Temas femeninos: ¿Qué es la dispareunia?
¿Qué es la dispareunia?
La dispareunia es un trastorno sexual que se manifiesta de forma más habitual en las mujeres y se define como “el dolor o molestia que se produce antes, después o durante el coito”. Se trata de una molestia severa, que causa escozor, sensación de quemazón, dolor cortante e irritación, lo cual que impide el orgasmo, ya que el sexo no se disfruta. El hecho de que este produzca un profundo dolor e incomodidad al momento del coito puede hacer que también empiecen a surgir emociones difíciles como miedo, ansiedad o angustia.
Causas
Las causas de la dispareunia pueden ser de origen fisiológico como la resequedad vaginal, diversos tipos de infecciones, enfermedades urinarias, miomas uterinos, endometriosis, enfermedad inflamatoria pélvica o cuando durante el parto se han usado fórceps o se ha realizado una episiotomía.
La dispareunia también está asociada al vaginismo y a raíces psicológicas como el estrés o ciertas experiencias traumáticas, y, sobre todo, se relaciona a la falta de excitación durante la penetración, especialmente cuando ésta se produce sin una lubricación adecuada.
¿Cuándo ir a consulta médica?
Si el dolor y la irritación se manifiestan de forma prolongada e intensa, o si dichas molestias provocan una disminución de la calidad en tu vida sexual y te causan otros tipos de problemas, entonces es momento de acudir con tu ginecóloga o ginecólogo de confianza.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento dependerá de la causa que diagnostique la o el especialista, como lo mencionamos anteriormente, éstas pueden ser variadas; pero si el origen de la dispareunia es psicológico, deberá tratarse también con ayuda psicoterapéutica profesional, incluso es aconsejable acudir a terapia de pareja para fomentar la intimidad y la buena comunicación ante este problema.
Consejos para afrontar la dispareunia
Tú y tu pareja pueden minimizar el dolor con algunos cambios en la rutina sexual.
Cambia de posiciones: Si sientes dolor agudo durante la penetración, prueba diferentes posiciones, como estar arriba. En esta posición, puedes regular la penetración hasta una profundidad con la que te sientas a gusto.
Comunicación asertiva: Habla con tu pareja sobre cómo te sientes, o acerca de aquello que no te agrada o te lastima. Si necesitas que tu pareja vaya despacio en el momento de intimidad sexual, díselo.
No te apures: Las caricias prolongadas y los “juegos previos” pueden estimular la lubricación natural, reduciendo el dolor al retrasar la penetración hasta que te sientas completamente cómoda y excitada. Recuerda que tú puedes detener el acto sexual en el instante que decidas hacerlo, ya sea porque tienes dolor o simplemente no estás a gusto.
Usa lubricantes: Un buen lubricante ayudan a que el sexo se disfrute más. Prueba con opciones diferentes hasta que encuentres una que te guste.