¡Bien, mi Robert!

Esa maldita manía de empezar a leer los periódicos muy temprano no es buena para la salud a esta edad que ya pasa de los sin cuenta años. Pero una vez que devoro las primeras planas de los medios nacionales, me sigo de corrido con las extranjeras y por eso hoy me regaló el señor Robert F. Smith la mejor noticia del día.

Este multimillonario norteamericano, ingeniero químico y presidente de una firma de inversiones muy acreditada, es un negrito bueno como la mayoría de nosotros los afrodescendientes veracruzanos, pero tiene la particularidad de que es muy inteligente, muy rico y filántropo de a de veras, y decidió ayer regalarles a 169 jóvenes de una universidad de Atlanta como premio por su graduación, nada más y nada menos que el pago de todas sus deudas.

Como seguramente usted ya sabe, lectora de bellos ojos y receptora  contumaz de miradas longitudinales, al igual que usted flácido paisano, la mayoría de estudiantes de los Estados Unidos de América pagan sus colegiaturas y gastos con préstamos que les otorgan los bancos y financieras y que se comprometen a cubrir al final de su carrera, al titularse, así que se vuelve muy pesado para la joven profesionista o para el muchacho recién graduado el tener que conseguir chamba y empezar a pagar las onerosas deudas.

Pues en esta Morehouse College en Atlanta, Georgia, donde el buen Robert les pagará todas sus deudas, se graduó hace muchos años Martin Luther King en la carrera de sociología. Así que es una escuela famosa, predominantemente para personas de color serio como usted y yo, y este benefactor Robert. F. Smith, decidió dar una lección de para qué sirve el dinero que ha ganado invirtiendo únicamente en Software. Este multimillonario, Robert, afroamericano, viudo y de cincuenta y seis años con una fortuna estimada en 5,000 millones de dólares, se comprometió a pagar toda la deuda que la clase había contraído para estudiar: un total calculado en 40 millones de dólares.

Los más de 400 estudiantes y sus parientes premiaron a Smith con un caluroso aplauso.  “Mi familia va a crear una subvención para eliminar sus préstamos estudiantiles”, dijo Smith al público, según la cuenta de redes sociales de la universidad. “Esta es mi clase”, dijo Smith, quien asistió a la ceremonia para recibir un título honorífico. “Sé que mi clase lo pagará en el futuro”, ayudando a mejorar las vidas de otros estadounidenses negros. Este año, Smith ya había anunciado una donación de un millón y medio de dólares a esa casa de estudios, pero lo ocurrido fue una sorpresa incluso para el personal de Morehouse, según el diario Atlanta Journal-Constitution.

Un portavoz de Morehouse dijo que se trata del regalo más grande en la historia de la universidad, cuyos graduados incluyen al mencionado líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., el cineasta Spike Lee y el actor Samuel L. Jackson. “Si pudiera hacer una voltereta hacia atrás, lo haría”, dijo Elijah Dormeus, un estudiante de negocios, al periódico. “Estoy profundamente eufórico”. Según contó Dormeus, su deuda por un préstamo estudiantil asciende a 90.000 dólares, cuya madre, Andrea Dormeus, es conductora de un autobús escolar en el barrio Harlem de Nueva York.

Quizá usted no sienta tanta felicidad como nosotros al leer esta noticia porque en México no nos endeudamos tanto para estudiar en la universidades públicas o privadas, pero es importantísimo que entendamos la trascendencia de que las universidades públicas se fortalezcan y por lógica, también las privadas, pues ello eleva el nivel cultural y educativo de nuestro país. Nuestro director de este medio Sudcalifornios.com lo entiende perfectamente pues fue Rector de nuestra máxima casa de estudios la UABCS, pero el chiste es que todos los ciudadanos, modestos o encumbrados lo comprendamos, como Robert el bueno lo ha captado. Olvídese del otro Robert el malo, el traidor o el rastrero infeliz.

Concluyo, mandándole a usted el mensaje más claro y directo. Todos los que hemos pasado por una universidad pública o privada, tenemos la obligación de entregar el máximo posible de nuestras ganancias, tiempo y voluntad, a mejorar la educación de nuestro país, estemos donde estemos. Seamos negros, amarillos, blancos, rojos o piel canela, eso no importa.

Este Robert Frederick Smith, es el negro más rico de los estados unidos, hijo de dos maestros de escuela William y Syvia quienes de niño lo llevaron a la gran marcha de Martin Luther King donde pronunció el famoso discurso de I have a dream. Robert es, además de muy inteligente y preparado en buenas universidades como el MIT o Cornell, muy tesonero y perseverante y eso lo cambia todo. No basta ser talentoso, también hay que ser chambeador. Te lo digo Juan para que lo entiendas Pedro.

Su maestría la hizo en la Universidad de Columbia, y por si fuera poco, tiene tres patentes tecnológicas en electrónica. En fin, una persona como usted y como yo, nada más que Forbes lo clasificó este año como el numero 163 de los más ricos de la unión americana. Es un hombre de tecnología y negocios, ojalá que los del ITES lo capten.

Pues ahí se las dejo de tarea amigos sudcalifornios. Pongan la película de Angelitos Negros con Pedro Infante, donde canta esa bella canción, para que vean que de que los hay, los hay. Y usted que todo lo sabe y si no lo inventa, se la recuerdo: de esta canción famosa la letra la hizo originalmente el maravilloso poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, según me enseñó mi amigo el finado periodista hermano José Cabrera Parra. Gócela.

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