Crisol Internacional: “Hacia la cima del Monte Everest, Nepal-Tíbet”
Durante estos días ya más frescos y nublados en Sudcalifornia y muy, pero muy fríos para no decir gélidos en otras partes del mundo, cuando se acerca el fin de un año viejo y el principio de uno nuevo, siempre cabe un momento de introspección personal sobre lo ocurrido durante los 12 meses pasados y lo que se desea y se espera en el año que está por venir. Para algunos el cambio de año significa renovación, nueva energía, deseos y esperanzas y el ánimo de alcanzar metas; mientras que para otros surgen nuevas preocupaciones, temores e incertidumbre, y también hay aquellos que les da igual todo lo que va y viene, siempre y cuando nos les afecte directamente. Pese a estas distintas percepciones, impresiones y emociones que son totalmente personales, resulta interesante reflexionar sobre la idea de alcanzar nuevas metas y logros… y lograr o llegar a la cima de hechos personales o profesionales, es decir llegar a la cima de “nuestro propio Monte Everest”…
Lo importante en este pensamiento no es realmente desear el haber subido a la montaña más alta del mundo en el Himalaya que mide 8,848 metros, sino usar el concepto como una metáfora personal, para ir esforzándose día tras día un poco más para alcanzar pequeñas metas que representan los logros personales o profesionales significativos, satisfactorios y sobre todo motivos de bienestar y felicidad en cada individuo. Sobre esto hay expertos en materia del autodesarrollo humano que aseveran que para alcanzar la cima se deban reunir ciertas características como: la laboriosidad, la disciplina y consistencia, la flexibilidad, la paciencia y el optimismo y es tarea del lector el poder combinarlos junto con sus propios principios y valores para obtener el éxito…
Como sea y retroalimentando los conocimientos sobre la cultura internacional, el Monte Everest indudablemente es el gran deseo, meta y sueño de todo escalador y representa sin duda la prueba máxima y el desafío más duro y peligroso por todos los riesgos que esa cumbre implica. La silueta de la montaña es similar a una gigantesca pirámide debido a la disección de dos glaciales, que curiosamente se elevan entre dos países asiáticos: el Tíbet en el Norte y Nepal al Sur. El pico del Monte Everest es considerado como un lugar de extraordinaria belleza, muy sagrado y a la vez trágico de ya que sus nieves han sepultado a cientos de valientes escaladores de todo el mundo y también a sus guías y cargadores locales, los llamados sherpas. Con la altura tan extrema, las temperaturas se vuelven más gélidas hasta - 62°C, los fuertes vientos pueden alcanzar velocidades de hasta 200 millas por hora y el aire es por la altitud más delgado, lo que significa poco oxígeno limitando con esto la respiración y con ello la fisiología del alpinista, pero a pesar de todos los riesgos que significa subir (y poder bajar) el Everest, cada año hay nuevos e intrépidos montañistas dispuestos a arriesgar TODO, para alcanzar esa cima, reuniendo para ello la necesaria preparación y entrenamiento a través del acondicionamiento físico necesario y la conquista paulatina de otras cimas o picos y también cuantiosas sumas de dinero, mínimamente a un equivalente de $ 30 mil dólares para poder financiar la larga expedición de aproximadamente 40 días y especialmente el estar bien preparado mental y físicamente para estar en óptimas condiciones, aparte de saber utilizar perfectamente las técnicas del montañismo y disponer de todo el equipo necesario.
La historia de esta montaña es antigua y forjada por realidades, mitos y también leyendas. Se estima que geológicamente se creó hace aproximadamente 60 millones de años debido al movimiento de una placa tectónica de la India chocando con la región que hoy comprenden Nepal y el Tíbet. Originalmente la montaña más grande del mundo, fue descubierta por George Everest, topógrafo inglés que vivió profesionalmente en la India y que trabajó para la Royal Geographic Society institución que posteriormente decidió en 1857 nombrar a esa montaña en honor de ese investigador. No fue hasta principios del siglo XX, en 1921 cuando la primera expedición emprendida por los británicos George Mallory y Guy Bullock intentó sin éxito llegar a la cima y tuvieron que transcurrir tres décadas más, hasta que en 1953 el neozelandés Edmund Hillary y el nepalí Tenzing Norgay llegaron por primera vez a ese pico. En 2013 ocurrió un suceso casi insólito, cuando el japonés Yuichiro Miura de 80 años se convirtió en la persona de mayor edad en escalar la cumbre, mientras la persona más joven que lo ha logrado es el norteamericano Jordan Romero de apenas 13 años. La primera mujer que llegó hasta el pico de la gran montaña fue la alpinista japonesa Junko Tabei hace más de cuatro décadas en 1975. Existen ya 14 escaladores que han atravesado esta “cima del mundo” de un lado a otro. A la fecha ha habido más de 7 mil ascensos exitosos del Everest a través de 18 diferentes rutas, cifra alcanzada por aproximadamente 4 mil escaladores de muchas nacionalidades, ya que muchos de ellos motivados por el logro de este gran desafío han repetido la hazaña. Los primeros alpinistas que llegaron a la cumbre sin usar oxígeno, que además del clima ha sido el factor dominante a vencer en muchas expediciones, fueron los austriacos Reinhold Messner y Peter Habler en 1978, más tarde muchos otros siguieron el ejemplo arriesgando su vida, alcanzado así su triunfo.
Desde las primeras excursiones a la actualidad los conocimientos sobre las expediciones al Monte Everest se han ampliado y los equipos han mejorado sustancialmente, usando cuerdas de nylon, trajes rellenos de plumas de ganso, más livianos y muy abrigadores, botas deportivas con clavos especiales en las suelas que se llaman crampones, piolets que lo mismo dan apoyo al subir como bastones, como también y especialmente ayudan a frenar posibles caídas en las superficies rocosas y heladas. Lo que curiosamente y al parecer no han cambiado mucho a través del tiempo es la alimentación para mantener la energía necesaria y el calor, ingiriendo platillos de arroz y fideos como base, complementado con variados suplementos nutricionales y energéticos, ya que la necesidad y el consumo de energía es extremo, de aproximadamente 10 mil calorías diarias, hecho que explica también las grandes pérdidas de peso de los escaladores.
A su vez el pueblo de los sherpas ha vivido en las faldas del Monte Everest durante más de 500 años y su gente es la más adaptada, experimentada y conocedora en guiar las expediciones, ayudando a cargar todo lo necesario y también llevar los suministros a los campamentos, fuera de la base. El nombre propio de la montaña en tibetano es Chomolungma o “Santa madre del Universo”, mientras que los lugareños la llaman “Deodungha” que significa “Montaña sagrada”,
ambos nombres reflejan su carácter y espíritu inquebrantable, y nos ayudan a la vez para profundizar en nuestra reflexión inicial sobre metas, logros y propósitos en la vida y que aunque estos no sean tan extremos cada uno de nosotros puede forjar una ruta llena de logros y satisfacciones“ hacia la cima… no necesariamente, la del Monte Everest, sino la de su propia VIDA…
P.S.: Sobre actitudes y valores para el éxito personal y profesional: http://bienestar.salud180.com/salud-dia-dia/5-tips-para-alcanzar-tu-exito-profesional http://www.everestian.com/monte-everest-es.html, incluye vídeos
.youtube.com/watch?v=RL4Df3VsKgA y youtube.com/watch?v=RL4Df3VsKgA
https://www.lonelyplanet.com/asia/travel-tips-and-articles/77621
ttps://www.veoverde.com/2010/01/reinhold-messner-de-los-mas-grandes-alpinistas-del-mundo/