Revista Tamma Dalama: DESPUÉS DE ADOPTAR, escrito por Mónica de la Paz Flores Cardoza, Dulce Anyra Cota Salazar

Mónica de la Paz Flores Cardoza Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

México. Licenciada en Psicología. Alumna de la Maestría en Terapia Familiar y de Pareja de la Universidad Mundial.

Dulce Anyra Cota Salazar Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

México. Maestra en Psicoterapia. Docente titular de la materia Teoría de Desarrollo del Infante en la Maestría en Terapia Familiar y de la Pareja de la Universidad Mundial.

RESÚMEN

El presente artículo científico tiene como objetivo dar a conocer la importancia de proporcionar a los niños institucionalizados la oportunidad de pertenecer a una familia que le brinde bienestar, cariño, relaciones de apego, nuevas experiencias positivas, sentimientos de confianza y seguridad, con la cual crear vínculos armoniosos, para un adecuado desarrollo. Se realizó una investigación bibliográfica de artículos científicos y libros que profundizan sobre el tema de la adopción, en los cuales se descubrió que en otros países (España) se han implementado programas de post-adopción en varias instituciones donde proporcionan ayuda a los padres de ni- ños adoptados cuando surge algún problema siendo atendidos por personal capacitado. Por tanto, se concluye que los vínculos entre padres e hijos suceden con la participación de ambas partes, cuando los padres se preocupan por el bienestar y el desarrollo del niño, y que el niño haga consiente este esfuerzo de los padres por satisfaces sus necesidades; mientras se da este proceso los niños experimentan diferentes cambios, como lo es el entorno, estilo de vida, idioma, ritmo habitual, teniéndose que adaptar a una nueva realidad. Estos vínculos además de ayudar a la relación padres-hijo ayudarán para que el niño interactúe adecuadamente con sus pares. Por último se reconoce la importancia de implementar programas donde se haga partícipe a estas mismas familias para tener un seguimiento de su proceso de adaptación y si fuese necesario brindarles algunas herramientas y técnicas para ayudar a este proceso.

INTRODUCCIÓN

Con la elaboración de este artículo se busca indagar sobre el proceso que ocurre después de la adopción, cómo trascurre el proceso de adaptación y conocer si existen algunas instituciones que den seguimiento a las familias con hijos adoptados. Se expondrán instituciones que se encuentran en Barcelona, encargadas de la post-adopción donde, las familias que han adoptado, pueden acudir si presentan algún problema con los niños ya sea referente a la adopción o no. Brevemente mencionaremos algunas de las dificultades más frecuentes que atienden estas instituciones como lo son: el servicio de pediatría, psicológico, cómo decir a los niños que son adoptados y qué hacen cuando los niños adoptados quieren saber sus orígenes. Además se dará una breve explicación sobre las expectativas: una adecuada adaptación de la familia con el niño adoptado.

Conocer los países y las instituciones que han implementado programas de post-adopción, motivará a otros países e instituciones a poner en práctica dichas estrategias para proporcionar herramientas a las personas que pretendan o estén interesadas en adoptar y lograr que el proceso sea más placentero para ambas partes, sobre todo si se trata de niños mayores o adolecentes. Este artículo se realizó a través de una investigación bibliográfica, de diferentes artículos científicos y libros que profundizan sobre el tema de la adopción, con el objetivo de conocer la importancia de programas de post-adopción para una satisfactoria adaptación tanto de la nueva familia como del niño adoptado.

INCORPORACIÓN DEL NIÑO ADOPTADO AL CONTEXTO FAMILIAR

Fernández-Zúñiga, Rodríguez, Moya y Morgado de Moura (2009:13), refieren que después de pasar por los procesos de adopción, viene el proceso de adaptación tanto de los padres adoptivos como del niño adoptado. Este proceso inicia a partir de la creación de vínculos afectivos para lograr el apego. Los padres adoptivos se enfrentan al proceso de construcción de los vínculos afectivos desde una posición más compleja, debido a que los hijos llegan generalmente a la familia a una edad posterior al periodo crítico para el establecimiento de las relaciones de apego y con una historia de vinculación previa que en la mayoría de los casos ha sido disfuncional (ausencia de figuras estables, experiencias tempranas de pérdida afectiva, antecedentes de negligencia o maltrato, etc.) (García, 2007:248).

La relación de apego, es aquella conexión afectiva mutua que se establece entre padres e hijos, independientemente que el niño sea biológico o adoptado, este lazo de unión afectivo, o vínculo, entre ambos se va construyendo como resultado de diferentes factores: por ejemplo la idea de que los padres van concibiendo suyo al niño, le dan preferencia sobre otros niños, se preocupan por sus intereses y por su desarrollo, asumen la responsabilidad de cuidarlo cubriendo sus necesidades además de darle cariño y protección sin condiciones (Teoría del apego, s.f.). Como se mencionaba anteriormente, el niño también es partícipe en el vínculo, esto al experimentar bienestar cuando el adulto cubre sus necesidades de cariño, cuidado y protección, junto a esto el niño puede esperar el apoyo de los padres, su aceptación y su amor de manera regular. Los vínculos de apego se van construyendo en el trascurso del tiempo a través de diferentes emociones y sentimientos entre los padres y el niño hasta que se establece el apego (Fernández y Rodríguez, 2009:13), es importante tener en cuenta que al hablar de niños adoptivos los procesos de vínculos pueden llevar mayor tiempo, sobre todo si el niño adoptado tiene alguna experiencia previa con otros padres donde haya sufrido algún tipo de maltrato, por lo que se esperaría que el niño al principio se torne resistente, pero trabajando pacientemente con algunas técnicas para crear vínculos y fortalecimiento, a medida que pase el tiempo y se dé cuenta de la relación estable, así como de que su nueva familia le proporciona todo lo que necesita para su evolución se abrirá a experiencias nuevas y logrará sentirse confiado y seguro (Rosas, Gallardo y Ángulo, 2000:152).

En este sentido, otra clave que favorece el vínculo y la confianza en los hijos es la integración de rutinas (desde la alimentación, sueño, juego, tareas, compartir, comunicación); lo anterior, es necesario para todos los niños ya que esto los tranquiliza pues su ambiente es regular, porque con ello puede prever qué ocurrirá después asegurándose de que no serán abandonados, este proceso requiere tiempo, paciencia y comprensión (Fernández y Rodríguez, 2009:21). Estos vínculos de apego además de ayudar en el proceso de una pronta adaptación del niño a la nueva familia, también influirá en su proceso para socializar con otras personas sobre todo con sus pares, porque los niños vinculados en una familia acogedora, recobrarán un espacio que les permitirá establecer nuevos vínculos ya que la familia permite el ensayo de los diversos roles en un espacio protegido y seguro donde exista la asimilación de experiencias buenas y malas. Con esto en mente existe una mayor posibilidad de que la adopción cumpla su real función que es permitir a los niños y a sus padres tener una familia (Rosas, Gallardo y Angulo, 2000:152).

Las investigaciones indican que los padres establecen una vinculación más rápida con su hijo adoptivo si encuentran similitudes con ellos mismos, por tanto, este debe ser un punto tomado en cuenta en los procesos de adopción ya que con frecuencia los padres pueden hacer atribuciones acerca del parecido del niño en su forma de ser, su forma de reír, sus expresiones o algunos rasgos físicos y hasta la forma de pensar (Fernández y Rodríguez, 2009:19).

SERVICIOS DE POST-ADOPCIÓN

Después de que las familias adoptan a un niño se enfrentan a varias dificultades, estas dificultades pueden tener que ver con la adopción o no (Palacios, 2007:186), estas dificultades van desde el momento del encuentro, y una vez que el menor se incorpora al que será su hogar, tanto los padres como el niño van a tener que pasar por diferentes etapas de adaptación hasta llegar a crear el verdadero vínculo afectivo. Durante esta primera etapa los menores experimentan diferentes cambios, como lo es el entorno, estilo de vida, idioma, ritmo habitual, teniéndose que adaptar a una nueva realidad muy diferente a la que hasta ese momento habían vivido (Magán y Tarazona, 2007: 261).

Algunas de las áreas donde más dificultades han tenido las familias con niños adoptados son: el ámbito jurídico, que son resueltos por abogados; en el área de la salud donde interviene el pediatra, el cual trabaja con los problemas de salud relacionados con el peso, estatura, alimentación y da lugar a la presencia de enfermedades diversas, que en ocasiones da lugar a retrasos severos en la altura o en el peso; los psicólogos, intervienen en el desarrollo psicológico, observando y evaluando los ámbitos de motricidad, comunicación, desarrollo cognitivo, adaptación y socialización, así como los problemas de conducta, encontrando que los problemas relacionados con la hiperactividad y los problemas de atención (impulsividad, dificultad de concentración, conductas molestas para los demás) son los más frecuentes entre los adoptados (Palacios, 2007: 188).

Según Bowlby en su teoría del apego las experiencias prematuras con los cuidadores dan gradualmente origen a la aparición progresiva de un sistema de pensamientos, recuerdos, creencias, expectativas, emociones y conductas sobre sí mismo y los demás (Teoría del apego, s.f.). Por lo que genera problemática si no es abarcado adecuadamente sobre todo en apego inseguro y apego desorganizado que son frecuentes en los niños adoptados al llegar a sus hogares adoptivos. Las dificultades de apego pueden presentar, en efecto, diversas formas: apego desinhibido o sociabilidad indiscriminada (niños que no han aprendido la relación de apego privilegiada con una persona y que parecen encontrarse igualmente cómodos con conocidos y desconocidos), y de conductas muy retraídas y de aislamiento respecto a los demás. El apego desorganizado da lugar más bien a un patrón de conductas erráticas y complejas, a veces sin clara relación con las circunstancias (Palacios, 2007: 189). Por esto, las conductas de apego tendrán una influencia en la vida del niño.

Otra área de trabajo para las instituciones encargadas de los procesos de adopción, es la experiencia de pérdida o duelo; sobre todo en niños que han tenido numerosas pérdidas (familia de origen, cuidadores y a veces hasta país) (Amorós, 2001: 5); en sentido, cuando se refiere a niños pequeños o bebés el problema tiende a ser menor, ya que tienen una visión neutra de la adopción y hablan de ello con naturalidad. Los conflictos aparecen en niños más grandes que indagan sobre los procesos de adopción y se cuestionan que si bien ha ganado una familia pero ha perdido otra. Este conflicto va de la mano con los problemas de apego, el riesgo de patológizar los sentimientos de pérdida o de atribuir cualquier problema de una persona adoptada a su experiencia de pérdidas significativas (Palacios, 2007: 190-191). Desde el momento en que una persona adoptada se plantea la posibilidad de obtener una mayor información sobre sus orígenes hasta que da paso definitivo de iniciar esa búsqueda, se producen una serie de momentos, en donde ocurren múltiples circunstancias y sentimientos (Amorós, Fuentes y Paula, 1996: 110).

Algunos de los factores que pueden desencadenar la búsqueda de los orígenes son la decisión de formar una familia, casarse, un embarazo, o la muerte de un padre adoptivo, y es bajo estas circunstancias donde aparecen las dudas indicando que en la mayoría de las personas no necesariamente ocurre por haber tenido mala relación con sus padres adoptivos (Amorós, Fuentes y Paula, 1996:189). Estas circunstancias y sentimientos pueden generar otras problemáticas en las familias de niños adoptados, como lo es la comunicación, sobretodo en torno al tema de ser adoptado, las instituciones españolas relacionadas con la post-adopción proporcionan herramientas a los padres para abarcar el tema, éstos van desde el momento en el que se hablará así como la forma en que se abarcará la información (Palacios, 2007: 192).

Existe diversidad de profesionales que trabajan en el área de la familia y el menor, encontrándonos con que no todos poseen conocimientos adecuados sobre la familia adoptiva, por lo cual se considera indispensable que los profesionales que trabajen en estas instituciones sobre todo los psicólogos estén capacitados sobre los procesos de adopción, para que su intervención sea de una manera adecuada en cada caso que se le presente. Esto es una propuesta que ayudaría a la intervención en el niño y su nueva familia, lamentablemente no hay mucha información que indaguen sobre este tema (Magán y Tarazona, 2007: 260).

CONCLUSIONES

Todo ser humano tiene el derecho de pertenecer a una familia, que le proporcione bienestar, sentimiento de pertenencia y confianza. Por esta razón, es importante el proceso de adopción, siendo la mejor opción para proporcionar a los niños institucionalizados la satisfacción de ser parte de a una familia. Considerando lo anterior, emerge la importancia de implementar programas que faciliten a las familias una adaptación favorable con el niño adoptado, donde se incluyan un seguimiento post-adopción, herramientas para los padres que les permitan afrontar y facilitar el paso por las diferentes etapas del desarrollo del niño así como un espacio de reflexión sobre los logros que han tenido como nueva familia. Para terminar se considera impredecible que el proceso de post-adopción sea uno de los requisitos cuando una pareja decida adoptar, es decir, que los padres adoptivos se comprometieran a tener un seguimiento en su proceso de adaptación.

BIBLIOGRAFÍA

1. Amorós Azpilicueta, Carmen (2001). “Del abandono a la adopción: un proceso dinámico de diálogo con el desamparo”. Recuperado el 17 de noviembre de 2015 de http://intercanvis.es/pdf/13/13-01.pdf

2. Amorós, Pere; Fuertes, Jesús e Isabel Paula. “La búsqueda de los orígenes en la adopción”, en Anuario de Psicología, Núm. 7l, 1996, 107-119 pp.

3. Fernández-Zúñiga Marcos de León, Alicia y Carolina Rodríguez Bustelo Beamonte (2009). Después de adoptar, vol. II. Ediciones CEAC: Barcelona.

4. García, Manuel. “El servicio de atención post-adoptiva en la comunidad valencia. El apoyo a la familia adoptiva” en Anuario de Psicología, Vol. 38, Num. 2, 2007, 247-252 pp.

5. Magán, María y Ma. Carmen Tarazona. “El servicio de atención post-adoptiva en la Comunidad Valenciana. El trabajo social con la familia adoptiva” en Anuario de Psicología, Vol. 38, Núm. 2, 2007, 259-264 pp.

6. Palacios, Jesús. “Después de la adopción: necesidades y niveles de apoyo,” en Anuario de Psicología, Vol. 38, Núm. 2, 2007, 181-198 pp.

7. Rosas Munduca, Mario; Gallardo Rayo, Iris y Pamela Angulo Díaz. “Factores que influyen en el apego y la Adaptación de los niños adoptados,” en Revista de Psicología de la Universidad de Chile, Vol. IX, Núm. 1, 2000, 145-159 pp.

8. Teoría del apego. (s.f.). En Wikipedia. Recuperado el 18 de noviembre de 2015 de https://es.m.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_apego