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Y seguimos pidiendo la palabra: DE TORERA DE LAS AGUAS: I, II Y III

Escrito por Rubén Manuel Rivera Calderón en Jueves, 03 Noviembre 2022. Publicado en Literatura, Poesía, Política

I

Mientras nuestras sombras

tejen y destejen un manto de complicadas caricias

nuestros cuerpos permanecen,

a la vista de todos,

sin tocarse.

 

II

Respirarte en mi mano,

tomar de tus cejas su calma

o montarme en ellas para jugar con sus crines blandas.

Dispararme este poema en la sien

y hacer de mi suicidio un crimen perfecto:

“Murió de poesía natural”.

Pero no sustituir con estas frases vacías

al momento en que abren tus piernas cerca de mi oído

para que escuche el romper de las olas.

 

III

Cuántas veces una respuesta sin preguntas,

un verbo en presente, triste, sin oídos.

Por eso aquella tarde venías lenta,

contando las mordidas de arena que la playa te daba;

por eso el desafío:

“A ver si puedes arar en mi piel

con tu yunta de sal”.

No, aquella tarde hasta el mar te quedó chico:

avergonzado se replegó en sus abismos esperando un descuido.

El descuido, torera de las aguas,

de que siempre te acentúas

en la penúltima ola.

 

Comentarios (3)

  • Lizbeth Talamantes

    Lizbeth Talamantes

    01 Febrero 2014 a las 15:35 |
    Me gusta como describes el mar, como si fueran dos amantes pero estas hablando de una ola, confunde un poco el tema pero en los últimos versos se percibe de que trata
  • Adrián Arboleda

    Adrián Arboleda

    01 Febrero 2014 a las 18:04 |
    Me gusta el ritmo que toma el poema, te deja imaginar los diferentes significados que pudiera tener, uno no sabe de que se trata al principio del poema y al ritmo que lo vas leyendo da sentido a las frases anteriores, con un final bien entendido.
  • Elizabeth Gervacio

    Elizabeth Gervacio

    04 Febrero 2014 a las 01:11 |
    muy buen poema, es agradable leer lo ya que te hace imaginar un sin fin de cosas cuando hablas así del mar

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