Crisol Internacional: “Aguas con el agua en América Latina…”
Los días internacionales establecidos por las Naciones Unidas definitivamente tienen el propósito de crear consciencia y acciones concretas acerca de un tema o problema particular, y así desde el año 1992 se conmemora el día 22 de Marzo como el “Día Mundial del Agua”, recurso indispensable para la sobrevivencia de la vida en nuestro planeta. No obstante, NO tiene que ocurrir un día especial para que el calendario nos avise que “Hoy es Día Mundial del Agua …”, sino todos los días deberíamos recordar y valorar la importancia de ese vital líquido y por ende darle un uso racional o como dice un antiguo proverbio: “Una gota de agua vale más que un saco de oro para un hombre sediento…”
Al respecto sabemos que hay contrastes en las regiones geográficas alrededor del mundo y especialmente en algunas zonas de África, donde las lluvias son muy escasas y los periodos de sequías son muy prolongados, causando por ello efectos y rezagos no solamente en el desarrollo, sino también hambrunas y verdaderas penurias para sus habitantes. Por otro lado existen también zonas en nuestro planeta donde prácticamente no deja de llover y las amenazas de inundaciones son un factor constante. Curiosamente en América Latina se ha planteado una paradoja en torno al agua, porque a pesar de contar con abundantes recursos hídricos, se observa según los especialistas “una cultura de uso ineficiente del agua en casi todos los ámbitos en los que se utiliza…” Así, los investigadores afirman que: “Hablar de escasez de agua en América Latina podría parecer incoherente, sobre todo si tomamos en cuenta que la región cuenta con una tercera parte del agua dulce del planeta y una dotación per cápita de 22.929 metros cúbicos por persona al año, lo que representa casi un 300% por encima de la media global.” Sin embargo, el uso del agua NO ha resultado ni ha sido históricamente racional y mucho menos adecuadamente manejado y distribuido.
La gran mayoría de nosotros sabe que desde México hacia hasta la Patagonia, hay importantes desigualdades en torno a la abundancia del vital líquido, y a pesar de que estas responden fuertemente a factores naturales, como son las características geográficas y climáticas de esas regiones, es decir por la naturaleza misma. De esta manera, América Latina presenta una distribución geográfica del agua desigual, con zonas extraordinariamente ricas y otras comparativamente más secas y con el 80% de la lluvia concentrada solamente durante pocos meses del año. Todo ello provoca una relativa escasez en algunos lugares y también durante determinados periodos del año, y por ende limita el desarrollo de la agricultura irrigada, además de otras actividades como son la industria, la minería, la producción hidroeléctrica, e incluso, genera y ocasiona conflictos entre varios sectores productivos debido a la competencia por el vital recurso, como son entre otros el turismo y la agricultura. Así, se plantea una paradoja de contar con recursos hídricos abundantes y envidiables y a la vez registrar limitaciones que tienen un nombre propio y que generan una, “inseguridad económica debido al agua”; hecho que se relaciona directamente con deficiencias en la infraestructura, el capital humano institucional, el financiero y también con la gobernabilidad de un país, que lleva a veces a situaciones de limitaciones y escasez, más allá de la presencia existente del recurso.
Hay casos como por ejemplo en Perú, donde según las fuentes oficiales el 70% de la población y el 90% de la producción económica se encuentran en la costa del Pacífico, siendo zonas que apenas cuentan con un 1,8% de la disponibilidad hídrica total del país, lo que hace que su región más dinámica económicamente esté seriamente afectada por las fluctuaciones hídricas, y las competencias por el vital líquido. Siendo obvio entonces que los costos y por ende las tarifas relacionadas con el agua y su uso van aumentando, calculándose que en la actualidad que “para cubrir la demanda de la infraestructura hídrica en América Latina es necesario invertir hasta el año 2030 el 0,3% del PIB, montos de inversión que hasta la fecha no se han cumplido.” Asimismo, se señalan en los informes respectivos del Banco de Desarrollo de América Latina las ventajas de que los países dediquen un 0,3% para mejorar y crear infraestructuras hídricas que se verían positivamente reflejadas en todas las esferas productivas y sociales, ya que según estimaciones de CAF (Cooperación Andina de Fomento) en coordinación con el mismo Banco de Desarrollo de América Latina, esto permitiría la generalización de los servicios de agua potable; es decir “ alcanzar una cobertura de 94% en el saneamiento; siempre que se garantice que al menos el 60% de las aguas residuales sean tratadas adecuadamente y que el 85% de las áreas urbanas tengan sistemas eficientes de drenaje,” temas de mucha relevancia en la actualidad para garantizar el desarrollo urbano sustentable a futuro.
De igual forma los organismos especializados recomiendan que para disminuir la inseguridad económica del agua en esa región y poder garantizar un uso eficiente y un acceso universal al recurso hídrico, además de las inversiones en infraestructura es necesario incidir en los siguientes aspectos:”Fortalecer la gobernabilidad de las empresas de agua potable” y particularmente mejorar su eficacia, rindiendo cuentas de forma transparente y clara.” También se señala que es indispensable aumentar la eficiencia en zonas y áreas irrigadas y en la agricultura, procurar una mayor transparencia en la distribución de los derechos del agua y proporcionar la difusión de tecnologías, como lo puede ser la irrigación por goteo, y así contribuir con mayor impacto al aumento de la productividad del agua en la agricultura, así como la promoción de innovaciones y emprendimientos en el sector.
Como sea de Norte a Sur, también es una tarea de todos el evitar la contaminación de las aguas superficiales y proteger las cuencas hídricas; ya que según las estimaciones más recientes para la región de Latinoamérica, “apenas el 20% de las aguas residuales reciben tratamiento efectivo y el grado de contaminación de muchos ríos urbanos tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los ciudadanos y en la degradación de la tierra.” En resumen, evitar la sobreexplotación de los mantos acuíferos y la creciente contaminación en América Latina es el reto dentro de la misma la paradoja del agua, porque como dice una popular frase “Aguas con el agua en América Latina”, lo que es necesario en todo momento para poder garantizar la seguridad hídrica de las futuras generaciones…
P.S.: https://www.un.org/es/observances/water-day,
https://www.caf.com/es/temas/a/agua/
https://www.cepal.org/es/publicaciones/46792-reflexiones-la-gestion-agua-america-latina-caribe-textos-seleccionados-2002-2020
https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2017/07/la-paradoja-de-la-escasez-de-agua-en-america-latina/