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Crisol Internacional: “La curiosa ciudad capital de Australia, Canberra”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 15 Febrero 2019. Publicado en Andrea König Fleischer, Columnistas BCS , Crisol Internacional, Cultura, Sociedad

La gran mayoría de nosotros al escuchar la palabra “Australia” invoca espontáneamente lejanía  solitaria y también extensas planicies de tierra roja  enmarcadas por la inmensidad del Océano Pacífico,  además de aborígenes y desde luego grupos de canguros saltones. También nos recuerda de una importante y famosa ciudad llamada Sídney  la que se sigue identificando erróneamente como su ciudad  capital. A pesar de todas estas reminiscencias, clichés y peculiaridades que envuelven prácticamente a todas las regiones geográficas de la Mancomunidad de Australia, ésta vive actualmente bajo una monarquía constitucional y es un país soberano dela extensa Oceanía  y para muchos a lo largo de su historia ha sido la  “tierra prometida” para migrantes y es una fascinante y enigmática tierra que siempre brindará al viajero que la visite… incontables momentos inmemorables.

Cabe recordar que Australia a mitad del siglo XIX y  similarmente a la zona norte de California vivió la “fiebre del oro”, atrayendo por ello a inmigrantes y “caza fortunas” de todo el mundo. En ese entonces ya existían seis colonias que fueron capaces de integrar de manera individual su propio gobierno colonial, buscando colegiadamente una ciudad capital, tanto geográfica como políticamente adecuada para coordinar y ejecutar todas las tareas administrativas que ese país requiere. Al respecto y tras una verdadera rivalidad  política entre ciudades como Sidney y Melbourne al sur de la vasta isla y ante el constante pique e intereses de sus gobernantes se optó finalmente en 1907 por una solución neutral promoviendo el modelo  de la creación de una nueva ciudad que se podría convertir en su capital y así nació: Canberra, nombre que significa derivado de las lenguas aborígenes “lugar de encuentros.”

Como si la política incipiente de la Independencia hubiera sido inspirada por el espíritu democrático del diplomático  y segundo Presidente norteamericano John Adams quien afirmaba que: “La esencia de un gobierno libre consiste en saber poner un frenoeficaz a todas las rivalidades”… y así ocurrió con la decisión final llegándose el 12 de Marzo de 1913 un acuerdo armonioso para ceder tierras y construir una nueva ciudad capital llamada Canberra. El desarrollo urbano se llevó a cabo con la transparencia y legalidad de aquellos tiempos, organizando un concurso público internacional para elegir el diseño ideal para su construcción; mismo que fue ganado por los arquitectos estadounidenses Walter Griffin y Marion de Chicago,  proyecto que consistía en un atrevido diseño, prácticamente vanguardista e inteligente del plan arquitectónico que comprendía un plano geométrico con círculos, triángulos y hexágonos. Lo más sobresaliente de la obra no solamente fue el grado de modernidad sino especialmente su visión sustentable, rompiendo paradigmas de la época, ya que los arquitectos planearon  imprescindibles  áreas verdes y también concurrencias de masas de agua. A pesar de los obstáculos técnicos y burocráticos que se  tuvieron que superar, hacia los años veinte el Federal Capital Advisory Comitee simplificó algunos elementos de su plan original para seguir con la construcción. Australia y los arquitectos de su nueva ciudad capital literalmente aplicaron un antiguo proverbio Oriental que afirma que ”La gema no puede  ser pulida sin fricción, ni el hombre perfeccionado sin ensayos”, poniendo manos a la obra y cumpliendo así sus sueños e ilusiones …

Observando cuidadosamente el trazo de la ciudad, el visitante se puede percatar que Canberra está seccionada en barrios o colonias, agrupados en función de sus características y funciones, ya sea la zona administrativa, la comercial y de negocios, la industrial y la laboral, así como también la académica, la residencial, rodeadas todas por áreas verdes y de esparcimiento, separando cada distrito por matorrales y bosques frondosos. Asimismo los planificadores aprovecharon las aguas del Rio Molonglo que fluye a través de Canberra para formar un lago artificial, el Burley Griffin, homenajeando así aquel arquitecto visionario que creó  el diseño original. Es justo este lago el que separa algunos de los distritos antes mencionados, enmarcando el paisaje de una manera agradable y vistosa como si fuera una “ciudad-jardín.” Canberra como capital es la sede el Parlamento de Australia, de la Corte Suprema y también es el asiento de la mayoría de las demás entidades gubernamentales y militares y curiosamente, es una de las ciudades capitales más pequeñas del mundo, ya que cuenta con apenas 350 mil habitantes y a la fecha con un bullicio afable. Los edificios históricos y piezas de arte que se pueden encontrar en su interior nos recuerdan de aquel pasado lleno de tradiciones y costumbres  predominantemente británicas asentadas en un nuevo mundo al que pronto arribarían también migrantes alemanes, franceses, belgas, holandeses, griegos, italianos, turcos, vietnamitas formándose así un auténtico crisol de lenguas, culturas y sabores…

Hoy Canberra cuenta con un moderno y atractivo distrito conocido como el Civic Center,  imán  para todos los “fashionistas” o aficionados a la moda y del diseño que se ubica   en la Avenida de Northbourne, la que cuenta con atractivas zonas peatonales, exquisitos restaurantes y confortables hoteles. Para los amantes del café se presentan también muchas opciones de  aromas y variedades que como ya señalaba el famoso detective Sherlock Holmes “capaces de estimular  las células de nuestro cerebro” e inspirar nuestra aventura australiana al explorar y caminar por Canberra. La ciudad definitivamente tiene además una vida cultural muy bien organizada y en armonía con su entorno natural y merecedor de la contemplación de museos, de su arte y también de su historia pero sobre todo, de su gente amable y educada. Tal vez “lo más curioso de esta ciudad capital que es Canberra, es su clima, ya que debido a su ubicación geográfica entre Sídney  y Melbourne, así como su elevación y distancia a la costa, hay  veranos calurosos e inviernos fríos y nublados, donde literal y sorprendentemente es posible ver canguros en la nieve  … visión que parecería ser un curioso chiste de la naturaleza misma…

 

 

P.S.: https://www.growproexperience.com/canberra-la-capital-de-australia

https://australianway.es/canberra-la-capital-de-australia/

https://www.aussieyoutoo.com/100-curiosidades-sobre-australia/

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