Crisol Internacional: “Ecléctica y elegante, Christchurch, Nueva Zelanda”
Con el acelerado crecimiento demográfico y el progreso de las zonas urbanas durante el siglo XX, la planificación de las ciudades representa un auténtico reto y desafío para los gobiernos en turno y particularmente para los encargados del desarrollo y planificación urbana. Hacer las ciudades, especialmente las “megapolis”, más vivibles es tarea de TODOS, por ello se han planteado muchas iniciativas entre varios gobiernos y sus ciudadanos que buscan una transformación más sustentable, más verde y sobre todo más segura y humana. Asimismo para algunos expertos en la materia el verdadero desafío consiste en combatir la ignorancia y la apatía, repensando el futuro de las ciudades de una manera más armónica y conciliadora, descentralizando el poder, limando las desigualdades, la exclusividad y desde luego la marginación para alcanzar un beneficio colectivo y un mejor porvenir para TODOS. Al respecto y cuando de calidad de vida se trata existe un listado o ranking mundial de las ciudades más habitables, seguras y atractivas y aunque pueda existir una relativa subjetividad al otorgar esa distinción resulta por eso relevante tomar en cuenta la fuente de la información. Según los organismos descentralizados de las Naciones Unidas que consideran la expectativa de vida, la igualdad de género y la educación Canadá aparece como el único país del continente americano con esos estándares de calidad; a su vez, Islandia, Irlanda, Amsterdam, Singapur, Berlín y cómo la mejor para muchos Oslo en Noruega; sin embargo entre ciudadanos, viajeros y conocedores en el tema también hay un consenso que lugares como Sidney y Melbourne en Australia y también Auckland y Christchurch en Nueva Zelanda ofrecen una calidad de vida casi inigualable. Justo esta última ciudad, ubicada en la región de Canterbury, a las faldas de los denominados “Alpes del Sur” sobresale particularmente ya que guarda una historia de colonización diferente y también un encanto urbano muy peculiar…
La ciudad de Christchurch fundada en 1850, se ubica a 300 km al Sur de Wellington, la capital neozelandesa, justo en la costa Este de la isla del Sur de Nueva Zelanda. Inicialmente formó parte de un proyecto muy ambicioso de la prestigiada Universidad británica de Oxford, iniciado por algunos miembros anglicanos del Christ Church College que le confirieron su nombre y con él su respaldo y patrocinio a través del Arzobispo de Canterbury para colonizar estas tierras y fundar una nueva Jerusalén, donde los valores puritanos y la moral victoriana pudiesen prosperar. Curiosamente para fines del siglo XIX no tardo una respuesta similar por parte de misioneros y colonizadores católicos que empezaron a edificar majestuosas iglesias al estilo neogótico como símbolos de su fe y devoción y ambas religiones coexistieron siempre pacíficamente entre ellas y también con las demás religiones incluyendo algunas creencias y rituales de los nativos Maoríes.
Christchurch como otras ciudades icónicas alrededor del mundo entre las que caben citar Los Ángeles, San Francisco, la Ciudad De México, Tokio, Osaka o Estambul han sufrido y sobrevivido muy fuertes y desbastadores temblores y sus habitantes se han vuelto a poner de píe de forma ejemplar. Es más, en muchas de estas ciudades afectadas por los sismos se han implementado medidas preventivas y correctivas en torno a esas emergencias. Así, en Christchurch el consejo de la ciudad, basándose en la consulta ciudadana, anuncio un nuevo plan de ordenamiento urbano que contiene reformas estructurales, creando más espacios verdes y sacrificando zonas comerciales que hoy en día no pueden rebasar construcciones mayores a siete pisos. La imagen urbana de la ciudad refleja armonía ya que ha sido cuidadosamente planificada, reestructurada e integrada, situada además en un bello escenario natural. La clave de esa planificación consistió en crear la plaza central, complementada con otras cuatro y una zona de cuatro parques a su alrededor que permiten el esparcimiento, descanso y el relax necesario para recargar “la pila” o energía de sus habitantes y visitantes. Los estudios actuales comprueban lo dicho, ya que las áreas verdes en medio de “la jungla de asfalto” se han convertido en zonas de suspiro, interacción social y cambio de ánimo, además de ser “pulmones” naturales para la ciudad de Christchurch que logró también en su desarrollo urbano uno de los mejores suministros de agua del mundo, ya que el vital líquido se filtra de manera natural desde su origen a través de 50 estaciones de bombeo ubicadas alrededor de la ciudad que captan a los acuíferos que surgen y provienen de las inmediaciones de las montañas, conocidas como los Alpes del Sur.
Históricamente Christchurch es conocida como “la ciudad ciclista de Nueva Zelanda” y en la actualidad alrededor de un 7% de sus habitantes se desplazan cotidianamente en bicicleta, ya que el terreno es llano y cuenta con carriles-bici, así como también abundantes vías pedestres. Gracias a la consulta pública después de los temblores en 2011 se motivó un sistema de transporte sostenible, especialmente para promover el uso de la bicicleta como un medio de transporte estratégico y más saludable. Además, si de transporte se trata, el visitante no se debería perder un viaje en el TranzAlpine desde Rollestone hasta Greymouth, como uno de los recorridos más inolvidables, catalogado mundialmente como uno de los diez mejores, ya que atraviesa increíbles paisajes naturales estando además geográficamente a una relativamente corta distancia del Polo Sur.
Durante su visita el viajero disfrutará la calidad y calidez de la ciudad y sus alrededores desde cualquier ángulo o perspectiva descubriendo sus caminos históricos y campos que permiten según la estación el poder esquiar en nieve o jugar golf, practicar salto en bungy, descenso de rápidos, ciclismo de montaña o windsurf e incluso observar ballenas en sus costas. La ciudad también ofrece una rica y variada gastronomía marcada por la cultura del café aromático traído por sus inmigrantes, así como recorridos por sus pintorescos viñedos, o bien, organizar un picnic en algún parque que siempre será una oportunidad y ocasión excelente para hacer nuevos amigos y contemplar y disfrutar de la “ecléctica y elegante Christchurch”…
http://www.eltiempo.com/mundo/mas-regiones/los-10-mejores-lugares-para-vivir-segun-la-onu-140142
https://www.ecologiaverde.com/la-importancia-de-los-espacios-verdes-en-las-ciudades-272.html, https://www.christchurchnz.com/