Y seguimos pidiendo la palabra: REVELACIÓN
Una vez estaba escribiendo acerca de un tipo que iba caminando por la acera con un cigarro en la mano derecha. Se colocó el cigarro en la boca, y fue entonces cuando descubrí que me estaba mirando. Vaya impacto. Como cuando en una película alguien ve a la cámara, como si supiera que estás ahí. Entonces él, con su mirada se fumaba mi temor y no el tabaco. Sólo duró un instante, luego se volteó y se fue caminando. Desde entonces no he podido dormir bien, temiendo que un pensamiento dé muerte a uno de mis personajes, después de todo, ellos saben lo que pasa ahí y ahora que sé que el tipo del cigarro sabe quién soy… más vale darles lo que quieren, finales felices, chicas… Cualquier cosa que pudiera querer un personaje ficticio.