COEPRIS RETIRÓ CIGARROS ELECTRÓNICOS DE LA VENTA AL PÚBLICO

*La distribución y comercialización de ese tipo de producto es ilegal, ya que contraviene lo establecido por la Ley General para el Control del Tabaco.

Como parte de las acciones que lleva a cabo para salvaguardar el bienestar de la población, la Secretaría de Salud a través de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) retiró cigarros electrónicos de la venta al público durante los operativos de vigilancia sanitaria desarrollados en el cierre de 2017, por ser productos que violentan lo establecido en la Ley General para el Control de Tabaco.

Así lo dio a conocer titular de la COEPRIS, Blanca Pulido Medrano al señalar que este aseguramiento responde a la instrucción girada por la autoridad federal en la materia, al determinar que con base en la legislación vigente está prohibida en el país la comercialización de los artículos conocidos como vapeadores, cigarros electrónicos, e- cigarettes y cigarro sin humo.

Aunque se promueven como una alternativa para dejar de fumar, o como una opción con efectos menos agresivos para la salud de las personas, estos productos no cuentan con reconocimiento científico de la autoridad sanitaria del país, al añadir que su distribución y venta violentan el artículo 16 de la ley federal en la materia, que entre otros aspectos establece la prohibición de colocar cigarrillos en sitios que le permitan al consumidor tomarlos directamente.

Además, prohíbe comerciar o suministrar cigarrillos por unidad o en empaque que contengan menos de catorce o más de 25 unidades, así como vender al consumidor final cualquier tipo de producto del tabaco por teléfono, correo, internet o cualquier otro medio de comunicación, añadió.

Pulido Medrano puntualizó que con base en la evidencia existente, la propia Organización Mundial de la Salud, OMS, ha alertado que el aerosol generado por estos productos no es simplemente vapor de agua como suele afirmarse en la mercadotecnia, y que la inhalación de nicotina (que es el componente adictivo del tabaco), puede tener efectos adversos durante el embarazo y aumentar el riesgo de cardiopatías.