¡¡A dormir bichis!!

Los ajetreos cotidianos hoy en día vienen aderezados con una buena carga de estrés  y preocupaciones propias de la actualidad, más comprometida y competitiva; al final del día arrastramos nuestra humanidad a la cama y esperamos el nuevo amanecer para recetarnos las mismas rutinas. Por lo general  las mamás tienen el último rol de la jornada normal que casi siempre te lleva a la cocina a preparar la cena y la lavada de platos que es francamente odiosa; si tienes niños, por supuesto el recorrido con la lista de  “ok”  en uniformes, zapatos, calcetas, tareas, etc..etc... Darle de comer al perro, recoger ropa sucia, y un chorrísimo más de pequeñas grandes cosas, que hacen que tu hogar amanezca en condiciones de operación aceptables, pero cositas que nadie ve, ni toma en cuenta… ¿como si se hicieran solas no? y ya cuando se hace el silencio todavía te falta cumplirle al patrón y luego, ahora si… a dormir, ya mañana Dios dirá.

El buen sueño reparador no es que nos guste... es que ¡lo necesitamos!.. Los señores no se apuran de mucho, la mayoría duerme en calzones, ronca, y se desparrama por toda la cama, que cosaaaa… los varones perfumados, sexis y empijamados nomás salen en las películas.

Por cierto ¿vieron a Chris Hemsworth haciéndola de Thor en la película de  Alan Taylor?... ése es tacotote de ojo señoras… qué torso se receta el ojiazul precioso,   nuestra realidad es muy diferente ¿apoco no?

Debemos reconocer que el descanso es algo muy importante. No se trata de que te eches un clavado a la cama, sino de que conviertas esa acción en un acontecimiento memorable y además que aporte a tu bienestar. Dormir tiene sus recovecos; algunos terapeutas dicen que ir a la cama apropiadamente puede ser tan beneficioso para tu vida laboriosa o afectiva como no nos imaginamos. Muy poco les dura a los esposos el cuidado de irse a la cama en bonito... apenas el primer año de casados, o lo que sea que dure el proceso de “agarrarse confianza”  y nosotras al principio dedicábamos un buen rato a acicalarnos previo a irnos a dormir. Invertimos en pijamitas monas, batitas sexis y transparentes, calzoncitos que tapen poquito y después del primer hijo acabamos durmiendo con camisetas viejas y batas que dejaron atrás su mejor momento... ¿por qué? No digan que no es cierto, tooodas tenemos una bata horrorosa ¡¡que nos resistimos a eliminar del closet…!!

¿Has pensado en lo sano que es dormir bichi? ¡Pues, piénsalo!! Para empezar, dormir “en pelotas” te brinda una agradabilísima sensación de libertad. Si duermes acompañada, seguramente no tardarás mucho en darte cuenta que la frecuencia de tus encuentros íntimos sube porque sube… es muy rico extender una pierna y tocar el cuerpo pelado de tu marido aunque esté panzón y peludo, atrevernos a dormir desnudas es una aceptación de quién eres TÚ,  en plena conformidad con tu físico aunque estés gordita, la sensualidad es la sensualidad.

Si decides empezar a dormir desnuda, toma en cuenta los mínimos necesarios antes de hacerlo: ante todo, bañada y perfumada claro, debes tener siempre tus pies arreglados y suavecitos, imagínate lo matapasiones que puede ser una arañazo con las “garras” de los pies, tus sábanas debes estar limpias, suaves y si se puede perfumaditas, y lo más importante ¡Cierra la puerta con llave, porque tu lívido se incrementa! Por supuesto que te sientes diva, provocativa y deseable… Sobre todo en las mañanas, no les des sorpresas a los hijos.

Yo no sé si en la Universidad de Harvard tienen poco qué hacer pero se aventaron un estudio sobre los efectos de abrazarse por más de 30 segundos y determinaron que aumenta el nivel de oxitocina, que no sé qué es eso, pero es lo que nos anticipa  al sexo, por lo que abrazar desnuda a tu pareja, te permitirá disfrutar su olor, la sensación de estar con él y relajarte (de ahí la importancia de bañarte antes de dormir).

Aparte, dormir sin ropa es sano para tu zona íntima. Tomemos en cuenta que nuestras intimidades están en zona húmeda y tibia lo que puede provocar que se generen más infecciones de las normales. Ciertas prendas de dormir pueden rozar la delicada piel de los genitales y pescar hasta una irritación o  infecciones urinarias. Por eso se dice que dormir en un ambiente frío es más saludable y puedes dormir tapada y con el aire acondicionado a todo lo que dé.

Por último, dormir desnuda también ayuda a conservarnos bonitas porque tus hormonas funcionan mejor a menor temperatura, como dormirás más a gusto, descansarás mejor y por consecuencia tus niveles de estrés decaerán de manera significativa y progresiva, lo que felizmente te llevará a comer menos, disminuye tu apetito y perderás grasa estomacal… así es que: ¡Chicas: A dormir en cueros!!

 ¡Todo sea por la salud!