Crisol Internacional: “Danubio azul…¿Por siempre?"
Cuando el gran compositor austriaco Johann Strauss compuso en 1867 el famoso vals “Danubio azul”, Europa seguía sumergida en los conflictos y tensiones bélicas, y justo esa melodía tuvo literalmente unos comienzos azarosos por una derrota militar del mismo Imperio austro-húngaro contra el ejército de Prusia, siendo sin duda desde su origen hasta nuestra época un exitazo a escala mundial. Al respecto, lo que los historiadores de la música encontraron que antes de convertirse en el vals vienés por excelencia para el concierto de Año Nuevo ha sido incluso utilizado como un himno informal de Austria. El origen del “Danubio azul” fue una obra de encargo para el Coro de Hombres de Viena y la primera composición vocal escrita por Johann Strauss hijo. ¿Por qué eligió ese título para un río de color casi verde plateado? No se sabe con certeza, pero las cualidades musicales de la obra y el título, innegablemente evocan una Austria eterna…o bien como lo siguen expresando críticos de la música décadas después de su composición: "Un título patriótico especial y balanceado, en el que cada persona proyecta un recuerdo relacionado con el río y con un episodio personal y propio derivado de un viaje a Viena y al Danubio”... Lleno de historia, nostalgia casi poética, de sueños e idilios culminados en una experiencia acústica única.
Veamos, las aguas del Río Danubio no son siempre azules, sino más bien de una gama de tonalidades grises, plateados, cafés e incluso verdes y reúnen muchas historias generadas desde el Centro de Europa y hacia el Este. Remembranzas que abarcan batallas, disputas, rencillas, riñas, hambre y sobrevivencia, pero también historias de amor, pasión y valentía. Geográficamente el Danubio es uno de los ríos más importantes de Europa, y sin duda el más internacional, ya que constituye una frontera natural entre varios países y a la vez una vía de comunicación y transportes única en el mundo. De hecho es el segundo río más largo de Europa con una extensión de 2,850 kms, que recorren la parte Centro-Oriental, en dirección principalmente del Oeste al Este, pasando y limitando su trayecto, diez países desde Alemania del Sur donde se origina en la Selva Negra a Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Rumanía, Bulgaria, Moldavia y Ucrania para finalmente desembocar en el Mar Negro, en el que forma el Delta del Danubio, una región de singular belleza y gran valor ecológico, cuya cuenca abarca más de 817,000 kms², es decir que representa el 8% del territorio europeo en donde habita el 10% de su población. Además proporciona agua a los países vecinos como Suiza, Italia, República Checa, Polonia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Albania y Kosovo. Interesantemente y de acuerdo a cómo se fueron dando a los asentamientos históricos cerca de los ríos y las masas acuáticas, el Danubio no fue la excepción y encontramos en sus orillas las ciudades capitales de cuatro países europeos: Viena, Belgrado (Serbia), Budapest y Bratislava, capital eslovaca, así como capitales de varias provincias.
Recorrer al Danubio en el presente es emprender un viaje extraordinario tanto por sus paisajes, diferentes climas y muy variados ambientes que encierran también vastas eco-regiones o reservas naturales existentes prácticamente en cada uno de los países que atraviesa. Como por ejemplo en Alemania el Parque Natural del Danubio Superior y el área protegida llamada “Donauleiten; en Austria se encuentra a la vez el Parque “Danubio Auen”; en Eslovaquía la llanura aluvial del Danubio. A su vez en Hungría, cuenta con el Parque Nacional del Danubio-Ipoly y Gementz; en Serbia está la Reserva Natural del Alto Danubio, el Parque Nacional de Fruška Gora, la Reserva Natural Kovilsko-Petrovaradinski Rit, la Gran Reserva Natural de la Isla Militar y el Parque Nacional de Đerdap. En Rumania, el Parque Natural Puertas de Hierro, uno de los más fascinantes de toda Europa, ubicado entre Serbia y Rumania, con unas formaciones a las que se les llama Gargantas Naturales, Golubac, Gospodin y Kazan, que en el recorrido comprimen el paso disponible para las embarcaciones, debido a su estrechez. Finalmente, la Reserva de la Biosfera Delta del Danubio; y en Bulgaria, el Parque natural sencillamente bautizada “Parque”, el Área Protegida de Kalimok-Brushlen y la Reserva Natural de Srébarna. Todas estas zonas actualmente protegidas son una clara muestra de la preocupación y de la consciencia de sus pobladores por el entorno y el gran apego y respeto que le tienen a las aguas, la flora y fauna del Danubio.
Etimológicamente “Danubio” se deriva del latín “Danubius” haciendo referencia al nombre de una deidad de los ríos, que también es conocida desde la mitología griega como “Istros”, río que marcaba la frontera entre el mundo griego y el escita, de los antiguos pobladores de Persia y cuyas aguas, en algunas partes caudalosas ya representaban verdaderas hazañas para sus navegantes y pueblos aledaños, los que durante los crudos inviernos luchaban por su sobrevivencia. Sin embargo, durante el deshielo, podían producirse inundaciones, como las que ocurrieron hace más de medio siglo en Marzo de 1956 y también en fechas muy recientes, causando muchos daños especialmente en Hungría, donde la llanura es regularmente invadida por el agua, lo que requirió una política de desarrollo específica y la construcción de diques y la rectificación del curso. Hoy cada país aledaño cuenta con sus regulaciones hidrológicas y protocolos específicos transfronterizos, así como también de medidas para la prevención de desastres naturales, cooperando intercontinentalmente, para que se conserven esas aguas, soñadas como las del “Danubio azul” sigan dando vida, sustento, siendo un puente internacional para actividades agrícolas, pesqueras, comerciales e industriales y también para que den mucha alegría, aventura, paz y deleite a sus visitantes “por siempre”.
P.S. Para escuchar el famoso vals y admirar los paisajes:
https://www.youtube.com/watch?v=4FcTYF0OBSg