
Crisol Internacional: "Los secretos del Jardín Secreto, Marrakech”
Explorar lugares misteriosos envueltos en itos, leyendas e historias puede resultar un verdadero deleite para los viajeros pero también para aquellos que prefieren quedarse en casa y emprender la excursión virtual desde su computadora. Nuestra fascinación por descifrar y revelar secretos nace generalmente durante la infancia y nuestro espíritu curioso no debería apagarse con la edad, ya que es una autentica fuente de inspiración y motivación para resolver las tareas cotidianas y enfrentar retos y obstáculos…Bien afirma el filósofo y psicólogo norteamericanoWilliam James que “la curiosidad es el impulso hacia una mejor cognición", y definitivamente la curiosidad también es fiel reflejo de como especie humana hemos sobrevivido y evolucionado, descubriendo cosas nuevas a lo largo de la historia.
Por ello bien señala y se coincide en la psicología moderna que:” La curiosidad es la inclinación natural que todos tenemos a querer descubrir, explorar y comprender el entorno que nos rodea”; promover la curiosidad en nosotros no solamente estimula la mente y nuestras habilidades del pensamiento, sino que también fortalece la memoria y la conciencia, adicionalmente reduce el estrés, impulsa la creatividad y por ende también la motivación. De esta manera la curiosidad nos puede mover de nuestra zona de confort hacia nuevas experiencias y escenarios tal como ocurre durante los viajes…
Así, un espíritu curioso siempre va acompañado de algo de imaginación y qué mejor escenario que los lugares escondidos, envueltos en magia y fantasía, casi al estilo de “LasMil y unas Noches…” en el mero centro de la Ciudad de Marrakech en Marruecos al Norte de África en donde al parecer las manecillas del reloj se detuvieron para permitirnos una ojeada hacia el pasado remoto durante una visita de lo que hoy se conoce como “Le Jardin Secret” o en español “El Jardín Secreto”, un verdadero tesoro del paisajismo arquitectónico en medio del labirinto bullicioso de la Medina, declarado oficialmente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Al recorrer esta zona tan emblemática, llena de imponentes obras de arte reflejados en sus palacios, se encuentran construcciones de más de 400 años de antigüedad, hitos de un gran legado cultural con una belleza sempiterna que se prolonga hacia sus jardines islámicos de mucha tradición y como bien señalan las promociones turísticas para sus visitantes: “meticulosamente conservados y restaurados, que sirven de museos vivientes, mostrando las antiguas obras hidráulicas y el ingenioso sistema de riego exclusivos de Marrakech.” También es posible explorar los misterios de la khettara restaurada, un sistema de riego subterráneo único en Marruecos. Lo cual nos invita nuevamente a la reflexión sobre el ingenio humano en cualquier latitud del mundo, impulsado por un espíritu curioso y a la vez creativo y dispuesto a asumir riegos y fracasos para desarrollar sistemas efectivos de suministro y distribución del agua. Bien se puede escuchar y comprender entonces aquel proverbio árabe que dice “Quien quiere hacer algo encuentra un medio. Quien no quiere hacer nada encuentra una excusa”.
Ahora bien, a quién de nosotros no nos encantaría dar un paseo por un auténtico oasis…? Caminar por un exótico jardín, donde trepan, florecen y crecen higos, dátiles, granadas y olivos, dispersando aromas fragantes y hechizando los sentidos de sus visitantes con colores vibrantes. Además, las enormes palmeras brindan un respiro del sol marroquí, mientras el tranquilizante sonido del goteo del agua puede causar un estado de serenidad absoluta en ese remanso de paz que es el Jardín Secreto, que hoy funge como museo abierto al público.
Asimismo, el visitante de ese magnífico jardín podrá conocer la historia del palacio o “riad”, la importancia del agua en esta zona limítrofe con las majestuosas Montañas Atlas, ruta de las caravanas del desierto y punto de encuentros multi-culturales en el pasado y actualmente presente; además, y gracias a la alta tecnología de las pantallas que reflejan imágenes generadas por computadoras que permiten visualmente seguir la ruta a través de un viaje por todas las instalaciones. Para cambiar de perspectiva y apreciar la panorámica sobre esta ciudad tan vibrante que es Marrakech es posible subir al mirador de su torre, admirando el tapiz de los tejados y minaretes, imaginarnos las vida de hace siglos para volver a trasladarnos al presente, gozar de una vista verdaderamente espectacular a las impresionantes Montañas del Atlas…y brindar por la salud y la vida con un té de menta original marroquí o un jugo de frutas refrescante y hasta tal vez hacerle caso a un antiguo proverbio árabe que advierte: “Si tiene solución, ¿por qué te preocupas? Y si no la tiene, ¿por qué te preocupas…”
Como sea esta excursión hacia “Los secretos del Jardín Secreto en Marrakech…”, su recorrido representa una experiencia cultural única, estimulante y tranquilizante y a la vez, un juego entre sol y sombra, un viaje inolvidable a un tiempo espléndido lleno de detalles decorativos, artesanales y arquitectónicos inigualables que reflejan el ingenio y talento marroquí preservado a pesar del paso del tiempo y que aún encierra los secretos y la chispa de un pasado legendario que nos puede hacer soñar en un mundo sobredimensionado por estímulos artificiales…
P.S.: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-07-21/por-que-humanos-somos-curiosos-explicado-ciencia_2689576/
https://www.marrakechbed.com/es/el-jardin-secreto/
https://marocmama.com/hidden-in-the-souks-of-marrakech-discover-the-secret-garden/