Cómo superar el estrés navideño
Las celebraciones decembrinas significan para algunos, días de fiestas, descanso y de ratos amenos con la familia y amigos, sin embargo, para otras personas estas festividades sólo son un cúmulo de tensiones, lo que la convierte para muchos en la época más agobiante del año; las filas interminables en la compras, los embotellamientos, la elección del regalo ideal, los preparativos para la cena o el viaje, el dolor que causa la ausencia de los que ya no están, la frustración por las metas no cumplidas, los viejos reproches de familia, las deudas y la “obligación” de ser feliz, pueden producir un estado de agotamiento mental.
El estrés navideño sucede cuando nos enfrentamos a las exigencias personales y a las presiones sociales que surgen en estas fechas invernales, es entonces que el cuerpo reacciona fisiológicamente segregando adrenalina y cortisol —hormonas que alertan el sistema nervioso provocando cambios en el organismo—como mecanismo de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante. El aumento constante del nivel de cortisol en la sangre ocasiona síntomas como cansancio, irritabilidad, alteraciones en el sueño, problemas digestivos, aumento de las alergias, debilitamiento del sistema inmunológico, dolor de espalda, falta de concentración, sentimientos de fracaso, ansiedad e incluso agresividad. Por lo que en muchas ocasiones las personas se reintegran a las labores cotidianas con una actitud de desgano y fatiga. Asimismo esa falta de motivación así como la inestabilidad emocional llevan a su vez a otro ciclo de estrés convirtiéndolo en un estado crónico y perjudicando severamente la salud.
A continuación, cinco recomendaciones para sobrellevar el estrés navideño:
Cuidar el bolsillo:
El consumismo desenfrenado y una mala administración generan un sinfín de preocupaciones pasadas las fiestas, por lo que es mejor prevenir y organizar un presupuesto aceptable para regalos, salidas, cenas, etc. El presupuesto debe ajustarse a las propias posibilidades económicas, ya que el dejarse llevar por impulsos del momento y adquirir productos que no fueron comprados de forma consciente originan deudas que se convierten en un peso para la familia.
Disminuir las expectativas:
Si pretendemos crear una serie de propósitos para el nuevo año que se aproxima, es mejor centrarse en metas realistas y sobre todo, es muy importante pensar en las estrategias para cumplir nuestros objetivos. No basta con desearlo, también es necesario trazar un plan adecuado para lograrlo. De lo contrario sólo obtendremos desilusiones.
Relajarse
Una de las mejores formas de manejar el estrés es a través de las técnicas de respiración y de meditación. Existen ejercicios sencillos que no llevan más de 10 minutos y que tienen efectos positivos en el cuerpo, uno de estos es la técnica llamada Un minuto de atención plena, la cualconsiste en enfocar toda la atención en la respiración durante un minuto. Los pasos son simples: cierra los ojos e intenta respirar profundamente con el vientre en lugar de con el pecho, inhalando por la nariz y exhalando el aire por la boca. Céntrate en el sonido y el ritmo de la respiración. Puedes visualizar que el aire que inhalas es del color que más te guste y que cada vez que respiras ese tono invade todo tu cuerpo llenándolo de serenidad. Prepárate para que la mente divague (porque lo hará) y tendrás que esforzarte por devolver la atención al objetivo cada vez que esto pase.
Asimismo, una forma propiciar la relajación es ambientando el lugar con música suave, mantras, sonidos de la naturaleza e incluso aromas. Puedes realizar este ejercicio las veces que quieras ya que entre más lo practiques más notaras sus efectos calmantes y te brindará una mayor claridad mental.
Actividad física
El ejercicio es un anti-estrés natural, ya que además de canalizar la energía emocional, la actividad física regular estimula la producción de endorfinas y dopamina en el cerebro, sustancias que están involucradas en la regulación del estado de ánimo, la motivación, en la generación de sensaciones de placer y euforia, así como en reducción de la ansiedad y el dolor. No es necesario asistir a un gimnasio ni practicar ejercicio riguroso para obtener los efectos relajantes del movimiento, basta con caminar al aire libre, correr, pasear en bicicleta, trotar por la playa, etc.
Disfruta la soledad
Si te encuentras lejos de tus seres queridos y te inquieta pasar estas fechas sin la compañía de los que amas, piensa que la soledad no tiene que ser angustiante. Dedícate tiempo a ti mismo, mantén la mente ocupada con cosas que te gusten o que sean productivas (ver una película, hacer un pequeño acto altruista, salir a dar un paseo) pasa el tiempo con amigos y sobre todo, exprésales lo que sientes y lo que significan para ti a las personas que quieres con una carta o una llamada, esto ayudar a reforzar tus vínculos, mantenerte cerca a pesar de las distancias y a liberar las emociones saludablemente.