Buena Salud Sudcalifornia: BENEFICIOS DE LA JAMAICA
La flor o caliz de jamaica es, como su nombre lo indica, la flor de la planta arbustiva (Hibiscus sabdariffa L.) perteneciente a la familia Malvaceae.
Es originaria de Asia y África tropical, y actualmente se conoce más de medio millón de especies en el mundo.
En algunas regiones las flores son rojas y en otras verdes.
Actualmente, China encabeza su producción, seguido de India, Sudán, Uganda, Indonesia, Malasia y en séptimo lugar se encuentra México.
El estado de mayor producción de jamaica en el país es Guerrero (con aproximadamente el 75% de la producción), seguido de Oaxaca, Michoacán, Nayarit y Puebla, principalmente.
Las variedades más cultivadas en México son la criolla, la china, jerzy y sudán.
La flor de jamaica mexicana es cultivada por pequeños productores, su cosecha es en forma manual, aumentando el costo de producción que compite con los bajos precios de jamaica importadas.
a flor de jamaica suele ser reconocida por sus propiedades terapeúticas o medicinales. Esto se debe a que, como la mayoría de las plantas, concentra múltiples vitaminas, minerales y compuestos bioactivos llamados fitoquímicos, con diversas propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e antihipertensivas.
Además, es particularmente rica en hierro y calcio, dos minerales relevantes para la salud, particularmente durante la infancia, adolescencia y la en general edad reproductiva.
Por su naturaleza la flor es fuente de fibra, situación que promueve la salud digestiva y cardiovascular, al promover la reducción de colesterol y azúcar en sangre.
Los ácidos polifenólicos y algunos flavonoides, como las antocianinas, son compuestos bioactivos que protegen nuestras células de procesos de oxidación, los cuales pueden derivar en enfermedades crónicas como las cardiovasculares.
Particularmente, la jamaica ha demostrado tener efectos anti-hipertensivos, debido a su capacidad de inhibir una enzima clave en procesos cardiovasculares.
Otros estudios muestran propiedades diuréticas, laxantes y antibacterianas
Fuente: El Poder del Consumidor