GRIFO
(Apuntes para un bestiario)
Híbrido de tubería y esfinge, el grifo no es, como pensaba Marina de Cárpaso, una mezcla de águila y león sino de estatua y fuente. Camino a la plaza y lo encuentro manando agua del hocico, perlado de musgo en las patas y fiel como su figura atroz a mis peores sueños en que, por pasar sin verlo (¿porque lo ignoré?), creí trocar su fiereza en figura de ángel con cántaro; el grifo no se mueve, sin embargo.
Imagino que, caballero en su lomo, no lo haré moverse y, aunque he pensado que un día va a levantar vuelo por buscar la gárgola de iglesia que ama en silencio hace tanto, no se ha movido. Y es que el grifo,sorprendido por un escultor aleve mientras dormía, hace mucho se dejó hacer piedra.