Crisol Internacional: Chicos de Oro, los adultos mayores en Dominica
Desde tiempos ancestrales “Honrar a los mayores” ha sido prácticamente en todas las civilizaciones y culturas una máxima social que escrita o no, está consignada y que es generalmente respetada por generaciones y también como norma cultural transmitida a los descendientes. Sin embargo, en la actualidad con creciente preocupación observamos que la sociedad relega a las personas de mayor edad, a pesar de que tanto las tradiciones religiosas, como las culturales llaman a dignificarlas. Tal vez a muchas personas en plena juventud aún no les pasa por la mente que algún día serán mayores, menos fuertes físicamente y quizás dependientes de otro, pero también algún día tendrán la oportunidad de ser más maduros, experimentados y probablemente más sabios, llenos de historias y buenos consejos para fomentar la llamada “escuela de la vida.” Algunos sociólogos afirman que “hablar hoy de los adultos mayores o personas de la tercera edad es hablar de marginación y que la sociedad actual NO sabe qué hacer con sus mayores, explotados durante 30 o 40 años de trabajo. Una sociedad que se mueve por el poder, el dinero, la competitividad, el consumismo y el “fitness”, una sociedad que rinde culto al cuerpo, a la vitalidad, y donde la juventud es un valor en alza, que no sabe qué hacer con sus ancianos”, en vez de integrarlos y hacerlos sentir “útiles”, queridos y “apapachados” como lo que en verdad son unos auténticos “Chicos de Oro”.
Recapacitemos sobre esta realidad por unos instantes, la sociedad o más bien dicho la “aldea global” SOMOS TODOS y esto incluye también el poder ejercer nuestros derechos universales en cada fase de nuestra vida: NIÑEZ, JUVENTUD, EDAD ADULTA Y EDAD MAYOR, simplificando y especialmente ayudando en las diversas etapas y sus requerimientos que en todo momento se necesiten y se complementan. Así, si cambiáramos nuestro enfoque y perspectiva hacia los mayores, no solamente porque se acerca la celebración del “Día de los Abuelitos”, sino porque verdaderamente reconocemos su trascendencia y les guardamos respeto y admiración, podríamos renovar y construir una ética de honrar y a la vez de aprender mucho de nuestros mayores. Es cosa de tomar consciencia y practicar como parte de nuestra rutina cotidiana, expresiones y gestos de amabilidad, paciencia y comprensión hacia una persona mayor que seguramente la recompensará con una enseñanza, además de brindarnos una bondadosa sonrisa o un guiño vivaracho. No importa donde vivimos, si en una ciudad o en el campo, cerca de una montaña o en una isla, siempre encontraremos una persona mayor dispuesta a compartir parte de sus aventuras, de su historia…de su vida. Como bien lo expresaba Paulo Coelho en el “Alquimista”, “Su leyenda personal”. Interesantemente las personas que habitan en las islas alrededor del mundo, y particularmente aquellas dispersas en las turquesas aguas del Mar Caribe, tienen muchas historias fantásticas que contar y experiencias extraordinarias que compartir porque han sobrevivido no solamente al tiempo y a los caprichos de la naturaleza sino también a las penurias y carencias debido a su aislamiento geográfico.
Justo ahí al Este del Mar Caribe entre los Territorios franceses de Guadalupe y Martinica, al Sur de la Florida, se ubica la Mancomunidad de Dominica, la isla más grande de las islas del Caribe Oriental, con un área de casi 300 millas² y que fue la primera que avistó Cristóbal Colón en su segundo viaje de exploración hacía América, hecho histórico que ocurrió el Domingo 3 de Noviembre en 1493- y de ahí su nombre, Dominica. Posteriormente y debido a la indomable resistencia de los nativos “caribes”, los españoles se rindieron tras los fracasados intentos de los británicos de conquistarlos, un grupo de leñadores franceses logró finalmente establecer un asentamiento en la que hoy es su ciudad capital Roseau, pregonando la fe católica y la lengua francesa que más tarde en 1805 fue sustituida gradualmente por la corona británica, para más tarde en 1978 convertirse en activo país miembro de la Mancomunidad Británica. La belleza de la isla es innegable y su himno nacional lo resalta y declama “Isla de belleza, isla de esplendor” ya que cuenta con los bosques fluviales más ricos del Caribe. Además como es de origen volcánico posee tierras fértiles para diversos cultivos como el plátano y los cítricos, asimismo desarrolló una industria de aceite de coco y de jabones, aparte de ofrecer hoy en día diversificados, y originales, artesanías y servicios turísticos. El Parque Nacional “Morne Trois Pitons” en Dominica ha sido identificado por la UNESCO como Patrimonio del Mundo, en él se encuentra uno de los lagos hirvientes más grandes del mundo donde jóvenes y mayores encuentran esparcimiento y relajación física y mental.
Dominica además honra cultural y especialmente a sus mayores y durante su Semana de Independencia e Historia que se celebra en el mes de Octubre. Es el tiempo y espacio que denominan de los “culturalmente mayores”, para que ellos puedan narrar sus historias y compartir sus experiencias de vida en escuelas y espacios públicos, y así se reconoce su contribución a la sociedad, distinguiéndolos incluso con un tambor dorado, uno de los instrumentos icónicos, muy populares en las Islas del Caribe. Además es una forma positiva de cultivar, trasmitir y pasar el legado cultural y conservar la memoria histórica de la isla, perpetuando su espíritu de lucha indomable, como el de su antepasados caribes y con esto darle una lección de vida importante al mundo: la de “los Chicos de Oro” que no solamente viven en Dominica, sino que están cerca de nosotros y cuyas voces merecen ser escuchadas y respondidas cada día.
P.S.: www.ucm.es › index.php › CUTS › article
https://www.dominicavibes.dm/news-29467/
https://www.ecured.cu/Dominica
http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/DOMINICA_FICHA%20PAIS.pdf