Crisol Internacional: “Dulces emporios… República Dominicana”
La región del Caribe es mundialmente reconocida por sus hermosas playas, la calidez de su gente, su música y su exquisita gastronomía pero también por sus deliciosas y refrescantes bebidas y cócteles. La famosa Cuba Libre, la Piña Colada y el Mojito son sólo algunas de las más conocidas y populares mezclas que esa zona ha dejado como un recuerdo especial para sus visitantes y con la globalización para todo el mundo, siendo además una vivencia personal entre sus habitantes. En la industria de las bebidas tropicales del Caribe, especialmente aquellas que contienen alcohol hay algunas familias con negocios millonarios, particularmente de aquellas que desde hace muchas décadas tradicionalmente se han dedicado al cultivo de la caña del azúcar.
La República Dominicana, bañada por aguas cristalinas, históricamente es también muy relevante en el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, ocupa un poco más de dos tercios de la famosa Isla de la Española, bautizada así en 1492 y que hoy comparte con Haití ,ubicadas ambas en las Antillas Mayores. La República Dominicana es un país isleño con una gran tradición en el cultivo, proceso y la destilación de la caña de azúcar. La caña de azúcar como producto es relativamente antiguo y ha dado literalmente la vuelta al mundo, ya que es originaria de Nueva Guinea, de donde pasó a la India y de allí a China y Oriente Cercano. Con la expansión musulmana los árabes la introducen hasta el Mediterráneo y Cristóbal Colón en su segunda viaje la introdujo a América. Fue un fuerte aliciente económico cuando la explotación minera mermó y los colonizadores necesitaron buscar otra actividad que fuera tan rentable como lo fue la minería, así surgió la idea de las plantaciones de caña y la producción de azúcar, instalándose los primeros ingenios en ese país y en otros perteneciente entonces a España. A partir de aquel momento la industria azucarera recibió procesos continuos de modernización hasta convertirse durante los primeros setenta años del siglo veinte en la columna vertebral de la economía dominicana. La exportación tanto de la caña de azúcar como del ron se volvió importante para las exportaciones del país, colocando a la República Dominicana en el mundo de los negocios internacionales….
Sin embargo, tras el éxito comercial, la historia de la industria azucarera en las Antillas no fue un recuerdo tan dulce, ya que está marcada ´por la trata de esclavos de corta edad, predominantemente traídos bajo “licencias” desde África y de preferencia “negros bozales”, inexpertos y dóciles para resistir una jornada de trabajo de 18 horas. La difícil tarea del cultivo de la caña en los ingenios demandaba fuerza muscular, superior a la de los indígenas locales, cuya población había sido menguada significativamente durante la Conquista. La industria azucarera de la isla floreció mientras que en su vecino país de Cuba disputaba una guerra (1868-1878), al igual que en el principal estado productor de la Unión Americana, en Luisiana, mientras que en Europa, especialmente el conflicto entre Francia y Alemania que habían sido los principales productores de azúcar de remolacha favoreció las exportaciones dominicanas que además habían sido apoyados por leyes y disposiciones oficiales para incentivar la inversión de capital en explotaciones azucareras a mayor escala…
República Dominicana con visión por los negocios poseía las condiciones naturales óptimas: abundante tierra de excelente calidad con una amplia red de irrigación fluvial que obviamente favorecían el desarrollo de la industria que hoy y tras diferentes crisis económicas y especialmente la guerra de los precios del azúcar en los mercados internacionales, está reemplazándose por el turismo y los servicios. La caída del precio internacional del azúcar debido a la competencia del azúcar de remolacha europea, la escasez de mano de obra para el cultivo de la caña de azúcar y la incapacidad con que se estaban administrando los ingenios estatales provocaron, a partir de 1985, un decline casi total en la industria azucarera dominicana, sugiriéndose como medida de mejoramiento a tal situación la privatización del CEA (Consejo Estatal del Azúcar) y con ella la de todos los ingenios estatales. Así aquellos dulces emporios se fueron poco a poco amargando y desintegrando porque un gran número de pequeños agricultores independientes fueron expulsados de sus tierras, convirtiéndose en una clase marginada y empobrecida, mientras que unos cuantos terratenientes, algunos nacionales otros extranjeros, mantenían el control, hecho similar que se repite hasta la fecha en muchas agroindustrias de diversos productos alrededor del mundo…
Como haya sido, el ron, proveniente de la caña de azúcar es la bebida nacional de la República Dominicana y de otras naciones caribeñas y sigue siendo uno de sus productos de fama mundial: Ron Brugal, Ron Bermúdez y el más antiguo Ron Barceló, se destacan como los más populares entre los conocedores. Los rones se elaboran a base del proceso de fermentación de la melaza que queda después de la cristalización del azúcar en el jugo de la caña. Posteriormente se tiene que destilar y almacenar en barricas para su añejamiento. El tradicional “blending” es el toque final y secreto de cada casa productora para lograr la consistencia en el sabor, aroma y color, consiguiéndose así un ron de excelente calidad. En el caso de las tres marcas referidas, todas siguen siendo elaboradas por descendientes de familias españolas, éstas por fortuna han procurado actuar en beneficio de la sociedad dominicana no sólo generando empleos y divisas, sino también programas de asistencia social y de educación. A pesar de los alti-bajos de la economía internacional, la industria del ron dominicano representa indudablemente una actividad comercial de alto valor estratégico. Pocos productos de la República Dominicana pueden hacer alardes del reconocimiento y de la reputación internacional del que disfruta su ron. Así cuando brindemos la próxima vez con alguna bebida alcohólica, sea ron, tequila u otra, habrá que valorar también las manos que lo han elaborado y los emporios, sean “dulces o no...” que lo han creado y que lo respaldan…
P.S.:http://www.educando.edu.do/articulos/estudiante/la-industria-azucarera-en-la-republica-dominicana/ http://www.revistasexcelencias.com/caribe/la-altura-de-los-mejores/gastronomia/el-ron-en-republica-dominicana http://elnacional.com.do/biografia-del-ron-dominicano/ y http://www.eldinero.com.do/16680/la-emblematica-industria-del-ron-dominicano/