AUTOESTIMA
¿Qué es autoestima?
Si aspiras a encontrarte a ti mismo, no te mires al espejo, porque allí encontrarás solamente una sombra, un extraño...
Sigmund Freud
Autoestima a menudo se define como “El conjunto de percepciones, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, nuestra manera de ser.” No obstante, este concepto de autoestima resulta poco completo para el desarrollo de la inteligencia emocional en un individuo; ya que la valoración de los comportamientos y características de la personalidad es en ocasiones necesaria dentro y fuera del área de la psicología, sin embargo, la consideración y valoración de la totalidad de los seres humanos y la totalidad de uno mismo son irracionales por ser un pensamiento absolutista y extremista; también lo es por construir estereotipos rígidos de lo que debe ser la autoestima y de como debe ser una persona con “buena autoestima”; ya que enfatiza en el aspecto físico excluyendo aspectos psicológicos, los cuales deberían de ser prioridad en el concepto. Por esta razón socialmente la palabra autoestima suele ser asociada inmediatamente con un aspecto físico “atractivo” o lo que se considera como atractivo actualmente, así como con una personalidad extrovertida e ideas de éxito fantasiosas donde se marcan expectativas irracionales, es por eso que es frecuente sentirse «incompleto», peor que otros, ya que el individuo se angustia por no poder cumplir con esos requisitos y termina por asignarse así mismo la etiqueta de fracasado, debido a la imposibilidad de llenar todas las expectativas que la sociedad le exige.
Dice Eduardo Galeano: «Estamos en plena cultura del envase. El contrato de matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo, y la misa más que Dios. La cultura del envase desprecia los contenidos». Y es así como este concepto generalizado de autoestima en el que sobre sale la “evaluación” de nosotros mismos ha venido despreciando contenidos y evaluando y midiendo envases, formando percepciones casi fuera de la realidad en la búsqueda neurótica de la perfección.
Es importante tener en cuenta que la autoestima se forma a lo largo de nuestra historia personal, a partir de nuestras experiencias y de la interpretación de las mismas; sin embargo, la cultura, la política, la economía, la sociedad, son influencias importantes en el desarrollo de la autoimagen y autoconcepto porque sofocan o impulsan la autentica autoestima del individuo, por esto conviene tener un concepto alternativo que no nos evalué de manera absolutista sino que impulse la salud emocional.
Considero que una autoestima saludable se puede ver como un estado de conciencia en la cual, sin depender del afecto, el sostén o la opinión de otros, hallamos una equilibrada sintonía con nosotros mismos aceptándonos y amándonos incondicionalmente, lo cual significa que estamos observando nuestras capacidades y conociendo nuestros propios límites, lo que nos permite valorar equilibradamente nuestras posibilidades y hacernos responsables de nuestros propios actos. Así que la autoestima no tiene que estar determinada por el éxito social, el aspecto físico, el nivel socioeconómico, la popularidad o cualquier otro valor que no se halle directamente bajo el control de nuestra voluntad ni por el hecho de si logra conseguir o no sus objetivos Al contrario, dependerá de vivir conscientemente en el aquí y el ahora actuando con responsabilidad, racionalidad, autenticidad, respeto y congruencia.
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Victoria