Crisol Internacional: “La nueva estrella de Belén, Ciudad del aprendizaje…”

Bien se ha afirmado en diversas ocasiones y contextos que “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.” (Nelson Mandela) y retomando esta pauta en vísperas del “Día Internacional de la Educación,  que se celebraráel próximo 24 de Enero deberíamos sumarnos para impulsar una mayor consciencia de lo que significa no solamente el Derecho a la Educación, tema contemplado prácticamente en todas las constituciones políticas del mundo y también en las políticas sociales, sino también en nuestra convivencia cotidiana tanto laboral como personal. Tener acceso a la EDUCACIÓN  ya no debería ser  un privilegio de pocos y mucho menos depender del color de nuestra piel o bien del género, religión o credo, edad o… del grosor de una cuenta bancaria.

Recordemos que hace apenas tres años la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de Enero como el “Día Internacional de la Educación”, destacando el papel crucial que la educación tiene para la paz y el desarrollo; asimismo, afirmando que “sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.” Si le prestamos atención a las estadísticas mundiales sobre este tema, nos daríamos cuenta de que “en la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela y por ende el derecho a la educación de estas personas se ve afectado y eso es inaceptable.” Todos estos datos evidencian el rezago educativo  existente a nivel global y la necesidad urgente e imperativa de trabajar en favor del futuro de la educación como motor de desarrollo de las naciones y del bienestar presente y futuro de millones de personas.

Así, para la ONU el reto global en materia educativa hoy es“Recuperar y revitalizar la educación para la generación COVID-19”, reforzándola e incrementando las colaboraciones y la solidaridad internacional.Para motivar estos propósitos se están desarrollando diversas iniciativas y actividades como: “héroes educandos, innovaciones y financiación”, así como también la realización de un evento virtual especial llamado “Learning Planet”, para permitir poner al alcance  todas las innovaciones y oportunidades educativas. Al mismo tiempo, la UNESCO ha creado una “Red Mundial de “Ciudades del aprendizaje o Global Network Learning Cities” (GNLC) por sus siglas en inglés), iniciativa que busca fortalecer la colaboración, difundir e instrumentar  el know how de las mejores prácticas educativas.Las “Ciudades del aprendizaje” buscan también el intercambio de ideas y experiencias buscando soluciones eficaces a los problemas reales de la educación. Además y en definitiva esta red apoya el logro de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el 4.°ODS "Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos" y también el 11avo ODS “Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. En resumen, la UNESCO define una “Ciudad del aprendizaje” como una entidad que “moviliza de un modo efectivo sus recursos en todos los sectores para la promoción de un aprendizaje inclusivo desde la educación básica a la superior, revitalizando aprendizaje en las familias y las comunidades, en el lugar de trabajo, apoyando el uso de modernas tecnologías de aprendizaje, mejorando la calidad y la excelencia en el aprendizaje y fomenta una cultura de aprendizaje durante toda la vida.” Sin embargo y al respecto lo que para muchos ya puede ser una realidad, para otros apenas es un sueño y desde que surgió en 2019 la iniciativa de la “Red de las Ciudades del aprendizaje “en el seno del Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (UIL), 38 ciudades provenientes de 23 países ya se han convertido en miembros de esta trascendental red y una de las más recientes ha sido la célebre ciudad de  Belén, ubicada en el corazón de Cisjordania, región conocida a partir de 2013 como Palestina  que está enclavada en los legendarios Montes de Judea,  apenas a 9 km de Jerusalén, contando actualmente con aproximadamente 30 mil habitantes, población que es una mezcla mayoritariamente musulmana y con una minoría cristiana ortodoxa.

Justo brillando sobre Belén como si fuera una “nueva estrella” en el firmamento y en total apoyo a las oportunidades educativas con un enfoque a largo plazo y para toda la vida el Comité Nacional Palestino para la Educación, la Cultura y la Ciencia anunció que “Belén se integra a dicha red global, la cual permite intercambios de experiencias entre los habitantes y sus comunidades aledañas, fortaleciendo los conocimientos, estimular y potenciar el desarrollo de capacidades individuales, además de la solución de problemas que enfrenta la comunidad en materia educativa.”La aceptación en dicha alianza internacional de Belén, sitio aclamado por peregrinos de muy diversas nacionalidades y religiones, representa indudablemente un gesto de paz, conciliación y la apertura al diálogo que tanto se requiere en esta parte del mundo que ha estado largamente envuelta en  diversos conflictos y tensiones políticas desde hace ya varias décadas. Además, este hecho muestra claramente que la educación es capaz de transformar, modificar y  mejorar a las personas y también a sus entornos. 

Al estar dispuestos a “aprender a lo largo de toda vida”,  el ser humano reconoce, quizás con humildad, que siempre existe una posibilidad de instruirse, asimilar y así poder aplicar nuevos conocimientos, métodos y técnicas y no importa que esto sea cerca o lejos de aquella antiquísima  iglesia de la Navidad, que data del siglo IV, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad y que representa además uno de los templos más antiguos, levantados sobre la cueva o portal de Belén, donde de acuerdo con las escrituras bíblicas nació Jesús de Nazaret y dónde hoy resplandece  como “Una nueva estrella en la Ciudad del aprendizaje”… al igual que como esa estrella que ilumina el cielo sobre el techo de tu casa…

P.S.: https://es.unesco.org/commemorations/educationday, 

https://uil.unesco.org/es/aprendizaje-largo-de-vida/ciudades-del-aprendizajehttps://uil.unesco.org/es/aprendizaje-lo-largo-vida/ciudades-aprendizaje/red-mundial-ciudades-del-aprendizaje-da-bienvenida,https://www.prensa-latina.cu/index.php/component/content/?o=rn&id=398175&SEO=belen-en-red-mundial-de-ciudades-del-aprendizaje