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Crisol Internacional: “Al umbral de la opulencia”…

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 27 Noviembre 2020. Publicado en Artículos de opinión en BCS, Andrea König Fleischer, Columnistas, Columnistas BCS , Crisol Internacional

Thomas Hobbes | Leviatán

A lo largo de la historia mucho se ha reflexionado y escrito sobre el carácter ambicioso y codicioso del ser humano; es decir sobre su naturaleza insaciable de siempre QUERER MÁS Y MÁS DE TODO. Desde tiempos remotos se ha estado estudiando este fenómeno y uno de los filósofos más representativos sobre este tema fue sin duda el filósofo británico Thomas Hobbes (1588-1679), fundador de la filosofía política moderna, autor muy prolífico y personaje de inquietudes muy diversas, ya que sus escritos abarcaron también la filosofía de la naturaleza y del hombre, además otros temas como: ética, estética, lógica, óptica, la filosofía de la matemática, la historia y el derecho y que  tradujo al inglés a varios autores clásicos griegos. 

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Así, entre uno de los múltiples conceptos filosóficos que desarrolló Hobbes se encuentra “el egoísmo psicológico”, afirmando que “el hombre es un ser psicológicamente egoísta… que por necesidad natural busca, en toda acción, conseguir un bien para sí. Si persigue algún bien para otro, lo hace necesariamente porque el que otro consiga tal bien es parte de su propio bien. El bien ajeno no puede ser querido  en cuanto tal y así lo expresó en todas sus obras políticas como en: Elements of Law, De cive y Leviathan. Sin embargo, cuando Hobbes nos expone que “el hombre sea naturalmente egoísta” NO quiere decir que “el hombre sea naturalmente malo", sino que el “hombre es malo si actúa contra el deber y las leyes prevalecientes”. Así, las actitudes y acciones, reflejadas en algunos dichos y argumentos populares contemporáneos como: “El que no transa, no avanza…o “Es más fácil arreglarse con las autoridades que cumplir con las leyes”, encajarían perfectamente en la visión del “hombre malo” referido por el filósofo Hobbes, quien también se opuso y cuestionó las teorías éticas clásicas de Aristóteles aseverando que “no hay un fin último o bien común porque, de haberlo, el deseo humano podría ser saciado, la felicidad de esta vida no consiste en el reposo de una mente satisfecha. La felicidad es un continuo progreso del deseo, de un objeto a otro; no siendo el alcanzar el primero sino el camino al segundo”…

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Indudablemente, hoy sumergidos en una sociedad política y económicamente dividida, polarizada y en crisis, algunas de las reflexiones filosóficas sobre la intrincada, multifacética, errática y por instantes poco descifrable naturaleza humana, pueden auxiliarnos a re-encontrar el rumbo como SER y como HUMANIDAD y particularmente mostrarnos la “delgada línea entre el bien y el mal”. Ya que sin duda estamos viviendo una nueva era de fragmentación social, donde al parecer cada uno de nosotros se está esforzando por dar lo mejor de sí, a veces hasta el límite y otras veces no tanto por la innegable presión que genera el confinamiento en casa, ya que el distanciamiento social o aislamiento nos pesan y por ello nos gana el torbellino de las emociones. Es justo en estos momentos en que debemos estar más serenos y ser valientes para superar “el bache” y restaurar nuestra propia paz y calma y también, para poder actuar, transmitir y brindar ya sea de cerca o de lejos, ánimo y apoyo a los demás y sobre todo tratar de recuperar nuestros momentos felices. Este reto psicológico y físico actual está omnipresente alrededor del mundo y por ello en TODOS sin hacer distinciones entre pueblos, razas, clases sociales, sexos o edades.

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Asimismo, temas como ECONOMÍA y EGOISMO vuelven a cobrar relevancia en este nuevo y frágil contexto mundial, que algunos psicólogos y economistas llaman el “Umbral de la opulencia”, a partir del cual no solo NO mejoramos, sino que empeoramos, porque todo aquello que necesitamos hacer para lograr unos ingresos mayores nos genera una serie de sacrificios que reducen nuestro bienestar. Si bien la mayoría de nosotros estamos conscientes de que el crecimiento económico es ilimitado, es entonces imposible, como bien lo revelan los indicadores económicos globales que “con tasas del 3 % anual se duplica el PIB cada 25 años y ese crecimiento exponencial no puede mantenerse durante mucho tiempo con unos recursos que son limitados.” Entonces, bajo el actual panorama de contracción y recesión económica internacional, con un pausado crecimiento, la recuperación será también lenta y dependerá de cada sector y de cada fuerza laboral y de su talento para que el proceso se vuelva más discreto y reservado. Sin olvidarnos de que al “priorizar el crecimiento, queda un amplio porcentaje de la población por debajo del umbral de la pobreza y millones de personas pasan hambre.” Esto está ya está pasando a nivel mundial y también a lo interior de países como México y es por eso tan relevante el tema de los valores y virtudes personales de cada uno de nosotros y del conjunto de  todos los seres humanos.

Es HOY justo el momento preciso para darnos una tregua y recapacitar sobre los modelos de explotación masiva, que además de poco sustentables son insensibles e inhumanos, creando ilusiones y espejismos sobre la “FELICIDAD” que poco tiene que ver con RIQUEZA MATERIAL. Es por ello el momento de  repensar la fórmula basada en el libro del psicólogo alemán Erich Fromm del “TENER o SER”, o quien no tiene..no es…” Es tiempo de valorarnos realmente como SERES HUMANOS con nuestros defectos, errores y carencias y recuperar así nuestra individualidad, en vez de darle “rienda suelta a un egoísmo desenfrenado y sin rumbo.” Procurar ser felices con lo que somos, agradecidos de nuestras vidas y dispuestos a corregir lo necesario para el bien y cambiar lo que no nos gusta de nosotros y que afecta a los demás, que se convertirán entonces en virtudes, liberándonos de vivir “Al umbral de la opulencia” y con ello, de las presiones materiales que sutil y calladamente nos han encadenado y que nos han vueltos más insaciables, menos felices  en vez de más libres, sensibles y por ende alegres…

 

P.S.: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-54552013000100022

https://alfayomega.es/el-ser-humano-es-insaciable-a-debate-la-idea-de-progreso/

https://www.forbes.com.mx/psicologia-de-la-corrupcion-el-deseo-insaciable-de-poseer-cosas/

https://lamenteesmaravillosa.com/ser-o-tener-segun-erich-fromm/

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