
Crisol Internacional: “Érase una vez un ciprés…en Irán”
En las investigaciones científicas, concretamente en las de la botánica, también pueda haber disputa en torno al origen de algunas especies, su evolución y su impacto sobre el medio ambiente, y cuando profundizamos en la lectura de trabajos históricos y literarios la polémica crece con los nuevos hallazgos y sus múltiples interpretaciones generando nuevos temas de discusión y debate.
La longevidad de los árboles ha sido un tema de interés no solamente para los científicos sino los amantes y defensores de la naturaleza y hay muchos reportes e historias sobre los árboles más antiguos, grandes y altos en el mundo ya que representan unos de los organismos vivos más interesantes y diversos en la Tierra. Realmente resulta asombroso averiguar cómo crecen y están relacionados durante generaciones y sobre todo casi increíble su capacidad de adaptación a ambientes agrestes o extremos. Si revisamos un poco más a fondo la naturaleza de estas singulares especies nos podemos dar cuenta que existen en distintas formas, tamaños con características muy peculiares y desde luego guardan datos curiosos no solamente del interés científico, sino también de ser contados ya que han inspirado muchas leyendas, historias, cuentos, poemas y además tienen un gran simbolismo desde tiempo muy ancestrales. Como bien reportan algunas fuentes especializadas en torno a su naturaleza, afirman que: “Desde los árboles más altos de California hasta las copas más extensas de la India, existen árboles más antiguos, altos y grandes en el mundo; ya sea por su edad, altura, volumen o diámetro, estos son los astros del mundo arbóreo, e increíblemente, muchos de ellos aún tienen espacio para crecer, resistir cualquier tempestad y sobrevivir…”
Justo en una parte de la antigua Persia, hoy conocida como la República Islámica del Irán, situada en el Oriente Próximo y Asia Occidental se encuentra el árbol más antiguo de Asia: el Ciprés de Abarqu, o “Sarv Zoroastriano”, se trata de un ciprés de la variedad de los cupressus sempervirens, hallado en la ciudad antigua de Abarkuh y según las estimaciones botánicas podría tener la extraordinaria edad de 4 mil años. Se trata de una especie arbórea particularmente destacado en la historia y cultura iraníes, ya que aparece desde la estrofas de la poesía y en las talladuras de la aclamada capital histórica de Persépolis, la capital antigua del Imperio aqueménida. Este singular árbol se ha convertido con el pasos de los años, para no decir milenios en testigo fiel de tantos acontecimientos históricos como guerras, invasiones, conflictos tribales, catástrofes naturales en un auténtico símbolo de la vida, la belleza y los afortunados que han podido visitarlo expresan que: “sin exageración es uno de las maravillas naturales de la Tierra…”
Ahora bien, este ciprés se considera como “la criatura viviente más antigua de Irán", y "El segundo árbol y organismo vivo más antiguo del mundo"; estos son algunos de los títulos más importantes del antiguo Ciprés de Abarkuh, que también lleva el nombre de "Parsik" que significa fundamentalmente traducido de la palabra antigua “persa” o “de Persia” como un gentilicio para referirse a los habitantes nativos o la lengua con la que se comunicaban.
En términos de la botánica el árbol se conoce también como ciprés de Zarbin (ciprés mediterráneo); es un árbol de crecimiento lento y gradual, posee hojas aciculares, de hoja perenne con una forma cónica y flores de forma cónica, de color amarillento que florecen y lucen hermosamente a mediados de la primavera. La corteza de su tronco también tiene fibras y sus surcos están entrelazados, son arrugados y profundos. Curiosamente se pueden hallar en las obras y pinturas antiguas en el arte iraní, además se encuentra abundantemente el símbolo del árbol y en particular el ciprés (el árbol de la vida y la libertad).
Ahora bien, en los mitos y leyendas del país y debido a la larga vida de ciprés de Abarkuh, en el antiguo Irán era un símbolo de Ahuramazda, traducido del antiguo persa significa ”Señor Sabio" o "Señor de la Sabiduría", conocido como la divinidad principal del zoroastrismo, la antigua religión persa, y se considera el creador de todo y la encarnación de la verdad, la sabiduría y la luz, así como su plantación se atribuyó al Zoroastro y se conoce como el "Árbol Zoroastriano".
El ciprés de Abarkuh aunque hoy día ya no se encuentra en su verdadero hábitat, tiene condiciones de vida relativamente buenas, que incluyen un clima templado y cálido, suficiente agua de acueductos y oportunidades de crecimiento y por lo mismo no solamente nos puede maravillar y hechizar por su singular belleza, sino también dar el norte en tiempos difíciles ya que simboliza la unión, fortaleza y resiliencia de una cultura de ataño… al parecer desvanecida de la faz de la tierra, pero encarnada en el alma de este majestuoso ciprés que desde luego podría contarnos una y otra vez las grandes historia y cuentos de su tierra en versiones del “Erase una vez…” y seguirá continuando…”En un día como hoy..” o como bien enseñaba el profeta Mahoma a través de los Hadices , los dichos y tradiciones de la antigüedad: “el valor de la naturaleza y, en particular, la plantación de árboles como un acto de caridad continuo y una parte integral de la fe….”
P.S.: https://onetreeplanted.org/blogs/stories/oldest-tallest-biggest-trees
https://www.visitiran.ir/es/attraction/cipr%C3%A9s-de-abarkuh








