Crisol internacional: “La despedida de este mundo…Ghana”
Foto: Nat Geo
Tanto darle el “Último Adiós” a este mundo como rendirle tributo a un difunto es definitivamente uno de los rituales más ancestrales, y a la vez uno de los más significativos que indudablemente a través de diferentes ritos une a la humanidad. Invariablemente de la cultura, del contexto socio-económico o del entorno geográfico de que se trate, bien sabemos que la pérdida de alguien cercano es siempre una experiencia muy triste, difícil de asimilar y de superar y DAR EL ÚLTIMO ADIÓS tiene un gran peso y significado en el proceso del duelo.
Así y como bien los afirman los psicólogos y particularmente los tanatólogos, “los rituales funerarios son necesarios para hacer más real la pérdida y dar un primer paso hacia la aceptación del deceso, a la vez que cumplen también con la función social de permitir compartir el dolor y recibir el consuelo de otros allegados.” Uno de los aspectos más relevantes durante cualquier ceremonia o rito es la sensación de NO QUERER ESTAR SOLO/A y a veces en ocasiones especialmente adversas de la vida, sentir que hasta la compañía de un perfecto extraño en un momento tan duro y difícil puede marcar la diferencia en nosotros, ya que irrefutablemente cada uno tendrá en algún momento de su camino y conforme que en él se avanza su propia visión de “último adiós” y quizás hasta un “último deseo” …
En torno a este tema universal en el mundo actual sigue girando con una gran variedad de rituales de despedida que, lejos de rehuir a la muerte, la afrontan cara a cara y por ello culturalmente se organizan y aplican costumbres, de los cuales a nuestros ojos, algunos pueden parecer muy diferentes y hasta extravagantes o por el contrario, demasiado austeros o incluso hasta macabros; pero del mismo modo, para otros es igual de sorprendente ya que por ejemplo en Suecia, en muchas ocasiones ni siquiera se celebre un funeral. A la vez en Madagascar existe el ritual conocido como “giro de los huesos o Famadihama” y consiste en que, siete años después del fallecimiento, los familiares y amigos del difunto se reúnen en la cripta donde yace para desenterrarlo, envolverlo en telas claras y rociarlo con perfumes o alcohol, este rito se repite cada siete años y está basado en la creencia que así el difunto protege a sus seres queridos en la Tierra.
Muy sabido es que en Nueva Orleans los entierros desbordan mucha vitalidad con los tradicionales funerales de jazz o funerales musicales que empiezan con el traslado del fallecido desde su domicilio, el tanatorio, o la iglesia; a todo lo largo del camino hacia al cementerio, en donde usualmente los familiares portan el féretro precedidos de una banda de músicos que a veces está también acompañado por bailes despidiendo así al difunto con alegría.
Ahora bien en el Noroeste africano en Ghana existe una celebración verdaderamente única y muy artística, quizás inspiradora para algunos y sin duda exótica para otros, ya que los familiares, en vez de guardar luto, realizan grandes celebraciones cuando fallece un ser querido. La música y la comida son elementos claves para esta gran fiesta, pero eso NO es todo. Lo más asombroso es que el ataúd, es el elemento clave para una despedida extravagante, ya que los elaboran artísticamente con formas que reflejen algún gusto o aspecto particular de la vida del difunto. Es por esta razón que el cofre puede tener forma de zapato, águila, una cámara fotográfica, un avión o de la comida preferida del difunto. Hay ghaneses que gastan una verdadera fortuna en su DESPEDIDA y comparativamente mucho más que en su boda.
Además que esta gran celebración se lleva a cabo durante casi tres semanas después de que muere la persona para contar así con todo lo necesario para despedirlo acorde a sus costumbres. La fiesta en honor de la persona que falleció puede durar hasta tres días. Hay países en otros continentes que están imitando la idea de hacer cofres personalizados. Así la muerte en Ghana se ha convertido en un arte singular, homenajeando al ser querido, exhibiendo variadas temáticas y sobre todo gustos o tal vez caprichos del difunto… que quizás no pudo gozar plenamente en vida…
Esculpidas a mano, estas coloridas obras han despertado el interés de coleccionistas de arte de todo el mundo y en Francia incluso existe un museo que muestra algunas de las más creativas. Además de los ataúdes, el ritual exige que la familia publicite la muerte con carteles callejeros en los que se anuncia el fallecimiento y así convocar a la comunidad para compartir el duelo. Los funerales, muy masivos, cuentan en ocasiones con ‘profesionales’ que cobran por asistir al entierro y para que este parezca más concurrido.
Sea como sea, la historia o el ritual que pidió el difunto y en muchas ocasiones su familia, es un tema tanto personal, como a la vez cultural y socialmente acondicionado que con el paso del tiempo se ha venido refinado o abreviado y definitivamente sigue siendo muy íntimo. Ningún duelo, ninguna pérdida de un ser querido es igual y muchas preguntas nos plantea ese Último ADIOS… ¿Cómo ocurrió la muerte? ¿Cómo estuvo nuestra relación con ese ser querido que se nos adelanto? ¿Hubo algo que no le dijimos o aclaramos antes de su partida?...A pesar de las dudas o interrogantes nos queda la reflexión que cada “Despedida de este mundo… en Ghana” o en cualquier parte del mundo tiene un final, y ese NO es olvidar, pasar página, ignorar o abandonar la memoria del difunto, sino por el contrario, encontrar un lugar propio en nosotros mismos donde atesoremos los recuerdos y los momentos que pasamos juntos…
P.S.: P.S.:https://www.objetivobienestar.com/salud-mental/7-formas-despedir-ser-querido-rituales-funerarios-mas-curiosos-planeta_42245_102.html, https://www.ngenespanol.com/traveler/una-tradicion-unica-funerales-ghana/, http://www.vivirlaperdida.com/el-duelo.html