Y seguimos pidiendo la palabra: PLAYA BOCA ARRIBA
La playa inicia en la punta de tus senos, se derrama.
Esos niños que juegan a ser olas
brillaron antes en tu vientre.
De esas olas he nacido,
con esos juegos me alimento,
en ese mar me abismo,
en ese calor distante cruje la luna solitaria,
me calcino.
Sacudes al mundo con la yema de tus dedos,
tu mano fantasma resplandece:
todos estamos afilando sueños
para arrancarle las escamas a la noche
y que la oscuridad no se encarne en nuestros ojos.
La vida abierta de las aguas se estira, toca tus pies,
se atora en mis branquias sin memoria.
Sólo las arenas recuerdan nuestros nombres, ya borrados,
sin promesas que dupliquen la marea:
sus palabras crecientes nos envuelven, nos desnudan.
Una aguamala amanece prendida en mi garganta.
Lo que aún queda de tu cuerpo, sale de mis poros.
Es mi llanto la piel que te repite en las orillas,
terquedad luminosa, espuma, despedida,
sol derrotado que se eclipsa
con la luz rabiosa entre los dientes.