Buena salud sudcalifornia: Por qué debemos reducir el consumo de carnes rojas
Es cierto que las carnes rojas contienen vitaminas y minerales importantes para una buena dita, sin embargo, recientes estudios científicos han revelado que ciertos nutrientes como la carnitina, cuando se consume en altas cantidades puede ser perjudicial para la salud. Así que actualmente existen muchas recomendaciones nutricionales que apuntan a limitar la ingesta de carnes rojas y dar prioridad a las blancas.
Pero, ¿a qué tipo de carnes nos referimos con exactamente con carnes rojas y blancas?
En términos generales nos referimos a las de mamíferos, como vacuno, cerdo, cordero o caballo. También los embutidos como longaniza, chorizo, tocino e interiores. Las blancas son las aves de corral (como el pollo o el pavo), aunque también incluyen la de conejo, que es un mamífero, y el pescado.
¿Cuáles son las enfermedades asociadas con las carnes rojas?
Se aconseja reducir el consumo de carnes rojas, especialmente los cortes con mayor contenido graso, por su asociación con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto cardíaco y accidente vascular cerebral. Esta asociación se ha atribuido tradicionalmente al mayor contenido de grasas saturadas y colesterol, aunque recientes estudios muestran que habría otros componentes.
Y es que, el alto consumo de carnes rojas no solo se ha relacionado con mayor riesgo cardiovascular, sino también con mayor riesgo de cáncer del tubo digestivo (intestino grueso o colon y recto), ya que aportan gran cantidad de hierro unido a hemoglobina, que en exceso se relaciona con un mayor riesgo de este tipo de enfermedades.
Riesgo que también se ha encontrado en carnes rojas y blancas procesadas (jamón de pavo, por ejemplo), ahumadas o asadas a la parrilla, debido a los compuestos cancerígenos (compuestos nitrosos, nitritos, aminas e hidrocarbonos) que se generan en estos modos de cocinarlas. Claro, se ha encontrado cierta relación al alto consumo de carnes rojas y procesadas, pero también a la vida sedentaria, al consumo de alcohol y tabaquismo.
Así que, debido a esto, es importante reducir la exposición a otros factores de riesgo para contribuir a la salud general y cardiovascular. No solo es comer menos carne, también es poner atención a otros hábitos poco saludables que podamos estar teniendo.
¿Cuál es la porción adecuada de carnes rojas en nuestra dieta?
La proporción adecuada de consumo de carnes rojas para lograr un buen balance entre el riesgo y el beneficio no está bien definida. Aun así, es prudente recomendar que no más de 1/3 de su consumo provenga de rojas y 2/3 de blancas.