
Costumbres

La costumbre es un zapato que te limita al andar,
 te hace una ampolla chiquita y ya convertida en callo
 callas y sigues andando sin saber a donde vas,
 es moda que se acomoda y te acomoda una joda
 aunque ni cuenta te das…
Todos los benditos días del maldito calendario
 te venden un cuento nuevo y lo vas pagando a diario 
 con pedacitos de vida,
 nada más para sentir que en esta carrera a ciegas
 se lleva la delantera
 ¡Vaya ilusión tan absurda!
 si desde el día en que entendiste los conceptos del idioma,
 tu mente ya no fue libre, tu mente fue latifundio
 donde sembraron carencia los poderosos del mundo.
En esta guerra de mitos la imagen le gana al verbo 
 porque la pintan bonito
 y así quemes tu salario y tengas que pedir fiado
 empeñando tu futuro, 
 te afanas en comprar caro lo que tu mano produce 
 nada más por la etiqueta
 que tu mismo le pusiste.
Lo triste de esa faena es que sin hacer conciencia 
 tu voz da el último grito…
El día que abras los ojos y te mires hacia dentro
 vas a sentir en  tus venas de la sangre el movimiento,
 te descubrirás tal cual: ¡Un ser humano perfecto!
 ¡Vengan a ti las campanas! ¡Rompe tus falsas cadenas!
 con un poquito de ganas se vuelve a tomar el rumbo.
Es tan simple ser felices si entendemos lo que somos
borrando las cicatrices y costumbres adquiridas
que tanto amargan la vida con pensamientos ajenos.
 Ya no te tragues la historia que el sufrir nos lleva al cielo,
 el cielo ya lo tenemos...
Contempla más las estrellas y olvida la competencia
 engendradora de llanto, de guerras y de violencia,
 pues cuando estés bajo tierra será materia obsoleta.
Deja de perseguir nada y abraza más a los tuyos 
 sin fechas ni más motivo que sentirte agradecido 
 de estar aquí y estar vivo...







