentos a posibles signos de advertencia de que nuestros hijos puedan ser víctimas de acoso escolar, ya sea en persona o por Internet. Es importante fomentar normas claras acerca de cómo nuestros hijos deben tratar a los demás, hacer cumplir estas normas con las consecuencias pertinentes sin llegar al castigo lograra niños más eficaces en su seguridad. Los niños cuyos padres tienen estilos de crianza que son autoritarios (que permiten la independencia, pero también establecen límites y responden a las necesidades del niño) tienen menos probabilidades de estar involucrados en el acoso escolar (Bowes, Arseneault, Maughan, Taylor, Casi, & Moffitt, 2009; Olweus, 1993). Por otro lado, los padres que son demasiado permisivos y aquellos que utilizan estrategias de disciplina excesivamente duras son más propensos a tener hijos que acosan a los demás.
En las instituciones educativas se deben evitar las estrategias de disciplinas duras e inflexibles para el acoso escolar, tales como las reglas de cero tolerancias. Se ha encontrado que dichas reglas hacen daño a las relaciones entre estudiantes y adultos, afectan el clima escolar y contribuyen con el logro deficiente de los estudiantes (Grupo de trabajo de cero tolerancia de APA, 2008). En lugar de ello, se deben utilizar sanciones escalonadas para las violaciones de las reglas, las cuales son apropiadas para el nivel de desarrollo del niño y la naturaleza y gravedad del acoso escolar. Las investigaciones indican que el trabajo en conjunto de toda la escuela para prevenir el acoso escolar es más eficaz (Ttofi y Farrington, 2011), junto con la participación activa de los padres. Si la escuela de nuestros hijos no está abordando el acoso escolar de un modo integral, como padres podemos reunirnos con los administradores y miembros de la mesa directiva para promover esta información y trabajar para estimular a otros padres en este esfuerzo.
Recomendaciones:
Debemos propiciar en nuestros hijos la confianza para hablar cuando sean víctimas o sean testigos de este acto, los profesores son agentes de confianza en la escuela a quienes nuestros hijos pueden informar el acoso escolar que experimenten, vean o sospechen. Nuestra prioridad como padres es tener hijos felices por eso es importante animar a nuestros hijos a que hagan lo que les gusta. Las actividades especiales, intereses y pasatiempos pueden reforzar la confianza, ayudar a los niños a hacer amigos fuera de la escuela, y a protegerlos de comportamientos de acoso escolar.
Los esfuerzos permanentes y continuos importan debido a que los niños mantienen relaciones diná- micas y cambiantes con los que los rodean, como padres es conveniente propiciar conversaciones con nuestros hijos sobre el acoso escolar. Así como verificar con frecuencia y conocer sus relaciones con amigos, escuchar sus preocupaciones, preguntar acerca de la escuela, y buscar comprender sus necesidades.
Debido a que el acoso escolar no se detiene en las puertas de la escuela, es importante la atención por parte de toda la comunidad. Los padres podemos trabajar con otras familias y personas interesadas, para promover esfuerzos a nivel de toda la comunidad para abordar el acoso escolar. Las voces de los padres y los jóvenes o niños, que han tenido experiencias de primera mano con el acoso escolar, pueden aportar sus experiencias para prevenir a los demás.
Toma 15 de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) – Este recurso ayuda a los padres, proveedores de cuidado y a todas las personas involucradas con los niños y los jóvenes para iniciar conversaciones significativas sobre el acoso escolar y su prevención. Las preguntas están diseñadas para generar conversaciones abiertas y honestas con los niños para ayudar a asegurar un ambiente seguro y saludable para su desarrollo. Para más información, visite store.samhsa.gov/shin/content/SMA08-4321/ SMA08-4321.pdf
Bibliografía
1. APA Zero Tolerance Task Force (2008). ¿Las políticas de cero tolerancia son eficaces en las escuelas? Una revisión de las pruebas y recomendaciones. Psicólogo Estadunidense, 63, 852-862.
2. Baldry, A. C. (2003). El acoso escolar a las escuelas y la exposición a la violencia doméstica. Child Abuse & Neglect, 27, 713-732.
3. Bowes, L., Arseneault, L.,Maughan, B., Taylor, A., Caspi, A., & Moffitt, T. E. (2009). Los factores de las escuelas, los vecindarios y las familias están asociados con la participación de los niños en el acoso escolar: un estudio longitudinal representativo del país. Revista de la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y del Adolescente, 48, 545-553.
4. Espelage, D. L., Bosworth, K., & Simon, T. R. (2000).
5. Olweus, D. (1993) El acoso escolar: Lo que sabemos y lo que podemos hacer. Cambridge, MA: Blackwell.
6. Ttofi, M. M., & Farrington, D. P. (2011) Eficacia de los programas escolares para reducir el acoso escolar: una revista sistemática y de metanálisis. Journal of Experimental Criminology, 7, 27-56.
7. Ley de Seguridad Escolar para el Estado de Baja California Sur. BOGE. 35 31-07-2009.
8. Hanish, L. D., Kochenderfer-Ladd, B., Fabes, R. E., Martin, C. L., & Denning, D. (2004) Bullying in American schools: Una perspectiva social-ecológica sobre la prevención y la intervención (pags. 141-159). Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum.
9. El acoso escolar (bulling) y su asociación con trastornos psiquiátricos en una muestra de escolares en México, Salud Pública Méx 2011; Vol. 53(3): 220-227
10. Podcast de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades sobre “Prevención del acoso escolar para los padres” – Este podcast ofrece información útil y sugerencias para la acción sobre la prevención del acoso escolar. Para más información, visite www.cdc.gov