Crisol Internacional: “Cuando Cécil deja de rugir…Zimbabue”
Más que una moda, ya resulta ser una necesidad imperativa el cuidar nuestro Planeta Tierra y a TODOS los recursos que atesora y guarda, y si nos fuéramos en un rápido viaje imaginario por los diversos ecosistemas que lo componen, encontraríamos incontables ejemplos de explotación irracional y crueldad humana: la tala masiva de bosques y selvas, dudosos proyectos de explotación minera y también, la destrucción continúa de los entornos naturales por frenéticos procesos de urbanización, además de escenarios interminables de caza furtiva, que en conjunto son sólo algunos de ellos. Justo esos últimos llegan a tocarnos más el corazón cuando brutales imágenes de maltrato animal circulan en los medios masivos de comunicación y reclaman desesperadamente la reacción de nuestra conciencia colectiva. Así, durante las pasadas vacaciones de verano se escuchó un grito de auxilio dirigido hacia la comunidad internacional proveniente de una nación del Sureste africano, Zimbabue, después de que un cazador deportivo estadounidense quien supuestamente pagó la cantidad de $50 mil Dólares había matado y decapitado al león insignia de esa nación, de nombre “Cécil”. “Cécil ha dejado de rugir” era el clamor escuchado tras una tremenda agonía, porque según las investigaciones tardó días en morir. Ese símbolo fue atraído con cebo muerto para sacarlo fuera de su reserva ubicada en el Parque Nacional de Hwange donde le dispararon con arco y flecha; es decir, “a la antigua y con todo el sufrimiento incluido”…Aún peor es enterarse que según los reportes del New York Times de los años 2009 y 2006 este mismo cazador ya había participado en eventos similares, cazando un alce y un oso negro también con arco y flecha para aspirar a un lugar en un libro de récords de cazadores con esas armas.
Tristemente es bien conocido que “el animal más grande del mundo es el HOMBRE” y el caso de Cécil es un ejemplo claro más del poder destructor que puede llegarle al precio a un “determinado blanco” y satisfacer así un EGO. Al respectoy tras este brutal incidente caben muchas interrogativas, cómo por ejemplo ¿ $ 50 mil Dólares por la cabeza de un león que simbolizaba a una nación? ¿ Cuánto pagarían entonces ciertas egolatrías por un trofeo humano para solo satisfacer una “vanidad mundana” en una nación cuyo índice de desarrollo” es de los más bajos en el mundo y en donde resultaría por ello muy fácil de corromper y comprar lo que sea?, incluso un símbolo o quizá una vida humana? ¿Serán a caso nuestros bisnietos a quienes dejemos apenas unos cuantos vestigios artificiales de aquella belleza natural de fauna y flora que el Planeta aun contiene para depositarlas en estériles vitrinas de museos o algunas claustrofóbicas jaulas de zoológicos porque nosotros no fuimos capaces de reaccionar y actuar a tiempo?
Naciones como Zimbabue a pesar de toda su singular belleza natural, enmarcadas por las majestuosas Cataratas de Victoria y el curso del Río Zambeze, siguen como países extremadamente pobres, explotados y dominados por Occidente, ejemplo de ello son también las imágenes tan estrujantes de un elefante que había muerto por causas naturales y que fue descuartizado por completo por cientos de aldeanos hambrientos que en menos de dos horas sólo dejaron los huesos del paquidermo de 4 metros y de un peso aproximado de 6 toneladas. 24 horas más tarde quedó únicamente una gran mancha de sangre, recordándonos la miseria y el hambre que sigue azotando con toda la furia a estas zonas del mundo. Episodios como este conmueven y a la vez dividen a la opinión pública, planteando nuevas interrogantes acerca de la insuficiencia de la ayuda externa, la incapacidad de los gobiernos post-coloniales de alcanzar el progreso y la estabilidad social y económica deseada, así como la debilidad o fuerza de un pueblo para luchar y seguir adelante en su camino.
Zimbabue se encuentra ubicada en la porción Sur del Continente Africano, rodeada entre Botsuana al Oeste, Zambia al Norte, Sudáfrica al Sur y Mozambique al Este y no cuenta con ningún acceso al mar. Su nombre en su lengua nativa significa “La Casa de Piedra” y en el pasado fue colonia inglesa que se conocía como Rodesia del Sur, famosa por sus minas de oro, que atrajeron aventureros de todas partes del mundo. El camino de su independencia fue largo y violento, caracterizado también por un conflicto racial y duro de casi seis décadas, hasta que en 1980 se convirtiera en la República de Zimbabue. Desde entonces ha sido gobernado por el Presidente Roberto Mugabe, quien instauró un estado socialista, representado por un partido único que ha experimentado una gran fragilidad y severas crisis económicas, registrando las tasas de inflación más elevadas de la región, así como reservas monetarias prácticamente nulas, hechos que comprueban que la situación tanto económica como social que rige en aquel país es realmente precaria y por ende necesitada de la atención de la comunidad internacional.
Pero aún en ese escenario tan dramático y pobre como se ha descrito, puede haber una luz de esperanza, la voluntad de luchar por un mejor mañana y querer defender y proteger los tesoros y otros símbolos que encierra esta polémica nación centrada en sus recursos naturales, particularmente sus animales salvajes y especialmente los rinocerontes, leones, cheetas, elefantes y búfalos que se puedan avistar en los Parques Naturales de Mana Pools y Matobo. La Oficina de Turismo de Zimbabue junto con guías nativos capacitados emprende grandes esfuerzos para atraer a los turistas internacionales, mostrando un amplio sentido de hospitalidad hacia los visitantes y tratando de convertir al país en un destino interesante, atractivo y seguro. Así, se ofrecen inolvidables excursiones a las extraordinarias Cataratas de Victoria y a las Grandes Ruinas Nacionales, que fueron declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. También existen las actividades del llamado “eco- turismo” donde el aventurero pueda liberar sus niveles de estrés y adrenalina en los recorridos de kayaks por los rápidos del Río Zambeze o a bordo de una avioneta, admirando la singular belleza de sus sabanas e increíbles animales salvajes. Tristemente ”Cécil ha dejado de rugir”, pero sin lugar a dudas su forzado y trágico silencio nos deja un gran legado y una enorme responsabilidad compartida entre TODOS nosotros para actuar con más conciencia y responsabilidad hacia nuestro entorno. No tenemos que viajar miles de kilómetros hasta Zimbabue para actuar, bien podemos en nuestra tierra recoger la basura que causamos o cederle a alguien el paso, deberíamos revalorar la vida, especialmente si consideramos que en Zimbabue la expectativa de vida promedio es de apenas 39 años… ¿Qué esperamos entonces para dirigir nuestra propia vida tan privilegiada hacia un destino más afortunado…?
P.S: http://www.elmundo.es/ciencia/2015/07/25/55b36332e2704e45788b4571.html
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150728_ciencia_cazador_estadounidense_leon_cecil_egn
https://www.youtube.com/watch?v=xeehKoZOdp8
http://www.zimbabwetourism.net/
Comentarios (1)
Carla Riojas
Siempre es importante informarnos sobre lo que pasa en otros lugares del planeta.