Crisol Internacional: “La magia del color y de la tradición, Benín”
El verano y el calor ya llegaron a muchas partes del mundo del hemisferio Norte y hay regiones donde parece que nunca se irá, sobre todo en la mayoría de los países africanos donde las temperaturas difícilmente bajan de los 25° C grados en promedio. El pequeño país de Benín, antiguamente conocido como Dahomey, cuna del Voodoo y punto central histórico del tráfico de esclavos de África a América durante casi tres siglos no es la excepción. Hoy es oficialmente la República de Benín, que se encuentra ubicada al Oeste de África, limitando con Nigeria al Este, Togo al Oeste y Burkina Faso y Niger al Norte. Benín es un claro ejemplo del “eterno verano” y de la “magia del color y de la tradición” que transmite inesperadamente alegría en medio de momentos de crisis o inestabilidad. Interesantemente la cultura de Benín tiene tintes imborrables de la colonia francesa, no sólo por conservar el idioma sino por la influencia palpable en su danza y música. Benín basa parte de su literatura en una práctica muy ancestral de los cuentos orales que han sido pasados de generación en generación y que se siguen narrando y escuchando. A pesar del alto índice del analfabetismo que aún priva en más del 60% de la población y que a la fecha representa uno de los principales retos para el futuro del país, los más de 9 millones de habitantes que diariamente luchan por un mejor porvenir y también por conservar sus costumbres y tradiciones. Las diferentes lenguas tribales hacen que la cultura beninesa sea muy rica y variada y las creencias son plurales y muy ligadas a la naturaleza y los “espíritus que la rigen”…
Como en un bello hechizo, África está tapizada con colores vivos y múltiples diseños diferentes en el vestuario, en los adornos y accesorios que representan un distintivo de cada nación, región y comunidad. Benín forma parte de este mosaico colorido y alegre, con una amplia gama de tonos y colores, estampados y motivos originales usados en sus telas. Las culturas evolucionan y así también sus elementos, como lo es el caso de la vestimenta, pero los textiles y particularmente las fibras naturales como el algodón se ha conservado con el paso del tiempo y son la mejor protección contra el incesante calor en las zonas áridas y tropicales. Así en Benín se siguen utilizando las mismas técnicas para el teñido y la fabricación de los tejidos que hace siglos. En su mayoría, el proceso es manual, utilizando telares de madera con bobinas del mismo material, lo que hace cada prenda totalmente artesanal, valiosa y por ello inigualable en el mundo. La propia naturaleza y los paisajes extraordinarios siempre ofrecerán inspiración y motivos para pintar, crear y decorar de una manera estupenda. Así en esta región del mundo abundan las telas de tonos naturales, como los colores de marfil, vainilla, tierra, caldera, ocre, oro y el negro dando contrastes magníficos como los destellos de una tierra mágica entre sabanas y selvas.
Particularmente los colores en el estampado de la vestimenta beninesa como en la mayoría de los países africanos encierren un valor comunicativo ancestral y una función social que va más allá de cualquier “Prêt `à Porter” o pasarela moderna, al invocar tradiciones y los misterios del pasado. No estamos hablando de “lo último en moda”, sino de momentos especiales, casi sagrados de portar determinada prenda para una ocasión especial y cumplir así con un ritual pero también, definir una personalidad. Desde tiempos remotos la ropa pueda representar el sentido de pertenencia a un mismo grupo, pero la elección de las telas, colores y motivos siempre pueden dar un toque de estilo y diferenciación del resto. Aunque la luz y el color son los mismos para TODOS nosotros, lo que nos sugieren depende fuertemente de nuestro legado cultural y África ha sido un continente marcado por los grandes contrastes que existen: vida, muerte y riqueza natural, lo que claramente también se ven reflejados en su indumentaria.
Los intrépidos viajeros a este rincón del mundo regresan maravillados con recuerdos de aventuras y del disfrute de una fabulosa vida salvaje en el Parque Nacional de la Pendjari, que es uno de los parques naturales donde aún se pueden admirar: leones, cheetas, leopardos, elefantes grises y otras cien especies silvestres. Benín es considerado amigable y hospitalario por sus visitantes y sus caminos y las facilidades de hospedaje son cómodos, bien evaluados, variados y seguros. Así que nunca es tarde para una buena aventura lejos del bullicio, de los destinos turísticos más populares y de la modernidad. Vivir un “verano eterno”, echarse un clavado en la “Bahía del Golfo de Benín”, pasear por los calles de su histórica ciudad capital Porto Novo y buscar la “Magia del color y de la tradición” de sus característico vestuario lo señalan definitivamente como un sitio único y deslumbrante escondite africano…
P.D.: http://www.africafundacion.org/?article10068
http://www.africa.com.es/cultura-de-benin/
http://www.lonelyplanet.com/benin/introduction
Página oficial del gobierno: http://gouv.bj/
Incluye el vídeo sobre el país: https://www.youtube.com/watch?v=gZGehBElr-w