Temas masculinos: POSICIONES SEXUALES
Cada persona tiene diferentes sensaciones y zonas de placer, el autoconocimiento es fundamental para ir descubriéndolas; sin embargo, la pareja también juega un papel primordial —en caso de tener pareja—, pues entre más rápido desnudemos nuestros pensamientos, dudas e inquietudes frente al otra persona, más rápido descubriremos nuevas emociones, nuevas sensibilidades y otros aspectos de nosotros que sólo pueden surgir a la par de un “otro”.
Dentro de la relación de pareja es importante tener apertura mental, esto se refleja en la confianza e imaginación que se dé en la relación; y sin duda, algo que afianza estos aspectos es la relación sexual. Se dice que, dentro del sexo, la práctica de las diferentes posiciones sexuales ayuda a explorar nuestros lados más sensuales, además de que descubriremos con cuál nos sentimos más cómodos y disfrutamos más. A veces algunas personas deciden practicar una posición, que, aunque no sea de su entera satisfacción, deciden probarla para complacer a la pareja. Por otro lado, también hay a quienes no les gustan ciertas poses, aunque no siempre sea porque no les da placer, sino que quizá existen motivos distintos. En mi experiencia, por ejemplo, he conocido mujeres que rechazan la posición que comúnmente llaman “de perrito”, y ha resultado algo emocional, alguna inseguridad con su físico o sencillamente que esa posición le lastima por la desproporción de los cuerpos; así que lo que les recomiendo es que mantengan plena comunicación con su pareja, dentro y fuera de la alcoba. Siempre que nuestra pareja nos diga que una posición o algo que hacemos en el sexo le disgusta, es muy importante que hablen el por qué y que respeten siempre su decisión.
Y regresando a la tan famosa posición de perrito, me gustaría hacer énfasis en las ocasiones en las que se presenta alguna molestia física; por ejemplo, si ésta posición les queda desequilibrada, si el hombre es un poco más alto que la mujer, y las caderas de éste quedan ligeramente o muy a desmedida de la pelvis de ella, puede provocar dolor al penetrar, puede lastimar alguna zona. Así que debemos ser sumamente atentos con esto.
Elsy Reyes, asesora sexual de un revista muy conocida, explica: “….al penetrar, el pene presiona hacia la pared posterior de la vagina y detrás de ella está el colon, el cual comienza a crear molestias e incluso irritarse y provocar cólicos. Digamos que el pene está estimulando la zona equivocada…” además nos brinda un buen consejo para solucionarlo: “…siempre procura que los huesos de tu pelvis queden al mismo nivel de los isquiones de ella, o sea los huesos de las nalgas”, y explica cómo podemos llegar a buen final “…coloca almohadas en sus rodillas para nivelar, así tu pene dará justo hacia abajo, o sea, la pared anterior de la vagina, donde hay sensibilidad por su conexión con el clítoris interno. Y no olvides poner lubricante con base en agua para que se deslice perfectamente, sin lastimar el vestíbulo vaginal.
Como ves siempre hay que mantener una buena comunicación y dar esa confianza que necesitamos con la pareja para hacerle saber a la otra persona qué es lo que nos está pasando, todo con el fin de fortalecer la relación y evitar malestares.