Crisol Internacional: “La mágica Isla de la Curación- Curaçao”

Mientras que el invierno  literalmente “aprieta” en algunas regiones del Norte, azotando sin tregua a varias regiones con tremendas tormentas de nieve, constantes heladas y vientos violentos que son sumamente gélidos, llamados “Blizzards”,  en otras latitudes al Sur, es tiempo de gozar de una temperatura cálida de casi 33 grados, de la playa y sobre todo de una naturaleza extraordinaria, llevando en claro contraste un ritmo de vida totalmente opuesto al de las latitudes nórdicas. En esas zonas, la  Isla de Curaçao, al Sur del Mar Caribe, a una corta de distancia de apenas 50 km al Norte de las costas venezolanas,  es un territorio autónomo de los Países Bajos que formaba parte de las Antillas Neerlandesas hasta el año 2010  y es  un claro ejemplo de esta yuxtaposición geográfica y climática y de un modo de vida totalmente diferente.

La historia de  esta singular isla es vasta y apasionante y  como la de muchas  otras islas en la región caribeña, llena de cuentos de piratas, rudos marineros, tesoros ocultos, múltiples batallas e innumerables  aventuras. Hay versiones que  su nombre se derivo de un hecho casi milagroso, cuando los marineros portugueses que arribaron a ella, enfermos y moribundos por el escorbuto (enfermedad que muchos navegantes sufrían en esas épocas por la falta de Vitamina C)  se curaron y la bautizaron tras  cambiar positivamente su suerte como la “Isla de la Curación” o en portugués, Curaçao, que albergó en el pasado a conquistadores españoles, portugueses y finalmente holandeses y que servía como puente estratégico y base  para los navegantes hacia Sudamérica. Así personajes como  Juan de la Cosa, Américo Vespucio y Johannes van Walbeeck, pisaron sus tierras y  justo este último, un almirante holandés y visionario de su época, descubrió el potencial comercial de la isla, colonizando sus tierras donde poco a poco a partir del siglo XVII se asentaron los judíos sefardíes, expulsados de Europa  que construyeron su propia sinagoga, buscando su paz y  su  espiritual “curación” y  que hoy representa el templo judío más antiguo de toda América. Fueron justo estos colonizadores  los que trajeron su conocimientos acerca de nuevos  cultivos y modos de producción, especialmente del tabaco y  de los cítricos, mientras que a la par florecía en la región el  tráfico de esclavos vía las islas y Curaçao no fue la excepción de enfrentamientos sanguinarios y violentos entre la población indígena y los conquistadores europeos hasta que finalmente se abolió la esclavitud en 1863. A su vez los ingleses intentaron reconquistar la isla en dos ocasiones durante el siglo XIX, pero tuvieron que cederla al firmarse un  prometedor “Tratado de Paz, Amistad, Navegación y Comercio”  con su vecino Holanda, con quien se había aliado en el pasado para muchas otras exploraciones y conquistas en Oriente.

Más tarde Curaçao corrió la “suerte” de poder levantar su propia economía tras el establecimiento de una las refinerías más importantes del mundo, prácticamente en plena Primera Guerra Mundial (1918), atrayendo así una nueva ola de inmigrantes y un relativo progreso. Posteriormente las turbulencias políticas y sociales de la historia contemporánea también llegaron a impactar a la pequeña isla, cuyos habitantes  finalmente decidieron  a través de un referéndum en la primera década del nuevo milenio, independizarse del Reino de los Países Bajos, gozando desde entonces de un estatus especial como territorio autónomo, tratando de preservar su patrimonio cultural y construir un nuevo rumbo de desarrollo socio-económico basado en los servicios, especialmente el turismo y el comercio ya que cuenta con el régimen de Zona Franca, es decir, libre de impuestos que atrae  audaces compradores e inversionistas de muchas partes del mundo.

Los que hayan visitado a esta increíble isla sureña, saben que Curaçao es muy colorida, con una marcada  mezcla del estilo pintoresco holandés, pero con el marco característico que le brinda el  arcoíris del Caribe, reflejando  un espíritu  siempre alegre y un clima bondadoso los 365 días del año. Por lo mismo la isla que cuenta con 150 mil  habitantes se ha convertido en un muy popular destino turístico para viajeros prácticamente de todas las generaciones y presupuestos y hay quienes afirman que su visita causó realmente recuerdos inolvidables al generar historias propias sobre leyendas y mitos del pasado, pero disfrutando plenamente del PRESENTE, ya sea en una de sus 35 exquisitas playas rodeadas por un mar color turquesa o bien explorando los tesoros históricos y culturales que encierra la isla. El singular atractivo de su capital, Willemstad motivó que  a  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),  comprometida  con la preservación de la cultura y el patrimonio del mundo, la incluyera en la lista de los lugares catalogados como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Curaçao representa entonces un auténtico crisol cultural debido a la mezcla de sus raíces afro- caribeñas combinadas con la influencia europea, especialmente la holandesa, que se preserva hasta la fecha en los más exóticos platillos que puedan variar entre arroz con frijoles negros tan típicos de toda la región del Caribe hasta una auténtica sopa de chicharos, legado culinario de Holanda.

Además los ritmos africanos y caribeños representan un verdadero patrimonio musical que no solo se escuchan y bailan durante sus días del famoso Carnaval de Curaçao, sino también el resto del año. Así la isla  ofrece al mundo muchos momentos  para gozar, relajarse, quizás brindar con una copa de su famoso licor de  cáscara de naranja y llevar sus melodías y ritmos como recuerdos de una experiencia única y de un viaje inolvidable, que tal vez nos ayude  con esta combinación casi mágica, a encontrar en este punto tan lejano al Sur del Caribe, una “Curación”  tanto física como espiritual, ya que Curaçao sin lugar a dudas toca y marca  para siempre el corazón de sus visitantes, lo que  pueda motivar el  re-pensar y re-organizar nuestra vida cotidiana con más sencillez y felicidad …

P.D.: Para los viajeros http://www.curacao.com/es/stories/

Sitio oficial de la Secretaria de Turismo de Curaçao http://www.curacao.com/en/