Revista Tamma Dalama: Legisladores y redes sociales I, por Judith Moreno Berry

Foro de liderazgo socio-político I: El liderazgo en el medio social: entre la virtualidad y la realidad; modalidades, posibilidades, oportunidades y riesgos.

¿Ayudan las nuevas tecnologías  a los diputados federales mexicanos a ser mejores gobernantes, especialmente para los jóvenes?

Judith Moreno Berry

           El objetivo de este trabajo es analizar el uso de las nuevas tecnologías por parte de los diputados mexicanos, especialmente los más jóvenes, con su entorno de influencia y algunos resultados difundidos por los medios masivos de información y si la adopción de estos nuevos modelos de comportamiento social los convierte en mejores servidores públicos y, por ende, en contribuyentes para conformar una verdadera democracia representativa.

1.-La nueva terminología digital.

              Independientemente del desarrollo tecnológico que la sociedad ha registrado en el último milenio, la palabra es el medio de comunicación más utilizado en el mundo. Para expresarla existen múltiples alternativas: desde la pronunciación  en vivo hasta la virtualidad. Hay cientos de instrumentos para que el mensaje llegue a los demás. Sin embargo, ¿esto ha vuelto más sensible, justa, democrática, humana a la sociedad?

El crecimiento vertiginoso de la virtualidad ha provocado que la televisión, de ser la opción número uno de los políticos para llegar a las masas, haya sido desplazada, en tan sólo diez años, por las redes sociales.

Asimismo, la década de los ochenta fue testigo de la multiplicación de las computadoras con su propio sistema de intercomunicación y en 1988, nació el chat. Dice Ted Nelson (Arqués, 2006) que “la web es como una espuma, formada por burbujas que no cesan de explotar, por escaparates en permanente cambio.” Así navegar por internet y redactar para la web, tener su propio blog, acceder  y grabar hasta la voz en el chat, subir imágenes al Facebook  se volvió como la vida misma para la mayoría de los ciudadanos del primer mundo y parcialmente para los de los subdesarrollados.

Por otra parte, en los albores del siglo XXI, la televisión, reinaba indiscutiblemente en México. Autores como Jenaro Villamil señalaba que las Naciones Unidas habían señalado la brecha digital como quien marcaría la diferencia entre las naciones desarrolladas y subdesarrolladas cita a Manuel Castells quien en 2003 (Villamil, 2005) señaló sobre el futuro del internet: “Si las leyes de control y vigilancia sobre internet y mediante internet son aprobadas por una clase política que sabe que el control de la información, en la historia, la base del poder, las barricadas de libertad se construirán tecnológicamente.” Advertía sobre la falacia de que internet era una red de  libertad  y requería a las instituciones la protección del control sobre las vidas de los ciudadanos.

Las nuevas tecnologías han detonado en la interconectividad que utiliza plataformas como Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin, etcétera.

 El acceso a los nuevos aparatos o gadgets se volvió accesible para más personas de recursos casi escasos. Hoy en día es relativamente barato adquirir un teléfono celular con crédito pre pagado. En teoría el mundo está mejor informado, pero no mejor comunicado (Villanueva, 2006). Hasta el lenguaje cotidiano se ha modificado, por ejemplo, los nuevos verbos castellanos que se refieren a las nuevas tecnologías tienen la primera conjugación (terminan en ar): chatear, blogear, guglear, textear, trolear, digitalizar (Gallardo, 2014). También es una nueva forma de  deformación del castellano tradicional. La llamada “era digital” obliga a indagar, comparar y analizar sobre los anteriores comportamientos humanos y esta nueva forma de “socializar”.

            El teléfono celular significa la posibilidad de llevar la oficina completa en el bolsillo, más la comunicación instantánea por whats up, Facebook, twitter, Instagram, cámara fotográfica, meteorología, buscador de casi todo, correo electrónico, iconografía emocional, juegos desde el popular candy crush [1]hasta  un buscador de pokemones. [2] Este instrumento se ha convertido en un generador constante de identidad personal (Santamaría, 2014).

Se afirma que con el internet nace una nueva panacea para la comunicación, ya que se abaten dos obstáculos claves: el tiempo y el espacio, ya que es posible comunicar sin tener cerca a los receptores y en cualquier momento. Internet es la mayor conversación global (Arqués, 2006).  

Al interior de las redes cada sitio tiene características que las convierten en espacios independientes para ser analizadas.

Plataforma: Gracias al internet es posible contar con un sistema que contiene aplicaciones para usuarios. Es una base que brinda un soporte simbólico de manera virtual (aparente o simulada). Las más famosas son: Facebook, twitter, Instagram, Google, You Tube, Yahoo,Wikipedia, Baidu, Windows live, blogger, msn, etcétera.

Facebook: para algunos tiene credibilidad porque permite mostrar la parte que el individuo desea mostrar y elegir las amistades y cercanía con quienes intimar a través del medio. Para otros es el paraíso de la falsa identidad o de la personalidad escudo para protegerla. Si no se trata de transacciones bancarias, es fácil construir un espacio personal apócrifo, imitado, espurio, fingido , fraudulento o espurio.

          Twitter: Es un sistema que permite cifrar mensajes de hasta 140 caracteres, también se le ha llamado “el aprendiz de periodista”. Al igual que Facebook, se puede tener una serie de contactos y también seguidores. Todos los nombres se anteceden con @. Es el medio más utilizado por la farándula y  los gobernantes mexicanos.

          Community managers o administradores de comunidades: Son agencias dedicadas a crear imágenes modernas e innovadoras de candidatos, partidos, instituciones gubernamentales y políticos en general en las redes sociales para los usuarios interesados en política o miembros de partido. La manera más efectiva de trabajar es que los interesados (Tenorio, 2015) lean lo que comparten sus contactos en las redes sociales y así influir.

            Las redes sociales significan la interconectividad con el mundo para miles de ciudadanos. Su vida social transcurre desde una o varias plataformas como Facebook y Twitter. Una nueva realidad que hace apenas una década nadie imaginó, sobretodo el grado de adicción que causaría sobre todo en los jóvenes. Aunque los medios masivos de información siguen siendo la palestra donde se ventila la vida política, económica y cultural de la sociedad moderna, el Facebook es la red social con mayor penetración en este segmento de la población desde que nació en 2007 (Santamaría, 2014).

            La existencia de una comunidad significa que se comparte una visión de la vida en sociedad, donde se vive y actúa bajo ciertas reglas y ordenamientos, una cultura determinada,  donde hay respeto  por ellas y sentido de pertenencia. Por ello, para afirmar que se pertenece a una comunidad virtual, afirma Villanueva (Villanueva, 2006) “sería el resultado de elecciones conscientes de los actores sociales donde comparten valores y experiencias que corresponden a expectativas creadas por sus valores y experiencias vividas en comunidades reales, que existen y son físicamente discernibles.” Es decir, estas personas buscan ampliar su interacción social de acuerdo con sus ideales de comunidad, un reflejo de lo ya existente en sus vidas personales. Comparten intereses públicos en los medios digitales.

            En 1924, David Wark Griffith, uno de los padres del cine[3], escribió una carta [4] donde predice lo que ocurrirá con éste en 100 años (Schranx, 1989) : “En el año 2024…Con el uso del lenguaje universal de las películas, el verdadero significado de la hermandad del hombre habrá de quedar establecido en todo el mundo. Por ejemplo, el inglés aprenderá que el alma del japonés es, en esencia, igual a la suya. El francés se percatará que los ideales del norteamericano son los mismos que los suyos. Todos los hombres han sido creados iguales… En otras palabras, la cinematografía será tan parecida a la persona viviente u objeto existente, que usted podrá determinar desde su asiento que son imágenes de un objeto real…costará el doble que ahora. El asiento para verla costará menos de cinco dólares…Nosotros, pobres humanos, apenas podemos visualizar o soñar en sus posibilidades. Debemos ser amables con ella en su juventud, para que en su madurez ella pueda volver la vista hacia su infancia sin recriminaciones.” 

         Además, Griffith menciona que las imágenes serán portátiles, que los buques y trenes  proyectarán cintas en las travesías y hasta en los  hogares se contará con un aparato de estos. Un visionario del desarrollo tecnológico y un humano bien intencionado pero ingenuo.

2.- México y las redes sociales.                                  

            De acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet [5]          en 2011 define el perfil de los internautas mexicanos refiriendo los siguientes hallazgos: 6 de cada 10 acceden a alguna red social diariamente,  el 51% de los usuarios de internet son varones y el 49% mujeres, de los cuales el 27% tienen entre 12 y 17 años, el 23% entre 18 y 24 y el 17% entre 25 y 34. Es decir, los ciudadanos más jóvenes tienden a conectarse en las redes sociales, entre ellos se encuentran las tribus urbanas (Santamaría, 2014) y los millenials [6]. Con respecto a su nivel socio-económico el 46% pertenecen al estrato socio-económico medio bajo y el 31% al medio alto.

               La red preferida es Facebook (34%) y muy distante le sigue Twitter.                             Los mexicanos le dedican el 24% de su tiempo al primero. You tube lidera el entretenimiento. Las principales actividades son enviar mensajes privados públicos o privados indistintamente. El 90% las usa para comunicarse con familiares y amistades, el 46% sigue noticias. El principal lugar para conectarse es el hogar varias veces al día y por espacio de 1 a 3 horas por semana. Con respecto a la publicidad política el 42% ha visto de partidos políticos y el 29% la información gubernamental.

                 En suma, México tiene el segundo puesto de  participación con audiencia en internet después de Brasil con 19% y un mercado que crece vertiginosamente.

3.- La legislación y las nuevas tecnologías.

               En 2012, 40.6 millones de mexicanos son usuarios de Facebook (Asociación Mexicana de Internet) y ante tales números se generaron leyes que protegiesen a sus usuarios tanto en sus datos como en la regulación de sus interacciones. Así, se aprobaron: la Ley Federal de Protección de Datos y se reformaron artículos de la Ley Federal del Consumidor, la Ley Federal de Derechos de Autor y hasta el Código Penal en el caso de terrorismo (UNIVERSIA, 2013). A medida que las redes sociales se popularizan, surgen dilemas y polémicas que ocupan tanto a gobernantes,  legisladores como a  la sociedad civil, ya que ante los ataques y críticas contra las autoridades in crescendo[7] , se intenta regular el comportamiento social en las plataformas. La situación se complica porque pareciesen co existir varios México según la versión de quien la exprese a través de los medios electrónicos: usuarios, gobierno, legisladores.

              En 2015, la diputada Selma Gómez del partido verde presentó la iniciativa de Ley de Responsabilidad Civil para la protección del Derecho a la Vida Privada, el Honor y la Propia Imagen del Estado (Informador.com.mx, 2015), especialmente contra los memes [8] que atacan y calumnian a las personas causándoles daños morales. Su propuesta fue ironizada en las redes sociales al grado de convertir sus fotografías en memes burlescos.

               El proyecto de Ley de Gómez no ha prosperado a pesar de que su objetivo es la protección a la privacidad, honor e imagen, especialmente la de los servidores públicos.

               Las instituciones gubernamentales han aprovechado las redes sociales según Rubén González (González) “logrando así una mejor comunicación con los mexicanos”. En el artículo destaca al gobierno federal quien detenta la mayor de tweets, seguidores y marcas de me gusta. Una información que no coincide con otras agencias de investigación de mercado.