
Crisol Internacional: “Leyendas de la luna de tierras australianas”
Histórica y mitológicamente hay un sinfín de cuentos y leyendas en torno a la luna en sus diversas expresiones: de la nueva a la menguante, a la media, hasta la más aclamada, la luna llena. Muy probablemente cada uno de nosotros guarda sus propias ideas, recuerdos, tal vez episodios trágicos, otros cómicos o chuscos y hasta románticos alrededor de ella y sin lugar a dudas, la luna se ha convertido en una fiel acompañante de los terrícolas al guiarnos durante noches oscuras, iluminando al cielo y siempre de uno u otra manera es muy comunicativa…
Asimismo, y según las investigaciones correspondientes: “El simbolismo de la Luna se manifiesta en correlación con el del Sol, ya que sus dos caracteres fundamentales derivan, por una parte, de que la Luna está privada de luz propia y no es más que un reflejo del Sol y, por otra, ya que atraviesa fases diferentes y cambia de forma. Por todo esto simboliza la independencia, así como la periodicidad y la renovación, además de los ritmos biológicos, la transformación y el crecimiento.” Por tal motivo muchos de nosotros estamos muy pendientes de los ciclos lunares y desde luego de la observación de sus diversas fases y estados en cualquier latitud del mundo. Considerando lo anterior podemos afirmar que la luna es realmente el astro más expresivo y elocuente de los ciclos de la vida, ya que rige las mareas, la lluvia, la vegetación y también la fertilidad. Desde tiempos muy ancestrales se ha asociado un gran simbolismo y espiritualidad a ella, marcando las estaciones de nacimiento, muerte y resurrección como si nos quisiera enseñar sobre la inmortalidad, la eternidad y la renovación de la vida.
Desde pequeños se nos han leído o narrado fábulas y cuentos donde La Luna es la protagonista…más adelante ya como jóvenes nos atrapó con los relatos de suspenso y hasta de terror, hablando del lado oscuro, de las criaturas de la noche y de seres fantasmagóricos…y cómo adultos maduros tratamos a veces de descifrar si los ciclos lunares repercuten en nuestro subconsciente y nuestras emociones. Como sea la percepción de cada uno, La Luna indudablemente ha ocupado un rol importante en nuestras vidas y ya desde la antigua Mesopotamia se asociaba con la sabiduría, en Grecia con el poder femenino y en la civilizaciones prehispánicas como la maya, azteca e inca se le atribuían poderes especiales como fuente de la vida, mientras que en China está relacionada con la unión familiar y la paz e igualmente en Japón hasta la fecha se celebran festivales en honor a ella, agradeciendo sus bendiciones y la abundancia que siempre ha traído al pueblo…
Lejos de aquellas civilizaciones, en la “Tierra australis”, justo en lo que hoy se conoce como Australia, subcontinente oceánico con una superficie de 7,688 millones de kms², también existen muchas historias y leyendas en relación a La Luna, incluso se narra en la tradición oral que: “antes que existiera el hombre, Byamee, el Gran Espíritu, según los nativos escuchó hablar un buen día a cuatro animales: el águila, el canguro, el koala y el emú, los que discutían acerca de sus virtudes y sus inmensos poderes, asegurando ser más veloces y fuertes que el mismísimo Byamee.”
Así cuenta la historia que cada uno de esos cuatro animales ostentaba sus poderes, hasta que Byanmee intervino para cuestionarlos e invitándolos a competir contra él en la competencia conocida entonces como: “El boomerang y la luna: El primero fue el canguro. De un salto, casi alcanza la copa de un árbol. Más allá fue el águila, que comenzó a volar tan alto, que solo podía verle Byamee. El emú, por su parte, comenzó a correr a tal velocidad, que en nada dejaron de verlo salvo Byamee, claro y el koala subió a lo más alto de un árbol en tiempo récord…”
Continua narrando la historia que los animales ya habían expuesto todas sus habilidades, esperando al Gran Espíritu quien en aquel momento se dirigió hacia una hoguera encendida, escogiendo una de las ramas que ardían, ligeramente curvada en forma de boomerang, la tomó lanzándola con toda la fuerza lo más lejos posible…y dice la leyenda que así “la luna llegó al cielo….” Indiscutiblemente, como muchas fábulas y leyendas, ésta también comparte sabiduría ancestral, poniéndonos a reflexionar sobre los valores como la humildad o lo contario la vanidad. Así, como los humanos representados por animales icónicos de la región australiana, nosotros también tenemos virtudes y talentos, pero TODOS tenemos defectos y cometemos errores, que se pueden convertir en áreas de oportunidad para madurar y crecer en cualquier momento y circunstancias. Moralejas hay más que una en la leyenda “El boomerang y la luna”: “NO presumamos de nuestras virtudes…por más que las tengamos y evitemos alardearlas.
Además, de que la imagen que la luna nace del fuego, debe haber sido un boomerang, hecho de una rama ardiente lanzado a lo más alto del cielo, lo que representa una metáfora sublime y un recordatorio eterno de que de ninguno de los seres que habitamos a la Tierra somos más poderosos que la Naturaleza y su creación…En fin cabe la reflexión de que: “Nadie es más ni menos que nadie. Aprovechemos nuestras virtudes y habilidades sin presumir de ellas. ” O bien como lo expresa el dicho popular que:”La luna es el faro de los soñadores…” y que entonces “Las leyendas de la luna de las tierras australianas”, nos pueden iluminar el camino…
P.S.: https://biblioteca.acropolis.org/simbolismo-de-la-luna/
https://tucuentofavorito.com/el-boomerang-y-la-luna-leyenda-australiana/