Crisol Internacional: “Fatu Hiva…un mundo muy recóndito entre mil islas”
Los tiempos vacacionales no solamente nos permiten un descanso de las labores, tareas y obligaciones cotidianas, sino también son un escape de las rutinas y del estrés que en ocasiones tiende a agobiarnos. Así, el sueño de visitar los destinos más insólitos, poco explorados y realmente mágicos se cumplen para algunos, mientras que otros prefieren el relax y descansar en casita, chiqueándose al máximo, cultivando hobbies o simplemente y como se dice “echar flojera de la buena” para recargar la pila…
Interesantemente en la vasta Polinesia aún hay algunos atrayentes lugares de verdadero ensueño como la increíble Isla de Fatu Hiva, originalmente llamada al ser descubierta durante la vigilia en 1495 como Isla Magdalena, formando parte del conjunto de las Islas Marquesas, ubicadas en el Pacífico Central Meridional y que representa un destino predilecto para algunos aventureros navegantes y trotamundos marinos. Justo esta isla de apenas 84 kms² encierra una leyenda que narra que “cuando se formaron las Islas Marquesas, cada archipiélago era una parte de la casa de los dioses, Fatu Iva representa el techo, formado por nueve (Iva) trenzas (fatu) de hojas de palma.” Según otras fuentes, Fatu Hiva podría traducirse como "la novena isla", lo que no es opuesto a la geografía del archipiélago. Como sea la historia de esta isla como prácticamente todas en esta vasta zona marina fue poblada primeramente por nativos polinesios occidentales que similarmente como en otras regiones tenían rivalidades tribales, algunas tan feroces que perduraron siglos hasta el XIX, especialmente entre las tribus Anainoapa de Hanavave y la Tiu de Omoa siendo la última finalmente la vencedora. Curiosamente y a diferencia de otras regiones isleñas de la Polinesia, según los estudios arqueológicos correspondientes: “Poco se sabe de la cultura de Fatu Hiva antes de la influencia europea, ya que se vio muy afectada con la llegada de los misioneros. En los grandes valles se formaron sociedades tribales estratificadas, al igual que en el resto de las Islas Marquesas.”. Sin embargo, antropólogos estadounidenses encontraron vestigios que indican que: “A diferencia de las otras islas de las Marquesas, los muertos de Fatu Hiva eran ocasionalmente momificados (ahumados) y a menudo enterrados en las viviendas”, encontrándose entonces un paralelismo con los antiguos sepulcros egipcios de conservar los cuerpos de los difuntos y así perpetuar su legado a través del tiempo…
Hablando de misterios aún por descubrir, Fatu Hiva, atractiva y paradisiaca para todo viajero, no muestrarestos de las cabezas colosales como ocurre en otras islas de la región,pero si sehan conservado algunas esculturas de piedras pequeñas y toscas y se sigue practicando el tatuaje y el tallado de madera hasta la era moderna. En este distante sitio del Pacífico Central, apartado del resto de la Tierra vivió y trabajo hace ya casi un siglo, en la época de la pre guerra el etnológo y aventurero noruego Thor Heyerdahl y su esposa Liv, encargados oficialmente por la Universidad de Oslo para investigar la distribución y propagación de las especies animales entre las islas de la Polinesia. No obstante su objetivo más personal en este viaje, fue casarse con el amor de sus vida y "navegar por los Mares del Sur" y no volver jamás…sueño aún persistente de muchos marinos y aventureros de diferentes generaciones y de la era moderna…
Pero como suele a suceder en la vida, la realidad rebasa los sueño e idilios y con estos también la “vida en un paraíso”… ya que al cabo de un año y medio, los mosquitos, las enfermedades y el mal tiempo apagaron el entusiasmo de la pareja que regreso a su país natal, dejándonos sus memorables recuerdos y experiencias insólitas en el libro titulado ˮPaa Jakt efter Paradiset" publicado en 1938 y reescrito posteriormente en 1974 como “Fatu Hiva, el retorno a la naturaleza”, hoy catalogado como un libro clásico de la literatura de los viajes tanto exóticos y de aventura, donde nos narran y describen la belleza natural de la isla y de sus dos volcanes entrelazados con una antigüedad de millones de años, así como también de sus selvas y de su bosque nuboso casi impenetrable, además de su impresionante cascada, atractivos naturales, dignos de visitar y de poder admirarlos a pesar de ser una extenuante caminata que paso a paso nos premia con unas vistas majestuosas del vasto Pacífico Central donde tantas historias y aventuras han ocurrido y que siguen y seguirán pasando…
Una parte de los atractivos de la isla es su estado prístino y escasa población, que apenas rebasa los 600 habitantes, lo que propicia que no haya tumultos, ni masas que evitar, tampoco y debido a su particular orografía no hay una pista de aterrizaje para aviones, siendo solo accesible por barco. Otro atractivo especial es que los nativos de Fatu Hiva guardan un gran sentido de hospitalidad hacia sus visitantes, ofreciendo artesanías originales como la tapa o pieza textil confeccionada con las fibras de mahute, (Broussonetia Pairryfera) con atractivos diseños en diferentes tonalidades de café que aún en tiempos modernos se siguen fabricando de forma tradicional, principalmente en monocromo. También se pueden adquirir el aceite de monoi obtenido de las flores de gardenia, también conocidas como la Flor del Tiaré, además de tallas o esculturas de madera y de rafia y de corteza pintada y adicionalmente poder disfrutar del popoi, un puré elaborado del fruto del pan, que hasta la fechay que en conjunto tradicionalmente hacen de este “Muy recóndito mundo entre las miles de islas del Pacífico” lo que, Fatu Hiva”, seguramente ha significado y seguirá significando, una verdadera aventura y hazaña para los viajeros o como bien lo expreso el mismo Thor Hyderthal, comandante noruego de la famosa expedición de la “Kontiki”, que cruzo los mares del Sur, SIN saber nadar: “Fronteras… nunca he visto una. Pero he oído que existen en las mentes de algunas personas…”
P.S.: Stéphane Jourdan, “La toponymie des îles Marquises : une introduction aux langues du Pacifique”
Ralph Linton: Archaeology of the Marquesas Islands, Bernice P. Bishop Bulletin Nr. 23, Honolulu 1925, S. 181–185
Thor Heyerdahl (trad. de l'anglais par Aliette Henri Martin), [« Fatu-Hiva Back to Nature »], Papeete, Les Éditions du Pacifique, 1976, 355 p., https://www.alltrails.com/es/ruta/french-polynesia/marquesas-islands/fatu-hiva-road-omoa-to-hanavave
https://elpais.com/diario/2002/04/19/agenda/1019167202_850215.html